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Carta abierta a la dirección del programa “La Strada dei Miracoli”
Por Juan Alberto Rambaldo
¿Proceso Televisivo a Giorgio Bongiovanni?

   Soy amigo de Giorgio Bongiovanni, a quien conozco desde hace 25 años, y por esa razón me interesé en escuchar el programa “La Strada dei Miracoli” al que había sido invitado por su condición de estigmatizado.
    Realmente quedé malamente sorprendido porque esperaba una respetuosa entrevista televisiva, aún cuando pudiera ponerse en duda el carácter y el origen de la estigmatización, pero me encontré con que se estaba utilizando el programa para realizar una suerte de parodia de proceso al mejor estilo inquisitorial, con el objeto de descalificar a la persona de Giorgio Bongiovanni que -más allá de su calidad de estigmatizado- es un valiente periodista director de la revista “Antimafia Duemila” que ganó el premio Paolo Borselino por su actitud frente a la mafia.
    Como respeto la libertad del hombre, acepto al escéptico y al que disiente, pero jamás conjugaré con la mentira.
    Puedo afirmar que el Rvrdo. D. Davide Banzato, quien ofició como una especie de “testigo de cargo”, mintió cuando aseguró que Giorgio Bongiovanni se adjudicaba ser la “encarnación de Cristo”, por cuanto personalmente lo acompañé a infinidad de conferencias y de entrevistas radiales y televisivas y jamás aseveró semejante cosa, sino que -por el contrario- siempre se adjudicó el carácter de “siervo del Señor”.
    De igual manera, la exposición del sacerdote es pasible de una profunda crítica epistemológica por cuanto sus afirmaciones se basaron en “fórmulas dogmáticas” sin respaldo científico y pretendiendo sostenerse en un anfibológico respaldo institucional. Por ejemplo, cuando negó enfáticamente la posibilidad de vida extraterrestre, ocultando que desde hace bastante tiempo las propias autoridades vaticanas reconocieron como absolutamente viable la existencia de vida extraterrestre. Baste para ello remitirme a las declaraciones de Mons. Balducci y del Padre Funes, Director del Observatorio Vaticano. ¿O es que para D. Banzato no es confiable la opinión de un jesuita argentino?.
    En esa misma categoría de paralogismo cae la exposición del químico   Luigi Garlaschelli.
    Así todo.
    Sin embargo la conducción del programa permitió que -al mejor estilo de Goebbels- semejantes falsedades quedasen “flotando en el aire”.
    Como abogado y juez, no puedo menos que lamentarme de haber visto como la Sra. Safiria Leccese (autoasignada como “directora del proceso”) llegó a insinuar veladamente que estaban ante un “falso profeta” y permitió que se interrumpieran las exposiciones de Bongiovanni, posibilitando a quienes lo acusaban que, mediante sus sucesivas interrupciones, le impidieran expresarse.
    Pero lo peor es el ocultamiento. La producción del programa contaba con todo el material investigativo respecto de los aspectos físico, hematológico y psicológico, que se le realizaron a Bongiovanni en la Universidad de México, con todo el respaldo académico que eso importa. Sin embargo no se hizo alusión alguna a esta investigación, aunque se le dio amplio espacio al “circo mediático” de Luigi Garlaschelli.
    Quienes quemaron a Giordano Bruno y cegaron a Galileo Galilei estarán felices de ver cómo actúan sus herederos ideológicos.
    No parece una casualidad que este intento de descalificación de la experiencia mística de Giorgio Bongiovanni ocurra en estos momentos en los que decidió cargar sobre sus espaldas la enorme tarea de anunciar al mundo la segunda venida del Cristo, con la expresa referencia a que éste es el tiempo de Su retorno con total Potencia y Gloria.
    Estamos viviendo el Armaghedon y -tal como lo anuncia Bongiovanni- prontamente seremos testigos de la “justicia de Dios”; pero es mucho más fácil transmitir a los televidentes los cantos de sirena de los denominados “videntes de Medjugorie”.
    Sólo me queda por decirles que “por sus obras los conoceréis” (Mateo 7-16; Lucas 6-45).
    El que tenga ojos para ver que  vea y quien tenga oídos para oir que oiga.
Dr. Juan Alberto Rambaldo
D.N.I. N° 06.257.441