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zanotelli_01«NI SIQUIERA UN EURO PARA QUIEN MUERE DE HAMBRE, ES UNA POLITICA DE NEGOCIOS»
El misionero comboniano explica la cancelación de la deuda de Antigua « ¿Y los países pobres? Italia no ha aportado nada para el Global Fund, y la gente se muere».
Una vergüenza pero no una sorpresa. Porque la cancelación de la deuda del “paraíso fiscal” de Antigua es la enésima prueba de cuál es la connotación de la política exterior italiana: una política de especulaciones. Quien lo denuncia es el Padre Alex Zanotelli, entre las figuras más representativas del pacifismo italiano. «Si había un país al cual la deuda tenía que habérsele cancelado inmediatamente – remarca el Padre Zanotelli – ese país era Haití. En cambio hemos esperado hasta el terremoto para hacerlo». Lo de Zanotelli es una lúcida, apasionada acusación: «Italia - dice al periódico “L’Unità” - ha desatendido los compromisos que había asumido en el ámbito del Global Fund. No hemos dado nada, nada... Ésto significa que hemos condenado a muerte a millones de personas. Si pensamos sólo en el Sida: sólo en África hay 38 millones de enfermos terminales. No hemos hecho nada por ellos. En cambio por Antigua...». Por lo tanto de frente a este ejemplo de derechos, de dignidad, de vida, vale lo que Alex Zanotelli afirma en su «Libro a la vida» (EMI): «Desde las favelas del Brasil a los barrios de chabolas de Nairobi es el grito de los pobres que nos empuja a hablar. Es su sed de vida que nos impulsa a denunciar a este sistema de muerte... Es fundamental la recuperación de la rabia, de la indignación, por el absurdo en el que vivimos...». La deuda cancelada al paraíso fiscal tan amado por el “Cavaliere” (Berlusconi ndr.) es parte de este «absurdo».
Italia, camiseta negra por los incumplimientos en el campo internacional, en el 2004 canceló casi la totalidad de la deuda externa del «paraíso fiscal» de Antigua...
«Ésta es una terrible historia, una vergüenza... Pero es la historia completa de la deuda lo que es gravísimo. En el año 2000 sl Parlamento decidió por unanimidad la remisión de la deuda externa a los países pobres. Después de 10 años de aquel propósito, no se ha hecho concreto ni siquiera el 50%. Otra que Antigua: la deuda externa tenía que ser descontada sobre todo a los países sobre los cuales pesaba mayormente. A aquellos que por pagar la deuda externa no realizaban escuelas, hospitales, infraestructuras, servicios sociales... Si había un país al cual la deuda tenía que habérsele cancelado inmediatamente ese país era Haití. En cambio hemos esperado hasta el terremoto para hacerlo».
¿Qué tiene de paradigmático el asunto de la deuda que el entonces gobierno de Berlusconi III decidió cancelar casi por un 90%?
«Esta terrible historia revela cuáles son las prioridades de la política exterior italiana. Nosotros no tenemos más fondos para la cooperación, Italia ha dado la prioridad a los países empobrecidos, no a la cooperación sino al negocio. Lo imperativo es hacer negocios. Es una política exterior de especulaciones... A propósito de elecciones vergonzosas: la de Antigua no es la única...»
¿Cuál sería la otra vergüenza que habría que remarcar?
«Pienso en el apoyo que Italia le está dando al régimen eritreo, un régimen ferozmente dictatorial. A pesar de las denuncias de todas las asociaciones humanitarias más importantes, Italia sigue haciendo negocios con un país como Eritrea. En política exterior vamos de mal en peor. No por casualidad se llama Ministerio de “Asuntos” Exteriores...»
¿Qué más denunciar?
«La lista sería larguísima. Pero hay algo que hay que gritar fuerte, sobre lo cual se tendría que ejercer el derecho-deber a la indignación: Italia ha desatendido los compromisos que había asumido en el ámbito del Global Fund. No hemos dado nada, nada... Ésto significa que hemos condenado a muerte a millones de personas. Si pensamos sólo en el Sida: sólo en África hay 38 millones de enfermos terminales. No hemos hecho nada por ellos. En cambio por Antigua...».
Por Alex Zanotelli – 24 de octubre de 2010
Extracto del periódico l'Unita' 24 de octubre de 2010