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INTENTEMOS ESTAR A LA ALTURA DE LO QUE EL CIELO NOS PIDE

Empieza a llover fragorosamente de improviso, los telones que poco antes nos protegían del sol, se llenan de agua en un momento.  El ruido de la intensa lluvia y el retumbar de los truenos cubren  la voz de Giorgio que está contestando a las preguntas de los hermanos y que transforma como siempre el diálogo en una profunda lección espiritual. Estamos en el arca Alea, rodeados por los queridísimos hermanos de Pordenone. El fuerte olor de la tierra impregna nuestros sentidos y nos lleva al vientre de nuestra Madre... los niños corren felices bajo el agua para después buscar un lugar para repararse.
La potente vibración de los elementos de la tierra capta nuestra atención. Nos ponemos  encantados en sintonía con las fuerzas de la naturaleza... escuchamos la presencia de nuestro Padre Creador... una inmensidad que nos domina... que nos rodea... impregnando todo... dentro y fuera de nosotros... no hay división... separación... solo unión... unión de los elementos... vibración dinámica de un único gran cuerpo macro-cósmico que vive, respira, se expresa, ama. Nos quedamos encantados escuchando la melodía del imponderable. El testigo de la Verdad, amigo de los cuatro Jinetes del apocalipsis dirige su mirada intensa hacia las fuerzas de la naturaleza que manifiestan su potencia, comunicándose con ellas. El viento se levanta, la fuerza aumenta. Giorgio va hacia el interior de la casa para hablar en privado con algunos hermanos. La tormenta se calma.
Nuestro querido Massimo Bonella aprovecha para entrevistar a Soledad para un reportaje sobre Funima y poco después Giorgio vuelve donde nosotros. “Debéis de ser un punto de referencia y un rayo de luz para los que buscan la Verdad, una presencia sólida en la lucha civil para la defensa de los derechos humanos, para el mensaje universal que nos considera a todos iguales, unidos por el valor de la fraternidad cósmica. En la Nueva Era se creará una gran comunidad de la que formarán parte todos aquellos que habrán trabajado a favor de la vida. Las arcas son escuelas que nos preparan para esto. La batalla de Armagedón en el cielo ya se ha concluido, ahora esta en fase de pleno desarrollo aquí en la tierra. Significa que en el mundo espiritual las almas ya han decidido de que parte estar: con el bien o con el mal. Los rebeldes están todos en la tierra para tentar a los hombres. El purgatorio en este momento ya no existe...” Las preguntas varían y reflejan el deseo de saber, mientras las respuestas como siempre sacian esa sed de saber que está viva en nosotros.
“Los extraterrestres se nutren de alimentos pre-digeridos como la miel. Con Ellos viven animales especiales que tienen también esta función. Su vida dura 1200 años gracias a la pureza espiritual que han adquirido y también a la física. También en la cuarta dimensión los Seres hacen pareja, pero su unión es más con la luz que con el cuerpo.
Sin embargo, en la quinta dimensión los Seres pierden completamente la materia, se sirven de ella solo si lo necesitan por una misión dado que tienen completo control. Estos Seres manipulan la materia así como nosotros manipulamos la arcilla, por lo tanto pueden manifestarse también de forma física si lo desean. Son Seres astrales. Jesús es uno de ellos, es su jefe y ha nacido con la luz. Después de la quinta dimensión ya no es necesaria la unión de dos Seres porque se adquiere la androgeneidad.
Son discursos en los que el espíritu se libera perdiéndose en mundos lejanos, que nos hacen sentir un profundo sentimiento de nostalgia. Nostalgia de los orígenes que volvemos a sentir en la trascendencia del momento sagrado de la Comunión que recibimos nada más llegar al arca... el Pan y el Vino bendecidos por el sello del Cáliz Viviente son distribuidos por nuestros queridos Doménico y Walter en el silencio de la oración, en la mirada introspectiva para mejorar nosotros mismos, que mira cada vez más a encontrar la fuerza para proceder con un paso seguro en el camino emprendido... y después vivimos la comunión de los espíritus vivida entre hermanos que comparten los mismos ideales de Cristo, todos sentados en grandes mesas para la comida que habían organizado las hermanas del arca. Saboreamos la alegría de estar juntos. Poco antes habíamos asistido a la enésima sangración de los estigmas. Nuestros hermanos se acercan en una procesión silenciosa a la presencia de la pasión de Cristo en la Cruz. Y vemos de nuevo a Giorgio acostado sobre una sábana blanca, rodeado por el amor de su familia, de sus hijos, que están a su lado, hoy y siempre, que le dan la fuerza para seguir amando, luchando y sufriendo con esa forma suya de estar disponible que tanto nos toca dentro... disponible una vez mas al Cielo que le llama para un nuevo sacrificio de donación, para una nueva oferta de amor incondicional por sus hermanos. Dos cruces se forman en la sábana blanca. Dos cruces de sangre dibujadas por el imponderable manifestando Su mensaje a los que ven, a los que verán. Los queridísimos Antonio y Lores y su preciosa familia bendecidos en su casa por un nuevo prodigio crístico, bendecidos todos los presentes y bendecidas todas las almas que el Cristo ama. Giorgio, con un hilo de voz, mientras los músculos del cuerpo tiemblan visiblemente por la contracción debida al dolor, susurra, con una expresión en la cara que refleja un estado de contemplación y de adoración “Nuestro Signo... nuestro Signo...”. Se refiere a los estigmas, el signo de Cristo que manifiesta Su divina presencia y que pertenece a todos los que le aman, a todos los que lo sienten como si fuera suyo llevando su cruz y siguiendo Su enseñanza.
