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trasladan106 de Febrero de 2015 19:00
 
Por Perla Silguero
Con un nuevo informe presentado por la Policía Nacional y el Ministerio Público, quedó demostrada una vez más la impunidad con la que operaba el “clan”Acosta en el departamento de Canindeyú.
•      En una conferencia de prensa dada el jueves 4 de febrero pasado, los investigadores del asesinato del periodista Pablo Medina y a su acompañante Antonia Almada, confirmaron que las armas usadas para perpetrar el doble asesinato ocurrido el 16 de octubre del 2014, también fueron utilizadas para realizar otros crímenes a solicitud del “clan” Acosta, encabezado por Vilmar “Neneco” Acosta Marquez, exintendente de Ypejhú.
Con esto quedó plenamente demostrada la impunidad con la que operaba Vilmar Acosta, exintendente de Ypejhú, Wilson Acosta, y Flavio Acosta Riveros en el departamento de Canindeyú. Inclusive lo siguen haciendo, ya que se burlaron - incluso al parecer recibieron ayuda de la justicia - y lograron escaparse. Con tres asesinatos previos al del comunicador, los Acosta seguían libres con la complicidad de la Fiscalía, Policía, jueces, políticos y ministros, ya que en ninguno de los casos se logró procesarlos y someterlos a la justicia.
Gilberto Fleitas, jefe de Investigación de Delitos, indicó que “las armas usadas están correlacionadas con cuatro causas penales de homicidio doloso transcurridos durante el año 2014 en Ypejhú y Villa Ygatimí, incluyendo el asesinato del periodista Pablo Medina Velázquez y Antonia Maribel Almada”,
En el lugar donde fueron asesinados Medina y Antonia Almada, en Villa Ygatymí, Canindeyú, se halló una vainilla percutida calibre 12 que tiene las mismas características que otra hallada en la escena en que se encontró muerto al exintendente de Ypejhú, Julián Nuñez Benítez, el 1 de agosto de 2014. En ese lugar había cuatro vainillas servidas, con las mismas características que las encontradas en el crimen de Marcilicio de Souza, efectivo de la Policía brasileña. Esto fue corroborado gracias a un informe de las fuerzas de seguridad de ese país, indicó Fleitas.
El jefe policial informó también que levantaron en el sitio del asesinato de Medina y Almada evidencias de vainillas de calibre 9 milímetros, que fueron utilizadas tanto en el mencionado ataque como en el homicidio del capataz Teodoro González Domínguez.“Los resultados del trabajo técnico-balístico efectuado por el sistema IBIS involucran en estos asesinatos a los hermanos y parientes de la familia Acosta, de la localidad de Ypejhú”, sostuvo Fleitas.
Sin Pablo
Pablo Medina, periodista del diario ABC Color, siempre denunció a través de sus publicaciones la facilidad y la ayuda que recibían Neneco y sus cómplices para operar con suma facilidad en la zona. Sin embargo, tuvo que ser asesinado cobardemente para que salieran a la luz la cantidad de hechos que venían perpetrando este grupo en el departamento de Canindeyú y para que la Policía y Fiscalía investiguen los antecedentes de este grupo que tanto daño hizo en la localidad de Yphejú y sus alrededores.
Ahora, Vilmar, Wilson y Flavio una vez más con total impunidad y con cooperación de la justicia lograron escaparse y se encuentran prófugos de la justicia.
 
http://www.abc.com.py/especiales/fin-de-semana/la-impunidad-del-clan-acosta-1333721.html