Triplicadas por los bancos italianos las retribuciones por las intermediaciones sobre las ventas de armas al exterior. Hemos leído en exclusiva la relación. Y he aquí los datos:
Banca nazionale del Lavoro, Intesa-San Paolo y Unicredit: son los principales bancos italianos involucrados en el comercio de armas. Nada de ilegal –intervienen en operaciones regularmente autorizadas- pero se trata evidentemente de actividades que no deben ser demasiado publicitadas, tanto que han sido las mismas instituciones de crédito las que han pedido al gobierno de no hacer pública la Relación del Ministerio de Economía y de Hacienda sobre la exportación, importación y el tránsito de materiales de armamento, que en cambio La Voz ha podido leer.
Y los “bancos armados”, sobre el eco del gran aumento de la exportación de armas “made in Italy” y explotando la gran ola del aumento de los gastos militares sostenidos por el gobierno de Centro Izquierda de Prodi (el 22% más en dos años), han hecho grandes negocios, triplicando las “compensaciones por intermediación” que han cobrado de los fabricantes de armas.
En el transcurso del 2008, de hecho, han sido autorizadas 1.612 "transacciones bancarias" por cuenta de las industrias armamentistas, por un valor total de 4.285 millones de euros (en el 2007 habían sido la mitad, 882, por 1.329 millones). A éstas se les suman luego 1.266 millones por "programas intergubernamentales" de rearme (es decir los grandes sistemas de armas construidos en colaboración con otros países, como por ejemplo el cazabombarderos Joint Strike Fighter - Jsf – para el cual Italia gastará al menos 14 mil millones en los próximos 15 años), casi el doble que en el 2007, cuando la cifra se frenó en los 738 millones. Un volumen total de “movimientos” de más de 5.500 millones de euros, por los cuales los bancos han obtenido compensaciones por intermediación de alrededor del 3-5%, en base al valor y al tipo de pedido.
El rey de los “bancos armados” es la Banca Nazionale del Lavoro (del grupo francés Bnp Paribas) con 1.461 millones de euros. En el segundo puesto está Intesa-San Paolo de Corrado Passera, ya brazo derecho de Carlo De Benedetti y ex gerente de Correos de Italia, con 851 millones (a los que habría que sumar además los 87 millones de la Caja de Ahorros de La Spezia, parte del grupo), por la mayor parte relativos a los “programas intergubernamentales”. El cazabombardero Eurofighter, los barcos de guerra Fremm y Orizzonte, los helicópteros de combate Nh90 y varios sistemas misilísticos.
Sin embargo hace dos años el grupo había declarado que precísamente para “dar una respuesta significativa a un pedido expreso por parte de amplios y diversificados sectores de la opinión pública que hacen referencia a instancias éticas” es decir la campaña de presión a los bancos armados, habría suspendido “la participación en operaciones financieras que tienen que ver con el comercio y la producción de armas y de sistemas armados incluso permitidos por la ley”.
“Se trata de transacciones relativas a operaciones firmadas y encaminadas antes de la puesta en vigor de nuestro código de comportamiento y que durarán todavía a largo plazo” es la explicación dada por Valter Serrentino, responsable de l'Unità Corporate Social, Responsibility deIntesa-San Pablo. También Unicredit en los años anteriores anunció en repetidas oportunidades que quería renunciar a apoyar la industria armamentista, sin embargo en el 2008 salió como el tercer “banco armado” italiano, con 606 millones de euros. Ninguna declaración de desempeño, en cambio por parte del Banco Antoveneta, que el año pasado ha movido 217 millones.
Mientras que es más bien ambigua la situación del Banco de Brescia: en el 2008 ha administrado por cuenta de la industria armamentista 208 millones de euros, aunque el grupo del cual forma parte desde el 1 de Abril del 2007, Ubi (Unione Banche Italiane), en su código de comportamiento haya establecido que “cada banco del grupo tendrá que abstenerse de mantener relaciones con respecto a la exportación de armas, con sujetos que sean residentes en países que no pertenezcan a la Unión Europea o a la OTAN” y que “estén directa o indirectamente involucrados en la producción y/o comercialización de armas de destrucción masiva y de otros armamentos como bombas, minas, cohetes, misiles y torpedos”.
“La política del grupo no prohíbe las operaciones de comercio internacional – explica Damiano Carrara- , responsable de Corporate Social Responsibility de Ubi – sino que las disciplina, previendo que el cliente del banco, es decir la industria armamentista, no se encuentre “en países que no pertenezcan a la UE o a la OTAN y esta prohibición es respetada plenamente”.
Pero quedan dudas. “Desde que el año pasado, ha desaparecido de la Relación la larga y detallada lista de las operaciones individuales efectuadas por los institutos de crédito-explica Giorgio Beretta, analista de la Red italiana Desarme – es imposible juzgar el accionar de los bancos individuales. Sin la lista de hecho, sus códigos de comportamiento no pueden ser comprobados de forma oficial, que solo la relación del gobierno puede proveer”.
