DEL CIELO A LA TIERRA
El universo no tiene la palabra, pero tiene mil lenguajes: los planetas se encuentran y saben interpretar y respetar el lenguaje de la atracción; el sol emana el lenguaje del calor de la vida; la tierra habla no sólo llamando la atención sobre su estado enfermizo causado por la maldad de los hombres (terremotos, maremotos, huracanes, calor tórrido y frío glacial), pero también a través de la miríada de lenguajes de todos los elementos de su naturaleza: los animales, los árboles, las rocas… Jesús, Maestro de ciencia espiritual, lo subrayó, recordando un antiguo proverbio popular: 16 Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo. Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Sabéis distinguir el aspecto del cielo, mas no sabéis distinguir las señales de los tiempos! (Mt 16, 1-3). Pero también dijo a aquellos que impiden que se hable de la Verdad “Os digo que si estos callan, las piedras clamarán”. (Lc 19,40).
Ha sucedido nuevamente en la tierra de Puglia. La piedra ha hablado.
Un hombre, amante y experto de objetos de arte, deseaba comprar una estatua de San Nicolás del siglo XVIII. Había notado que en el cuello del santo estaba colgado un collar devocional y él quería sólo ponerse de acuerdo para comprar la estatua. El vendedor negó categóricamente la posibilidad de dividir los dos objetos porque la persona que le había cedido la estatua le había pedido con insistencia que no dividiera nunca la estatua y el collar.
HE ESCRITO EL 28 DE FEBRERO DE 2019:
Cuando Jesús instigó al suicidio
El 21 de febrero del 2019, por encargo del Papa Francisco, comenzó la reunión de los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo para discutir el tema de los "abusos sexuales de menores". Mejor tarde que nunca, se escuchó susurrar en los círculos católicos. Es, sin duda, un susurro de quienes, exaltando la acción del Papa, cubren el silencio hipócrita que ha habido hasta ahora. Algunos católicos, no solo fieles, sino también eminencias "iluminadas", criticaron duramente al cardenal Viganò cuando alentó a Francesco a resolver los problemas de pedofilia y homosexualidad entre el clero. Había sido Nuncio Apostólico en los Estados Unidos y era perfectamente consciente de los hábitos perversos que se arrastraban entre el clero y de las acusaciones que muchos padres y ex "abusados" lanzaron contra Theodore E. McCarrick, cardenal y arzobispo de Washington. Ahora McCarrik ya no es más cardenal, ni obispo, ni sacerdote: el Papa lo ha reducido al "estado laico".
DEL CIELO A LA TIERRA
HE ESCRITO EL 4 DE FEBRERO 2019:
MI AMIGO Y HERMANO RABÍ, FLAVIO CIUCANI, TEÓLOGO DE NUESTRA ASOCIACIÓN, ME HA MANDADO ESTE ESCRITO SOBRE LOS SECRETOS DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN EN LA SALETTE, EN FRANCIA, QUE PUBLICO CON PLACER.
LA VERDAD, COMO SIEMPRE, SALE A LA LUZ DE DEBAJO DEL ALMUD.
EN FE
G. B.
Sant’Elpidio a Mare (Italia)
4 de Febrero 2019
El arte de afirmar para negar
Por Flavio Ciucani
Después de 173 años de la aparición de La Salette, se sigue depredando las conciencias de los cristianos para que permanezcan ignorantes de la verdad y sean inocuos para quienes les engañan.
El 2 de febrero del 2019, en TV2000 (canal televisivo de la CEI) han dado el programa “Indagine ai confini del sacro” (Investigaciones en la frontera de lo sagrado), donde se ha hablado de los “secretos que la Virgen confió a dos pastorcillos en La Salette. Ya el término investigaci nos había hecho pensar en algo que no se conoce, en una investigación realizada rigurosamente para conocer más a fondo los hechos de La Salette. Nos hemos quedado desconcertados por la superficialidad y por las conclusiones contradictorias.
El primer impacto, para quienes se interesan de este caso desde hace mucho tiempo, ha dado fastidio: el presentador, David Murgia, periodista que ha trabajado casi siempre para el Vaticano, ha afirmado que por primera vez habrían mostrado las cartas que Mélanie Calvat y Maximin Giraud enviaron al papa, ¡que las podríamos tocar y leer! Afirmaciones que sin duda tienen sabor periodístico para dar al programa un tenor más atractivo; pero también tienen el sabor de no querer hacer saber que las cartas ya habían sido descubiertas en el archivo de la Congregación de la Fe y se dieron a conocer públicamente en el 1999 gracias a la investigación para una tesis de graduación de un estudioso francés el abad Michel Corteville, y que fueron publicadas sucesivamente por el monseñor a Antonio Galli en el 2007 con el título "Los secretos de La Salette", por Ediciones Sugarco.