Nuestro Signo. El Signo de los llamados.
“Oscar”, decía Giorgio la noche anterior a un joven que había venido de una ciudad del norte para escuchar la conferencia y que después se había quedado con nosotros a cenar. “¿Qué quieres de mi, Oscar?”... ¿Qué es lo que buscas?” la voz de Giorgio se hace intensa.... su mirada profunda... una mirada luminosa a través de la cual se advierte el infinito, la eternidad de la vida... mira a los ojos del joven emocionado... que no recuerda con imágenes-pensamiento, sino con un tumulto de emociones que no es capaz de esconder, reconoce a quien le está hablando, aquel al que ha seguido durante años en la distancia, como una presencia silenciosa... un  antiguo discípulo de un filósofo que hablaba de la misma Verdad y que fue obligado a dejar a sus amigos quemado en la hoguera de la ignorancia y de la maldad. “Giorgio, quiero hacer algo, quiero hacer algo en la ciudad donde vivo”, dice con la voz quebrada por la emoción. “Has venido sin nada, volverás a casa con la maletas pesadas. Le contesta el testigo de la Verdad. “Soy feliz, pero dame la fuerza para poder llevarlas”, dice Oscar, “La fuerza la encontrarás dentro de esas maletas”, le tranquiliza Giorgio “porque ahí dentro está la Verdad... Harás cosas que no puedes ni siquiera imaginar, estate tranquilo, déjate llevar por tu corazón... y ábreme la puerta de tu ciudad... verás...”. Es imposible expresar la emoción de ese momento, la fuerte vibración que se crea cuando un espíritu es reconocido y llamado a la presencia de Aquel que se cela detrás del Cáliz Viviente de la Comunión Crística y de Aquellos que Le acompañan manifestando Su Luz, Su sublime inmensidad. Oscar, la alegría de encontrar un viejo/nuevo amigo y hermano que se une a nosotros en el servicio a la obra de Cristo, en la preparación de la mesa del Señor para el día de Su segundo glorioso retorno a la tierra.
Su segunda venida es el principal tema que Giorgio trata en sus innumerables conferencias que preparan las almas para el próximo Juicio al que será sometida toda la Humanidad. Doscientas personas llenan la sala de Porcia que, a pesar de estar en pleno verano, desean dedicar la tarde a algo más importante, más profundo. Doménico Santín presenta la conferencia con la fuerza y la pasión de un hombre verdadero, habla de la experiencia que ha vivido personalmente con Carla y con todos nosotros en el viaje a América Latina. Transmite al público toda su desesperación por la espantosa situación que ha encontrado en esos pueblos que parecen estar abandonados de Dios, sobretodo en Paraguay, habla de niños víctimas de los pedófilos, de trasplantes de órganos, de los que son violados y asesinados. Recalca la importancia de las actividades y de los donativos que llegan desde Italia, muchos precisamente del Triveneto, región generosa, que expresa su alegría al ver el resultado de esos donativos que han servido para crear, terminar, ampliar, estructuras, instalaciones fundamentales para ofrecer a los niños lo necesario para vivir y para protegerles del peligro de la calle. Giorgio toma la palabra: “Mi amigo Doménico no pierde su índole de sindicalista, él es un guerrero y no me cansaré nunca de darle las gracias a él y a todos vosotros.
Deseo también dar gracias a Dino Moro, que nos deja siempre a disposición esta sala”. Un aplauso sella el valor de estos agradecimientos y la palabra pasa a Mara Testasecca, que ilustra un cuadro general de los últimos óptimos resultados que Funima ha obtenido hasta hoy, aunque lo que queda por realizar es mucho todavía y es necesario al mismo tiempo mantener activos los comedores. Pasan las imágenes emocionantes de la visita de Giorgio a Paraguay, al dispensario médico con Chantal y con la doctora Carmen Recalde (nuestra hermana fallecida hace pocos días), de la cruda entrevista al pequeño/grande Nelson, que ahora vive en la casa familia de Chantal con otros cinco niños, de la visita al comedor de Villeta con todos los niños, de la inauguración del comedor de Montevideo y las imágenes de los proyectos realizados en los comedores de los Andes, donde Raúl explica y muestra su función. Mara y Giorgio informan sobre la próxima visita del Presidente de Funima International, Raúl Bagatello a Italia, previsto para el mes de diciembre y que participará a la celebración del Funima Day, que se organiza todos los años para recaudar fondos a favor de los niños de América Latina y que este año tendrá lugar precisamente en Pordenone.
