A LOS PIES DE LA MONTAÑA - CRONICA DE NICOLOSI
Por tercera vez consecutiva reunión general en Sicilia, Nicolosi, pequeña ciudad en las “puertas” del Etna, meta de “decenas de peregrinajes” para muchos de nosotros en búsqueda de serenidad y consolación para el alma.
Un lugar sugestivo que parece que nos pertenezca, es casi familiar, casi sagrado… para muchos ha significado el puerto donde arribar y de donde zarpar al mismo tiempo: Eugenio o, mejor dicho, lo que a través de él se manifestó para despertar y educar.
Es particular, parece paradójico, casi misterioso, que se “haya tenido que esperar a su fallecimiento” para volver a crear, con la participación de nuevas y viejas energías, los fermentos operativos de la “Verdad del tiempo de todos los tiempos”, por la cual, Eugenio mismo vivió muchos años de su humana parábola. Y no es que con esto nuestra alma se predisponga a sentimientos de amarga nostalgia, mas bien, a una serena conciencia, fe y entusiasmo.
El 3 de septiembre, casi de madrugada, nos encontramos con Giorgio en una de las gasolineras donde hace muchos años trabajamos juntos: el cansancio debido al largo viaje en coche no nos impide estar juntos unos minutos para tomar un café: la convinción de Giorgio de obrar activamente en esta isla contrapuntea las sensaciones desagradables de quien poniendo un pie en Sicilia no puede hacer menos que notar la degradación a la que está sometida el territorio, espejo fiel de muchas cosas que deben de cambiar… Desde la suciedad en las calles, al estado deteriorado en el que se encuentran, incluso la autovía “A18”, además de la indisciplina y la falta de respeto de las normas de conducir, y la endémica indiferencia de la gente… Es inútil esconder que a todos nos viene la duda de que esta tierra pueda cambiar, pero nos conforta la certeza interior de que en ella viven muchísimas almas sensibles que anhelan una palabra sincera de amor y de justicia. Lo sentimos prepotentemente dentro nuestro: este pueblo ha sufrido demasiado y ha sido engañado demasiadas veces por parte de sus muchos, demasiados, esbirros.
La alegría de las emociones de reflejarte en la luz de los ojos de tus similares, Mara, Sonia, Lorella, Elisabetta… se hace concreta en un sincero abrazo con Giovanni, Haton, Soledad y los demás que acompañan a Giorgio a Nicolosi, al indefectible Hotel Gemmellaro.
Mara había insistido mucho para que los medios de comunicación participaran a esta visita de Giorgio a Sicilia, aunque somos conscientes del status en el que yace la casi totalidad de los así llamados medios de comunicación: reunidos en consorcio en un potente y al mismo tiempo anómalo monopolio, cuyas rígidas directivas no imponen mucho a mirar más allá de lo que no sea el mero interés de “caja” o el debido “canónico” ordinario y a menudo banal. A la conferencia de prensa, prevista para el día 4 por la mañana en el “Centro Giovani” de la Municipalidad de Nicolosi, que la verdad no ha brillado en cuestión de cortesía y disponibilidad, efectivamente no se presentará nadie. Sin embargo la insistencia de Mara logrará dos breves entrevistas radiofónicas a mi y a Giorgio respectivamente en Radio Studio Centrale y Radio Catania además de una breve mención en las páginas locales de eventos en el periódico La Sicilia y un lacónico informativo de la agencia Ansa, en las noticias de Catania.
Al final, si me permitís, nuestros esfuerzos serán recompensados por la afluencia de público que ha participado al convenio, lo que quizás nos recuerda siempre que: cuando se intenta donar con ánimo puro y altruista el Cielo no dejará que te falte jamás el “terreno donde cultivar”; aunque el hombre proponga, por cuanto pueda ser sabio y mesurado, al final es siempre Dios el que dispone…
Por la noche está prevista una pequeña reunión de Giorgio con todos los hermanos de aquí que han dado su disponibilidad para empeñarse seriamente en crear un grupo operativo “Del Cielo a la Tierra”, exento y libre de los misticismos o de los fanatismos dogmáticos que han distinguido las ediciones pasadas… y que ha hecho que muchos se alejen en vez de reunirse.