Con esta premisa, ¿qué es lo que nos dice de interesante? Es a este punto que inicia una sutil metodología para evitar tener que dar a conocer el texto del secreto de la Virgen. Se afirma que los dos chicos vivían en un ambiente difícil a nivel afectivo; qué el mensaje es "apocalíptico"; que Massimino habla de un monstruo que habría turbado la paz del mundo y que el papa sería perseguido e incluso harían un comploto para matarle; qué Melania ha escrito cinco versiones diferentes del mensaje y que éste habla del anticristo y de sus obras nefastas sobre la tierra. ¡Todo sin ninguna explicación!
No se ha hablado para nada de la segregación que sufrieron inicialmente los videntes ni mucho menos de las alusiones tortuosas hechas a los chicos para obligarlos a revelar sus secretos. La Virgen les había recomendado que no dijeran lo que les había confiado hasta que ella misma no les hubiera dado la orden. La noche entre el 22 y el 23 de marzo del 1851 Melania, sabiendo que la interrogarían, pasó todo el tiempo llorando. El 23, después de Massimino, la interrogan a ella: la chica se impone; la Virgen les ha dicho que no revelen el secreto. Quedan las actas de aquel interrogatorio. Al final, después de mucha insistencia Melania se decide:
“Hija mía [le dice el inquisidor] no podemos decepcionar a la Santa Virgen, si obedecemos a la Iglesia, a la que tenemos que informar de todas las revelaciones, todas las apariciones, todas las visiones. Fue Jesús Cristo el que estableció que el papa era su vicario en la tierra. La Santa Virgen lo sabe muy bien. Ella no se ofende si se obedece a aquél que es el representante de su hijo en la tierra. Se ofendería si fuera al contrario, si no le obedecen. Entonces, si el papa te pidiera que le digáis vuestro secreto ¿lo haríais?"
DEL CIELO A LA TIERRA
En estos días no se hace otra cosa que hablar de "spread", de "PBI", de la bolsa que demuestra nerviosismo, valores en dificultades: un verdadero bombardeo de cifras, datos, porcentajes y gráficos. En este marasmo en el que todos parece que saben todo, me he sentido no solo ignorante, sino también perplejo y dudoso. Con la cabeza baja como un "burrito", he ido a ver a un amigo mio contador y humildemente le he pedido que me explique.
Todos los años el Istat (el ente nacional que se ocupa de establecer que si tú has comido dos pollos y yo nada, es como si hemos comido un pollo cada uno), mide el volumen de la cartera de nuestro país. Para hacerlo hace falta hacer muchas sumas: cuánto hemos consumido nosotros los ciudadanos, cuánto ha consumido el Estado, si hemos puesto algo de lo nuestro (invertido), para construir, y cuanta mercadería que hemos producido nosotros ha sido vendida a otras naciones.
DEL CIELO A. LA TIERRA
HE ESCRITO EL 27 DE OCTUBRE DE 2018:
MI AMIGO Y RABÍ, FLAVIO CIUCANI, HA ESCRITO SABIAMENTE.
LEED, MEDITAD Y DEDUCID.
EN FE
G.B.
Sant'Elpidio a Mar (Italia)
27 de octubre de 2018
UN EVANGELIO BAJO TUTELA
Di Flavio Ciucani
En los últimos dos siglos ha habido muchos tentativos de ofuscar e incluso neutralizar la figura histórica de Jesús. En consecuencia el ataque comprometía también a los Evangelios: efectivamente se consideraba que estos escritos habían sido elaborados muchos años después de los hechos narrados. Habrían sido escritos cuando ya el proselitismo estaba muy arraigado y necesitaba ser acreditado con pruebas escritas. Mientras algunos estudiosos y críticos contaban el mito de Jesús y las falsas credenciales de los Evangelios, otros profesionales de varios sectores hacían descubrimientos arqueológicos, paleontológicos, recuperaron manuscritos, papiros y otro material que decían otra cosa: Jesús realmente había existido y los textos evangélicos narraban lo que hizo, sus ideas y sus palabras.
Un ejemplo entre muchos, y no es el más importante. Sabemos gracias a la historiografía que ya al final del primer siglo estaban en circulación los cuatro evangelios y se hablaba con un preciso conocimiento de causa sobre el periodo en que fueron escritos y sobre los autores. Ireneo era obispo de Lión y murió mártir; él había sido discípulo de Policarpo (muerto mártir en el 155) y Papia (también él martirizado en el 160), respectivamente obispo de Smirne y de Ierapoli, los cuales a su vez habían sido discípulos de Juan el evangelista.
Ireneo deja numerosos escritos redactados entre el 150 y el 202 (año de su muerte); él afirma que Mateo escribió su Evangelio mientras Pedro y Pablo estaban predicando en Roma, por lo tanto antes del 64, año del incendio de Nerón y el sucesivo martirio de los dos apóstoles; qué Marco acompañaba a Pedro como intérprete y escribió el Evangelio según lo que Pedro predicaba; que Lucas era seguidor y médico de Pablo y su evangelio remarca la predica del Apóstol de los gentiles; que Juan divulga su Evangelio mientras vivía en Efeso (la tradición dice que, ya de viejo, lo dictó a Papia), y murió bajo el imperio de Trajano, que gobernó desde el 98 al 117. Si nos ponemos a comparar las dos fechas que acabamos de indicar, los Evangelios fueron escritos entre alrededor del 60 y del 110, y habían transcurrido entre treinta y ochenta años después de la muerte de Jesús; había pasado demasiado poco tiempo como para crear un mito tan complejo sobre la vida, las obras y las ideas de un hombre.