El regreso de Giorgio a su tierra, Italia, coincide con un importante mensaje de los Arcángeles Solares que establece la conclusión de una etapa y el inicio de otra. “Dos tiempos, un tiempo y la mitad de un tiempo”, dice el mensaje que Giorgio lee en la conferencia, la primera de esta nueva etapa: “... Empieza así, hoy 8 de julio 2008 de vuestro tiempo relativo, otro ciclo, quizás el último, de los 1260 días de testimonio que el estigmatizado Giorgio Bongiovanni, nuestro hermano en Cristo, deberá afrontar contra el Anticristo…. el número de los señalados y llamados está aumentando y la semilla de los 144.000 elegidos no ha sido esparcida en vano. Muy ciertamente la calidad emergerá de la cantidad y por esta razón es necesario el fortalecimiento del valor de la fe y del discernimiento…”
Estos son los elevados conceptos que han expresado nuestros Hermanos mayores, los Hermanos Solares, según las directivas del Padre Adonay y de Su hijo el Cristo que nos indican el futuro próximo y nos ponen en guardia sobre la importancia fundamental de los valores de la fe y del discernimiento más aún de ahora en adelante. Giorgio sigue hablando y ataca  la escualidez de los potentes… “Pronto harán una gran guerra, los Estados Unidos con los países aliados, para intentar sobreponerse de la gravísima crisis económica, aquí en Italia se llegará a morir de hambre como sucedió en el pasado en Argentina…” en estos días había explicado que era importante no confiar en la esperanza de que las cosas puedan cambiar, de que la humanidad pueda cambiar la ruta, porque esto sucederá solo con el retorno de Cristo con Sus Profetas… aunque seamos conscientes de esto tenemos que seguir luchando por aquellos que necesitan una esperanza, por los señalados que deben recibir la llamada, por esa “calidad” de la que hablan nuestros Hermanos Astrales. Porque los brotes de la Nueva Era ya están naciendo de las cenizas de esta civilización. “Los 144.000” sigue diciendo Giorgio, “Son aquellos que traen el cambio positivo a esta humanidad y se tendrá que alcanzar el número de los llamados para que se puedan cumplir todas las profecías. Con mi regreso a Italia será más incisivo el anuncio de la segunda venida de Cristo y la lucha contra el anticristo, la fuerte denuncia contra el rostro diabólico de los que atentan contra la vida. No os sorprendáis por los muchísimos signos que acontecerán en el cielo y en la tierra en toda Italia: círculos en el trigo, apariciones, signos sagrados, avistamientos. Vosotros tenéis solo que apoyar a los que dicen la Verdad y ayudar al prójimo, esto es lo que os pido, estar juntos y tener el valor de arriesgar porque no les gustará a los que están de la parte del poder escuchar lo que se les dirá… En este momento estamos viviendo uno de los tiempos más oscuros de nuestro país y el anticristo tiene mucho que ver con esto… tiempos oscuros en todo el planeta… Fracaso de la FAO… Fracaso del G8… ¡Hemos fracasado! Que esperamos para bajar a las plazas, para no ir a trabajar como signo de protesta… en cambio aceptamos una ley que suspende 100.000 procesos… ¿Pero quién nos gobierna? ¿Queremos abrir los ojos?...” La gente escucha con atención, asiente con la cabeza, aplaude, está de acuerdo con la evidente y gravísima situación que, antes o después, de todas formas, está destinada a terminar.
Los stands preparados por nuestros amigos y hermanos ofrecen informaciones sobre las actividades que Giorgio y sus colaboradores llevan adelante, además de exponer objetos realizados para recaudar fondos, invitan a acercarse a todos los que desean saber más, quedar en contacto con las sedes de las asociaciones para eventuales nuevas colaboraciones o simplemente para contribuir con una oferta voluntaria.
“¡Intentemos estar a la altura de lo que el Cielo nos pide!”, nos había dicho Giorgio en estos días… miro a Mara della Coletta, a Carla, Anna María, Loredana, Loretta, María, Roberta, Lores y a todas las demás estupendas mujeres de Pordenone que con sus compañeros y hermanos llevan adelante en esta parte de Italia con pasión, devoción, perseverancia, fe y fuerza de voluntad la misión y veo en ellas ese “estar a la altura”, como lo veo en nuestra Lorella, Mara, lo veo en Giovanni, Aaron y en todos, todos, los jóvenes de las arcas de Italia y del mundo, lo veo en todos los hermanos y hermanas del Arca de Sant’Elpidio a Mare y de toda Italia y en todos los hermanos y hermanas de Latino América y de España que superando sus propios límites humanos llevan adelante con humildad y pasión esta sublime Misión Crística.

Empieza el último acto de una gran obra que desde hace dos mil años acompaña el paso glorioso de Cristo en el mundo preparando la humanidad a Su segundo avento del cual solo el Padre Adonay conoce el día y la hora, pero que será protagonista de un cambio de era, según como coinciden distintas profecías en el 2012.

Con todo mi pequeño amor
Sonia Alea

Sant’Elpidio a Mare, 15 de julio 2008