Muchas caras “nuevas”, la mayoría jóvenes que se han despertado y que desean aprender y emprender, muchos los que faltan, la mayoría “viejos”, atrapados en las ilusiones de una existencia cómoda, de sus miedos, de sus prejuicios.
No es que sea un juicio pero, si me lo permitís, es una amarga constatación que se disuelve en la espera y en la esperanza de que un mañana podamos volver a alimentar con ellos la llama que arde en los corazones de todos nosotros.
Giorgio empieza a hablar con todos nosotros como de costumbre, con claridad, concentración y amor. Repite todo desde el principio, expone las finalidades de su misión, ratifica su voluntad de “obrar” en esta tierra, aclara la naturaleza del núcleo que está naciendo, el Arca de Nicolosi – “La primera de muchas otras que nacerán en Sicilia y exije por parte de todos los presentes la disponibilidad necesaria para emprender, cultivar, con seriedad, conciencia y responsabilidad, una tarea de sensibilización, consolidado por los valores crísticos de la comunión fraterna capaz de ayudar a crecer y madurar, además de satisfacer las muchas exigencias espirituales que pueden sintetizarse en amor y espíritu de donación hacia el prójimo. A todos nos sorprende la intervención de uno de los “viejos” hermanos, quien confía a la pequeña comunidad presente que “… en estos años ha sentido como un vacío, algo que faltaba, como que no había hecho nada en estos años…” Giorgio le corrije con amor y le dice que no es verdad “que no has hecho nada en estos años…” pero ahora, quizás, ha llegado el momento de adquirir una madurez más concreta…. Miradas atentas y máxima atención, asensos, condivisión, preguntas interiores.
El 5 de septiembre es el 45º cumpleaños de Giorgio.
Se había preparado algo para celebrarlo. Algo sencillo y original al mismo tiempo: un árbol pequeño de pino con muchos “pergaminos” colgados, en cada uno de ellos estaba escrito un mensaje personalizado de felicidades de parte de todos los grupos de Italia, España y Sudamérica. La cena se atrasa bastante mientras se espera a que llegen los dos grupos que faltan: Porto Sant’Elpidio y Bari.
Después de comer llega la tarta, mejor decir las tartas, porque se añade una “personalizada” a la tarta “oficial”: Giancarlo de Catania, pastelero ha querido rendir homenaje con una gustosísima creación suya que lleva el símbolo de Juan y de la Fraternidad Cósmica.
Después una improvisada representación ideada y coreaografiada en nada de tiempo: cuatro niñas, Aurora, Sofia, Elisa y Sonia se exhiben siguiendo las notas y el ritmo de la música con una danza que más que aplausos arranca lágrimas de alegría por su candor y ternura, un gran ejemplo de realización en la sencillez que nos han dado a nosotros adultos sin saberlo.
Es el turno de Tino, de su voz, y de Nena y su violín que dan un toque refinado a través de las notas y de la potente expresión en interpretar algunas canciones entre las cuales la tocante “Ave María” que no podía faltar.
Llegamos al árbol. Empiezan los jóvenes a leer los mensajes en español o en italiano, mientras tanto llegan otros mensajes, algunos de ellos verdaderas obras de arte… de taquigrafia, apuntes de los sentimientos de muchos de los presentes, sobretodo jóvenes los cuales evidentemente no querían dejarse escapar esta ocasión para expresar su estima y su agradecimiento hacia su hermano, guía reconocida, estigmatizado.
Personalmente, escuchando, me han gustado varios de esos escritos por su expresión sincera y concreta. Uno de ellos me ha tocado en particular: “A mi padre, por cuanto vale como persona al haberse puesto en juego a si mismo y su vida”. Giovanni y Giorgio, su padre, los dos emocionados sellan este momento emocionante con un sincero abrazo coronado con un fragoroso aplauso por parte de los presentes.
