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obama_02LA AMBIVALENCIA DE OBAMA
Por Pino Cabras -11 de Junio de 2011 - Megachip
Está bien que la justicia y la coherencia no son cosas de este
mundo,mucho menos en política. Pero los dos países y las dos medidas que utiliza Obama en las crisis internacionales son tan desequilibradas que revelan una ambivalencia que lo descalifica cada vez más. Por ejemplo en Siria y Bahrain. Hacia la Siria de Assad, un día sí y al otro también el Presidente de los Estados Unidos llega a pedir sanciones en nombre de los derechos humanos violados, con el mismo esquema – y las mismas falsedades – que llevaron a la guerra de Libia. Hacia el Bahrain de Al-Khalifa, que aplastó a las oposiciones con la ayuda del ejército saudita y con masacres y torturas, en cambio, Obama desplegó las alfombras rojas.
Pero no delante de todos. De hecho el Príncipe del Bahrain Salman al-Khalifa fue recibido por Obama el pasado 7 de junio en la Casa Blanca, sin conferencia de prensa, ni fotos comprometedoras de recuerdo, dejadas a Hillary Clinton, pero sí con una declaración de encomio por la voluntad del reinante de perseguir el diálogo interno, sin mencionar las violencias. Realmente un hermoso diálogo, con las cortes marciales en plena vigencia, las desapariciones de opositores al estilo argentino, y la Quinta flota estadounidense plácidamente albergada en la isla-Estado árabe. El día que las tropas sauditas prestaron su ayuda fraternal a la satrapía que se encontraba en problemas, el secretario de la Defensa de los EEUU estaba allí coordinando las operaciones.

Rosy Bindi, probablemente ensimismada en sus fervores por la “guerra humanitaria” en Libia, no se dio cuenta, quién sabe donde estaba. En cambio quien se dio cuenta fue el maduro serial killer (asesino serial) de democracias que responde al nombre Henry Kissinger. El ex secretario de Estado, mientras hablaba a una selecta platea de berlineses, declaró, claramente, que un cambio democrático en Bahrein no le vendría bien a los intereses americanos. Incluso se permitió decir que las revueltas en Bahrain y en los demás países árabes del Golfo Pérsico implicaban un problema “estratégico y al mismo tiempo moral” para los Estados Unidos. Este ángel de la muerte siempre brillante, siempre bueno para identificar racionalmente los dilemas. ¿Apostad qué es lo que elegirá, el inventor del “Plan Condor”, el planificador de las decenas de miles de desaparecidos? ¿Cómo? ¿No apostáis un centavo a una elección “moral”? Felicitaciones también a vosotros. Habéis aprendido la lección de la Historia. A quienes no hay que felicitar es a los periodistas que han ocultado también estas declaraciones, y que siguen repitiendo el mantra de las guerras humanitarias. A esta altura ya están entrenados. Se olvidan de Arabia Saudita y de Bahrein y pasan con total desenvoltura desde Libia a Siria, en secuencia.

La justicia y la coherencia no son cosas de este mundo, y así está bien. Pero por favor ahorradnos las alabanzas a Obama, este sepulcro blanqueado que se hace portavoz de los derechos humanitarios.