De Luca Kocci
Estracto de “La Voce delle Voci” (La Voz de las Voces), n.6 junio 2009
www.lavocedellevoci.it
FUENTE: Desinformación
(09 Julio 2009)
Y los “bancos armados”, sobre el eco del gran aumento de la exportación de armas “made in Italy” y explotando la gran ola del aumento de los gastos militares sostenidos por el gobierno de Centro Izquierda de Prodi (el 22% más en dos años), han hecho grandes negocios, triplicando las “compensaciones por intermediación” que han cobrado de los fabricantes de armas.
En el transcurso del 2008, de hecho, han sido autorizadas 1.612 "transacciones bancarias" por cuenta de las industrias armamentistas, por un valor total de 4.285 millones de euros (en el 2007 habían sido la mitad, 882, por 1.329 millones). A éstas se les suman luego 1.266 millones por "programas intergubernamentales" de rearme (es decir los grandes sistemas de armas construidos en colaboración con otros países, como por ejemplo el cazabombarderos Joint Strike Fighter - Jsf – para el cual Italia gastará al menos 14 mil millones en los próximos 15 años), casi el doble que en el 2007, cuando la cifra se frenó en los 738 millones. Un volumen total de “movimientos” de más de 5.500 millones de euros, por los cuales los bancos han obtenido compensaciones por intermediación de alrededor del 3-5%, en base al valor y al tipo de pedido.
El rey de los “bancos armados” es la Banca Nazionale del Lavoro (del grupo francés Bnp Paribas) con 1.461 millones de euros. En el segundo puesto está Intesa-San Paolo de Corrado Passera, ya brazo derecho de Carlo De Benedetti y ex gerente de Correos de Italia, con 851 millones (a los que habría que sumar además los 87 millones de la Caja de Ahorros de La Spezia, parte del grupo), por la mayor parte relativos a los “programas intergubernamentales”. El cazabombardero Eurofighter, los barcos de guerra Fremm y Orizzonte, los helicópteros de combate Nh90 y varios sistemas misilísticos.
Sin embargo hace dos años el grupo había declarado que precísamente para “dar una respuesta significativa a un pedido expreso por parte de amplios y diversificados sectores de la opinión pública que hacen referencia a instancias éticas” es decir la campaña de presión a los bancos armados, habría suspendido “la participación en operaciones financieras que tienen que ver con el comercio y la producción de armas y de sistemas armados incluso permitidos por la ley”.
“Se trata de transacciones relativas a operaciones firmadas y encaminadas antes de la puesta en vigor de nuestro código de comportamiento y que durarán todavía a largo plazo” es la explicación dada por Valter Serrentino, responsable de l'Unità Corporate Social, Responsibility deIntesa-San Pablo. También Unicredit en los años anteriores anunció en repetidas oportunidades que quería renunciar a apoyar la industria armamentista, sin embargo en el 2008 salió como el tercer “banco armado” italiano, con 606 millones de euros. Ninguna declaración de desempeño, en cambio por parte del Banco Antoveneta, que el año pasado ha movido 217 millones.
Mientras que es más bien ambigua la situación del Banco de Brescia: en el 2008 ha administrado por cuenta de la industria armamentista 208 millones de euros, aunque el grupo del cual forma parte desde el 1 de Abril del 2007, Ubi (Unione Banche Italiane), en su código de comportamiento haya establecido que “cada banco del grupo tendrá que abstenerse de mantener relaciones con respecto a la exportación de armas, con sujetos que sean residentes en países que no pertenezcan a la Unión Europea o a la OTAN” y que “estén directa o indirectamente involucrados en la producción y/o comercialización de armas de destrucción masiva y de otros armamentos como bombas, minas, cohetes, misiles y torpedos”.
“La política del grupo no prohíbe las operaciones de comercio internacional – explica Damiano Carrara- , responsable de Corporate Social Responsibility de Ubi – sino que las disciplina, previendo que el cliente del banco, es decir la industria armamentista, no se encuentre “en países que no pertenezcan a la UE o a la OTAN y esta prohibición es respetada plenamente”.
Pero quedan dudas. “Desde que el año pasado, ha desaparecido de la Relación la larga y detallada lista de las operaciones individuales efectuadas por los institutos de crédito-explica Giorgio Beretta, analista de la Red italiana Desarme – es imposible juzgar el accionar de los bancos individuales. Sin la lista de hecho, sus códigos de comportamiento no pueden ser comprobados de forma oficial, que solo la relación del gobierno puede proveer”.
De Luca Kocci
Estracto de “La Voce delle Voci” (La Voz de las Voces), n.6 junio 2009
www.lavocedellevoci.it
FUENTE: Desinformación
(09 Julio 2009)