DEL CIELO A LA TIERRA
CORPUS DOMINI: EL QUE COMA DE ESTE PAN VIVIRÁ ETERNAMENTE
Por Flavio Ciucani
Una niña de Liegi, Giuliana Cornillon, que quedó huérfana, fue adoptada y educada por una monja, posteriormente se ordenó como novicia, a los dieciséis años tuvo una extraña visión: había una luna llena, blanca y brillante, con una mancha negra, como una estela, una cicatriz que arruinaba la belleza lunar. Pero la joven no comprendió el significado de esa escena. Después de unos años, mientras rezaba, cayó en un profundo éxtasis. Se le apareció Jesús y le reveló que esa mancha representaba a los cristianos que habían dejado de considerar la “Comunión” como un momento central de la prédica de Jesús, sino que la toman como un ritual vacío, ya sin valor. La joven monja le escribió a un humilde sacerdote, Jacques Pantaléon, hijo de un zapatero, que tomó en consideración las inquietudes de Sor Giuliana, le dio crédito a su visión y le habló de ello al Obispo de Liegi. Posteriormente en la ciudad de la diócesis de Liegi se instituyó una nueva fiesta para recordarles a todos que Jesús había entregado Su cuerpo y Su sangre por la humanidad: recibió el nombre de Fiesta del Corpus Domini.
En 1261 ese cura, Jacques Pantaléon, fue proclamado Papa, bajo el nombre de Urbano IV. No fue casi nunca a Roma, prefirió establecerse en Viterbo y en Orvieto. En agosto de 1263, mientras se encontraba en Orvieto, le pidió una audiencia urgente un joven sacerdote bohemio, que había viajado a Roma en peregrinaje. Cuando éste se presentó ante el Papa, temblando y llorando, le contó que mientras estaba dando la misa, en Bolsena, una ciudad cerca de Orvieto, cuando llegó el momento de la consagración eucarística la hostia se convirtió en carne y sangre, manchando el altar. Al año siguiente Urbano IV proclamó la festividad del “Corpus Domini” como la fiesta de toda la Iglesia Católica.
Por Flavio Ciucani
Si, como dicen los historiadores, Jesús murió en el año 26, dentro de ocho años habrán transcurrido dos mil años a partir de dicho acontecimiento. En todo este tiempo los hombres se han apresurado a condecorarse con emblemas relativos a la fe cristiana. Hoy hay dos mil millones de personas que afirman ser cristianos. Aún hoy se oyen los slogan, se publican libros, se reparten cuadernillos, periódicos, volantes, se venden souvenirs en los que se proclama que el cristianismo es “la sal y la levadura de la Tierra”, que es el portador del “amor que cambiará al mundo”, y también se lee que “la oración une a los hombres”, que “Jesús ha dibujado una sonrisa en ti”... Son todas frases hermosas y floridas, pero hay algo que no cierra: ¡dos mil millones de personas no logran cambiar al mundo! No digo un hombre, un Presidente, un gerente, un hombre de negocios, no: dos mil millones de personas dicen ser cristianos. Sin embargo los teólogos católicos dicen que Tomás de Aquino había afirmado que “¡El conocimiento siempre es un bien, incluso el conocimiento del mal!” ¿Acaso necesitamos otros veinte siglos para comprender el bien y el mal?
Di Flavio Ciucani
Durante las fiestas navideñas es difícil oír hablar de “falsos profetas”. Hoy se ven jóvenes de asociaciones humanitarias que distribuyen alimentos y abrigo a los sin techo, a los pobres, a los “mínimos” como dijera San Francisco. Hay muchos buenos propósitos, buenos sentimientos y buenas acciones: la palabra bueno es la más utilizada en Navidad. Precisamente porque todo es bueno y suena extraño que no se hable de los falsos profetas.
De hecho serán muy buena la comida de las mesas navideñas (que sin lugar a dudas harán su aporte para llenar los basureros); serán bien aceptados los paquetes y paquetitos llenos de sorpresas y regalos que claramente habrán debilitado las economías familiares y llenado los bolsillos de aquellos que no necesitan regalos. Entre las buenas intenciones y la lágrima por el último conmovedor dibujo animado hemos olvidado, al menos hasta la copita de licor, que hay ochocientos millones de personas que no tienen para vivir; se nos pasó, al menos después de haber arrancado los papeles y cartulinas del último regalo, que cada día la Tierra pierde de 13 a 15 millones de hectáreas de selva. Todo esto es escandaloso, pero es Navidad.