Las fuertes lluvias de los últimos tres días en la región montañosa al norte de Río de Janeiro ya provocaron al menos 508 muertos , según el último balance provisional, en una de las peores catástrofes ocurridas en Brasil . Y se teme que las víctimas sean más. Hay centenares de desaparecidos y barrios enteros sepultados por los aludes.
Los sobrevivientes dijeron que hubo numerosas viviendas arrastradas por muros de barro y agua en la Región Serrana, conocida como la “Suiza Brasileña”. Relataron el esfuerzo frenético que tuvieron que hacer, excavando con sus manos, para extraer familiares o amigos atrapados en las casas .
Los deslizamientos de tierras en las principales ciudades de la cadena montañosa, ubicada a pocos kilómetros de Río, no hicieron distinción entre viviendas de pobres y ricos construidas sobre empinadas laderas de una región con numerosos atractivos turísticos, como ríos, cascadas y una vegetación típica del amenazado Bosque Atlántico brasileño.
Por su difícil geografía y la falta de planicies, muchas viviendas de las ciudades de Nueva Friburgo, Teresópolis y Petrópolis fueron construidas en áreas consideradas de riesgo , pese a las advertencias de las autoridades, y son las que más sufrieron las lluvias.
“La vivienda en áreas de riesgo en Brasil es la regla, no la excepción”, denunció la presidenta Dilma Rousseff, tras visitar la región devastada. La presidenta bajó al lodazal en que quedó convertido el centro de Nova Friburgo. “ La población puede esperar acciones firmes ”, garantizó la mandataria, para quien la catástrofe representa la primera “prueba’’ tras su investidura. “Debemos rescatar ahora y después reconstruir”, aclaró.
“No habrá solución para las personas que viven en zonas de riesgo mientras no se les garantice una vivienda. Hubo durante décadas un abandono de la población de bajos recursos en materia habitacional”, dijo Rousseff.
La flamante presidenta sobrevoló y caminó por las regiones afectadas, y prometió la ayuda del gobierno federal para el estado de Rio de Janeiro.
En el barrio Caleme, en Teresópolis, Geisa Carvalho contó su odisea. “Parecíamos zombis cubiertos de barro, cavando y cavando en la oscuridad”, relató la mujer, quien junto a su madre Vania Ramos se salvaron de milagro al salir corriendo de su casa a las 3 de la mañana, segundos antes de que las alcanzara un alud . Las despertó un rugido cuando toneladas de tierra se deslizaron sobre su vecindario. Casi todas las casas fueron arrastradas hasta un barranco.
Centenares de personas están desaparecidas, y los sobrevivientes están agolpados frente a los hospitales de campaña montados por el Ejército para verificar si sus familiares están muertos o vivos.
Cinco mil personas están evacuadas en Teresópolis. Allí, según la radio CBN , del grupo Globo, denunció la existencia de saqueos y disputas por comida, dado que gran parte del comercio ha dejado de funcionar, así como la distribución de alimentos.
En Nova Friburgo, la TV Record mostró cómo los evacuados o los que perdieron sus viviendas y a sus familias deambulan por los basurales de la ciudad buscando comida.“Vine a buscar cosas para mi familia. No me da vergüenza”, dijo el albañil Jodiele da Silva, que disputó a las trompadas latas de leche en polvo abandonadas.
13/01/11
http://www.clarin.com/mundo/muertos-inundaciones-aludes-Rio_0_408559170.html