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EEUU Y CHINA VUELVEN A ENFRENTARSE POR EL CAMBIO CLIMATICO
Ambos países aún ponen trabas para un compromiso de reducir los gases contaminantes.
La cumbre de cambio climático de Cancún inicia su semana decisiva con tantos desacuerdos como había tras la frustrada negociación del año pasado en Copenhague. Estados Unidos y China, los mayores contaminantes del planeta, siguen culpándose uno al otro por el fracaso, mientras los delegados de Washington amenazan con retirarse; India quiere jugar un papel de mediador sin mayor éxito; Brasil anuncia bajas importantes en la deforestación pero sigue en su posición de que no se moverá hasta que las grandes potencias no se comprometan a financiar los costos de la reconversión de sus industrias; detrás de Brasil está el Grupo de los 77 (del que participa Argentina que en las próximas horas va a presentar su posición oficial); las islas gritan que se hunden y desaparecen; los medioambientalistas anuncian tremendas catástrofes; y todo se encamina a una durísima negociación para salvar los papeles cuando el viernes México tenga que salir a dar la cara con alguna conclusión.
Todo esto, mientras el 2010 se encamina a ser e l año más caluroso desde que se iniciaron los registros en 1850 . Ya está entre los tres de mayores temperaturas junto a 1998 y 2005. Las emisiones de los gases contaminantes que producen el efecto invernadero y por lo tanto el calentamiento global, permanecen en un aumento constante. En este momento están un 40% más que en la era preindustrial (alrededor de 1870). Y si bien las 190 naciones representadas en esta cumbre siguen hablando de su compromiso para recortar las emisiones con el objetivo de mantener el calentamiento global para fines de este siglo en menos de dos grados centígrados, la mayoría de los científicos acá ya hablan de que aunque se detuvieran todas las emisiones en este momento, para el 2100 el planeta tendrá un promedio de aumento de las temperaturas de 3,5 grados. Esto elevaría en al menos medio metro el nivel del mar y pondría en riesgo la vida de al menos un cuarto de la población mundial. Para tener un ejemplo más cercano, la Mesopotamia argentina y toda la costa de Buenos Aires hasta Rosario permanecería bajo el agua . Acá mismo, en este Cancún están desapareciendo las playas.
Por debajo hay panoramas mucho más alentadores. Por ejemplo el de GLOBE, la organización de parlamentarios de todo el mundo que dicen que si no avanzan ellos en adoptar legislaciones, los líderes de sus países tendrán mayores dificultades para encontrar acuerdos. Están reunidos en la Ciudad de México y el martes le entregan al presidente Felipe Calderón un documento que elaboraron junto a la prestigiosa London School of Economics en el que hicieron un diagnóstico de las leyes de protección del medio ambiente en los principales países. “No hay que trabajar con los partidos verdes, ellos ya tienen conciencia de lo que está pasando. Tenemos que convencer a los diputados y senadores de esos estados o provincias mineras o con industrias contaminantes. Ellos deben entender que hay que proteger a la gente que los votó regulando a los que contaminan”, explica Adam Matthews, el secretario general de GLOBE, mientras decenas de legisladores de todo el mundo sesionan en el congreso mexicano.
Pero en el recinto de convenciones donde se realiza la cumbre, 1.600 kilómetros al sur, en el estado de Mérida, hay un clima de “cauto optimismo”.
Ya nadie espera un acuerdo global . Aunque muchos aseguran que se podría avanzar en temas de ayuda financiera para los países más pobres, deforestación y transferencia de tecnología. Pero ya hubo al menos dos delegaciones que “patearon el tablero”. Primero fue Japón, que dijo que no firmaría una continuación del acuerdo de Kioto, que obliga a los países desarrollados a dar a conocer sus emisiones de contaminantes, porque dice que nadie lo cumple. Pero Kioto es hasta ahora lo mejor que se consiguió. Y Estados Unidos salió con una posición de que no se va a comprometer a nada si no se aprueba un plan global y concreto en el que todos hagan los recortes necesarios. Esto implica que no podría haber avances parciales de ningún tipo. Y China se movió muy poco. Se sigue negando a la vigilancia internacional de sus emisiones (con algunos matices) y dice que no va a hacer recortes que afecten el enorme crecimiento económico que está teniendo.
“¿Cómo vamos a matar la cumbre antes de que sepamos las conclusiones? Cancún está más vivo que nunca”, lanzó la costarricense Christiana Figueres, la secretaria general de este evento.
Habrá que darle crédito hasta el viernes y esperar que el juego político diplomático que destapó WikiLeaks, aquí tenga una versión más digna.
http://www.clarin.com/mundo/EEUU-China-vuelven-enfrentarse-climatico_0_385161520.html