“Dulcis in fundo” un muy breve video montaje realizado con arte y corazón por Giorgio Barbagallo, una estupenda secuencia de imágenes “arrancalágrimas”, como regalo de todos los hermanos de Sicilia.
Por la mañana casi todo el grupo va a Monte Manfré, este pequeño crater inactivo a casi 1.400 m. de altura donde la noche del 30 de abril del 1962, 11 años después de la experiencia de su despertar, tuvo lugar el primer encuentro de Eugenio con dos Representantes espaciales, o celestes, “encargados” de confiarle el famoso llamado dirigido a los responsables de la administración de este planeta.
Muchos han objetado que hubiera sido más inmediato dirigir las peticiones directamente a los responsables de los gobiernos… olvidando que estos últimos, ya precedentemente, habían sido advertidos directamente por los Hermanos pero, siguiendo el “consejo” de las verdaderas entidades que mandan en el mundo, no solo hicieron oídos sordos, sino que además no habían dado a conocer absolutamente nada a las poblaciones. De ahí nace la exigencia de escoger individuos, decenas y decenas, la verdad, seleccionados y con una preparación adecuada, para divulgar a los habitantes de la tierra, todo avalado obviamente por cantidad de manifestaciones suficientes e idóneas, por demás simbólicas, aptas para hacer comprender que Ellos son una realidad operante entre nosotros.
Y lo que sea que digan los varios “vagabundos” de la ufología, el mundo de los contactistas constituye aún hoy la única clave de interpretación aceptable del “fenómeno” ufo.
Son las 15:45 y ya estoy en la sala, todo está listo, minuciosamente preparado, me siento a la mesa de los relatores y antes de mirar la hoja con los apuntes veo llegar un flujo contínuo de personas, algunas que ya conocía, la mayor parte nuevos, que en pocos minutos ocupan los doscientos asientos disponibles. A las 16:00, puntual, llega Giorgio y empieza enseguida la conferencia con una breve introducción suya y una presentación mía: esta vez el encuentro no durará mucho, se concluirá todo en menos de tres horas.
Giorgio habla con la calma de siempre, con claridad y concentración: el auditorio, muy atento, en religioso silencio, escucha las palabras de este “extraño e increíble personaje” y al menos unas cincuenta personas de pie o apoyados a las paredes siguen las explicaciones del mensaje, de los importantes signos, sobre los cuales queremos destacar la falta de información, y de la relación entre el tema ufológico y el significado de los contçinuos y sugestivos “Cçirculos en el trigo” que expone Pier Giorgio.
Mi impresión personal es que esta vez, en esta conferencia, haya habido una participación extraordinaria del público: no he visto muchos curiosos, mas bien gente “preparada” y deseosa de conocer a Bongiovanni y lo que le rodea.
Quizás en respuesta a tanta tergiversación, malentendidos y calumnias que proliferan abundantemente en la red y no solo, que provienen de distintos ambientes, clericales, científicos, fanático-sectarios.
No han visto de frente a un santón, a un místico o a un mentiroso de los muchos que exageran todo lo que gira alrededor de la Verdad: bien si a un hombre que vive seguramente una experiencia que se situa mas allá de lo ponderable racional, quien nos ha recordado que nuestra existencia no se debe a un caso accidental; que la humanidad y el planeta están en el centro de una crisis de época; en el espíritu y también en la materia; que los signos en el cielo y en la tierra demuestran con claridad que se acerca un histórico y al mismo tiempo extraordinario cambio de ruta; que el retorno de un ser crístico “El Hijo del Hombre”, así como prometido por las escrituras es inminente, aunque como es obvio nadie está en condiciones de conocer el día.
