Vilmar “Neneco” Acosta, exintendente de Ypejhú, sindicado como autor moral del asesinato de Pablo Medina. / ABC Color
13 de Octubre de 2016
ESTABA INVESTIGANDO CONSTRUCCIÓN DE UNA PISTA CLANDESTINA DE NARCOS
Pablo Medina estaba investigando la construcción de una pista clandestina para tráfico de drogas, ubicada entre Villa Ygatimí y Ypejhú, cuando fue asesinado en la siesta del 16 de octubre de 2014. A su informante lo asesinaron doce días antes. “Llegó muy lejos” y lo “sentenciaron”.
El 4 de octubre de 2014 el mismo Pablo Medina informaba como corresponsal de nuestro diario que aproximadamente a las 20:00 del día anterior “pistoleros mataron a un jornalero en Villa Ygatimí”. El material periodístico agregaba: “Dos sicarios eliminaron a balazos a un jornalero durante un ataque perpetrado ayer de noche en el barrio Sagrada Familia, distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú”.
La víctima fue identificada como Víctor Franco Benítez (31), quien acusó diez disparos en el cuerpo y fue a caer al costado de un cerco, donde falleció en forma instantánea. Fue interceptado por ambos pistoleros, mientras caminaba por un camino vecinal de la comunidad.
“La Policía no maneja los motivos del alevoso crimen por encargo”, concluía el material periodístico.
Franco Benítez era informante de Pablo Medina. Fue quien le brindó datos acerca de la construcción de una pista clandestina por poderosos narcotraficantes entre Villa Ygatimí y Ypejhú.
Medina, en su afán de investigador, profundizó la información sobre la construcción de la pista, similar a otra descubierta en zona de La Paloma del Espíritu Santo en el año 2012, donde fueron decomisadas varias avionetas y detenidas 20 personas, entre ellas el poderoso narcotraficante Ezequiel de Souza, quien se encargaba de trasportar cocaína.
Una vez más salta el “Clan Villalba” –liderado por la diputada Cristina Villalba y Carlos “Cabrito” Villalba, exintendente de La Paloma del Espíritu Santo– como los “padrinos” de De Souza.
Pablo “llegó muy lejos”, lo que le molestó a los narcos y sus “padrinos”, que se reunieron para “sentenciarlo”. El “Clan Acosta” asumió la responsabilidad de ejecutar el plan, según datos recabados por investigadores.
El asesinato de Medina se produjo el jueves 16 de octubre de 2014, a las 14:32, en un camino rural de la colonia Itanarãmí, a 10 km del centro urbano de Villa Ygatimí. Junto a él fue ultimada su acompañante, la joven de 19 años Antonia Almada.
El exintendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta (ANR), es sindicado como autor moral del crimen, mientras su hermano Wilson Acosta y su sobrino Favio Acosta como los ejecutores.
No fue investigado
Los importantes datos que surgieron meses después del asesinato de Pablo Medina al parecer no interesaron a los investigadores, ni a la Policía Nacional, al Ministerio Público o la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). El propietario de la pista de aterrizaje de aeronaves clandestina en la zona entre Villa Ygatimí y Ypejhú buscaba instalarse junto con sus socios en esa “zona liberada” para trabajar sin ser molestados, según nuestras fuentes.
La pista se encuentra en un lugar estratégico, a poco más de 90 kilómetros de la colonia Kamba Rembe (Gral. Resquín), cuya mayoritaria población en este entonces dedicaba impunemente al cultivo de marihuana como “rubro de renta”.
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/al-informante-de-pablo-lo-mataron-doce-dias-antes-1527534.html
