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Localizar plantaciones de marihuana no significa mayores contratiempos para los agentes de la Senad. El problema para ellos se presenta a la hora de atrapar a narcos, en una sugestiva “falta de puntería” que genera todo tipo de dudas.
Este miércoles termina el operativo “Nueva Alianza I” en la zona de Canindeyú, luego de 10 días de intervenciones en busca de cultivos de marihuana que al cabo de 7 días cumplidos el lunes permitieron el descubrimiento de 307 hectáreas, que equivalen a 921 toneladas de la hierba narcótica.
Para lograr este resultado parcial, que en dinero representa unos 27 millones de dólares, activan agentes especiales de la Senad, Fuerzas Armadas, Policía Nacional e incluso la Policía Federal del Brasil.
Los intervinientes se internaron por los bosques que rodean a tres comunidades campesinas, munidos de equipos modernos y asistidos desde el aire por helicópteros de la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, que informaban acerca de plantaciones ocultas en medio de la espesura de los montes.
Según los informes, muchos plantíos estaban a punto de cosecha, lo cual iba a ocurrir con seguridad después de que acabe la humedad ambiente instalada a raíz de las últimas lluvias y una vez que retorne el calor.
Un hecho que no pasó desapercibido es que la fuerza de operaciones no detuvo a ninguna persona vinculada con la actividad ilegal.
Pese al despliegue de hombres, equipos, tecnología y logística, aparentemente, a los antinarcóticos no les interesa atrapar a narcos, o posiblemente, como opina la gente a través de las redes sociales, es mejor negocio para ellos dejarles escapar deliberadamente y quedarse con la producción, a sabiendas de que en poco tiempo volverán a crecer robustos y saludables cultivos en la amplia región.

Se trata de una práctica antigua y sospechosa, que no es tenida en cuenta por la política de Estado de lucha contra los estupefacientes.
La Senad –principal responsable de este estado de cosas- no informa por qué no capturó a ningún narco, más aun teniendo las herramientas, los recursos, el apoyo y el tiempo suficientes para armar un esquema de intervención altamente eficiente, y no un operativo costoso, hecho a medias, que revela dos aspectos: 1) No le interesa atrapar a narcos; 2) Existiría una orden o intereses superiores que le impiden capturar al “talento humano” del tráfico de drogas.
Con este sistema mediocre de trabajo de la Senad, la mafia tiene el camino despejado para seguir produciendo y, con un poco más de “esfuerzo”, sacar a Paraguay de segundón en la lista de países con mayor producción de marihuana en el mundo, para colocarlo en un patético primer lugar.
http://www.lamira.com.py/destacados/increible-falta-de-punteria-para-atrapar-a-narcos/