Y por último, pero no por esto menos importante, un hombre que ha simplemente, pero decididamente, pedido a cada uno de nosotros que nos comprometamos a favor de una causa, cualquiera de las muchas a las que es posible dedicarse a favor de la vida, independiéntemente de la colaboración con nosotros. No solo por un motivo de realización interior, sino también porque “ese día”: “No el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino CUALQUIERA que haga la voluntad de mi Padre”. Claro, lineal y desinteresado.
Un indirecto reconocimiento a esta transparente interpretación de su “misión” llega a través de la improvisada e inesperada intervención de Francesco Siragusa, uno de los hijos de Eugenio. En el momento en que Giorgio estaba recordando la figura de Eugenio y explicaba la importancia de la misa, se acerca a nosotros y después de dar un fuerte abrazo a Giorgio toma la palabra públicamente y expresa dos conceptos: “¡Giorgio Bongiovanni es la única persona capaz y digna de continuar la Obra de mi padre! El único que lo hace”; “Eugenio Siragusa fue el primero en poner en relación los Angeles con los Extraterrestres, el primero que puso en evidencia que eran la misma identidad y que puso en relación los hechos del evangelio con los de hoy”.
¿Qué podemos decir? ¡una especie de agradable rayo en un cielo sereno!
Incluso por las preguntas que hacía el público, se podía percibir el grado de interés y de participación, como la de Puccio di Paolo, que se presenta como editor del libro “Eugenio Siragusa: Los gigantes del cielo”, quien confiesa amablemente que ha venido para conocer este Giorgio Bongiovanni, de quien había oído hablar mucho y con las misma candidez pregunta por qué no están presentes los miembros de la última familia de Eugenio, y recibe una respuesta clara, sabia y serena que no da lugar a ningún tipo de malentendido. Al final Puccio nos deja sus datos y teléfono y nos da su disponibilidad para colaborar.
El encuentro público concluye con satisfación y con un profundo sentimiento de alegría interior que invade nuestros espíritus.
La despedida.
Al final siento el deber agradecer también este año a todos, también a los que por motivos de memoria quizás no cito. Pido perdón.
Giorgio, “su familia” entre ellos en particular “la Mara de siempre” y su maravilloso grupo de Le Marche: también esta última fatiga, querido Giorgio, ha sido un donar, aunque muchos no lo entiendan, otros muchos están agradecidos a ti, fraternamente, así como el Maestro nos ha enseñado.
Gracias también por haber ratificado ulteriormente y firmemente la incompatibilidad entre un camino espiritual auténtico y la mafia, los sistemas mafiosos y sobretodo la mentalidad mafiosa de memoria sciasciana (Leonardo Siascia, escritor italiano): es muy importante para la gente de esta tierra, los sicilianos, que alguien les recuerde que tomen conciencia responsablemente.
Gracias a todos los Hermanos que han presenciado y que han venido de todas las partes de Italia, Licia, Antonella y la numerosa “multitud” de Bari, un agradecimiento particular a Federico y a los demás que han encontrado tiempo para “peregrinar” por algunos sitios, haciendo al mismo tiempo lo útil y lo divertido, y nos han dado una mano para repartir volantes publicitarios. Gracias también a Domenico y a Valter con el extraordinario “team” de Pordenone y a Anna, que representaba el grupo de Varese; a Mariuccia y Manolo de Milán, a Eugenio de Calabria.
Un “gracias” tambien a Angel y a Manú… puntuales, como siempre, desde España.
Para terminar un agradecimiento a los chicos de aquí: Angelo, Valeria, Giorgio Barbagallo, Vittorio, Claudio por su dedicación y eficiencia en el llevar a las distintas municipalidades volantes, pero sobretodo los afiches que han sido el motor publicitario verdadero de este evento público.
Gracias al Padre, Aquel a quien se refería siempre Eugenio, el mismo que decía Jesús “… que está en lo alto de los Cielos”, para que nos estimule siempre interiormente a seguir adelante y que nos mantenga siempre limpios, humildes y conscientes de que somos pequeñisimas piezas de un Gran mosaico.
Fraternamente
Rosario Pavone
Gaggi, 11 de Octubre 2008
