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VISITA DE ELSA Y MIRTA A COMEDOR DE VILLETA Y MERENDERO DE ASUNCION (sept. 2009)
Viajamos desde Buenos Aires el lunes 14 de septiembre hacia Paraguay, para visitar comedor de niños carenciados Virgen de Fátima en la ciudad de Villeta y el merendero Hijos del Sol para niños de la calle en Asunción. Ambos sostenidos a la distancia y con mucho amor por Giorgio Bongiovanni y Raúl Bagatello a través de FUNIMA y administrados por hermanos que eligieron trabajar en contacto directo con los niños que sufren.
Llegamos el martes a la terminal de Asunción y allí nos esperaban felices Zulma e Isidro Gaona (Responsables del comedor) Hilda Noguera (Responsable del merendero) y Omar Cristaldo (Presidente de Del Cielo a la Tierra en Paraguay). ¡Al fin pudimos cumplir la promesa de visitar a estos hermanos y conocer a sus hijos del corazón!
Partimos hacia el comedor donde nos recibieron los dulces hijos de Zulma e Isidro con algunos niños y jóvenes del barrio. Enseguida el lugar se llenó de chicos hermosos, perfumados y vestidos con sus mejores prendas, como si asistiesen a una fiesta. Cada uno nos obsequiaba un ramito de flores que depositábamos a los pies de la Virgen. No faltaron los besos y abrazos cariñosos y por supuesto  el reencuentro con aquellos niños que estuvieron en Buenos Aires el año anterior. Algunos se acercaron para saludarnos solos, otros con sus madres, siempre con amor y agradecimiento.
¡El recibimiento que tuvimos nos llenó de emoción! Apenas cayó el sol Elías, hijo mayor de Zulma, y unos amigos, nos ofrecieron una serenata, a la que luego se sumó un dúo de cantantes profesionales con sus guitarras y canciones típicas.

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Por la mañana, apenas levantados, Zulma e Isidro prepararon la comida para los niños, quienes cerca del mediodía llegan para almorzar. Fue conmovedor verlos ayudarse unos a otros a servir y como agradecían a Dios por el alimento que estaban recibiendo. También nosotras nos sentíamos parte de ellos. Llegado el momento de la entrega de los alfajores Zulma propone (una gran enseñanza dada con sutileza) que quien quiera uno tiene que ganárselo demostrando sus habilidades: algunos cantan, otros dicen poesías y como una forma desesperada de alcanzar el objetivo porque no saben qué hacer, ¡rezan!        
Entre las actividades que nos tenían preparadas se encontraba la de acompañarlos a buscar la donación de huevos y pollos que reciben semanalmente, y  recorrer el barrio y casas donde viven algunos de los niños del comedor. Allí vimos lo que realmente es la pobreza. Promesas no cumplidas o tareas que dependen del clima como albañilería y pesca hacen que esta dura realidad no mejore.
Luego, sabiendo de nuestro amor a la Madre Celeste nos habían preparado una visita a uno de los lugares que ansiábamos conocer por toda la información que nos llegaba por internet y por los testimonios de quienes ya habían tenido la dicha de visitar este lugar: la capilla familiar de Ana en honor a María Rosa Mística. Este sagrado lugar se encuentra en el barrio Obrero de la ciudad de Asunción, capital de Paraguay.
El lugar es pequeño, pero muy bien arreglado, se nota el amor puesto en él. En el altar se encuentran expuestas tres imágenes de la Virgen que manifiestan diferentes fenómenos: lagrimación de óleo (aceite de oliva con profundo aroma a rosas), sudoración del manto (agua) y lagrimación de sangre respectivamente, hecho éste que no solo sucede con la imagen de la familia sino también con algunas que traen de visita.
paraguay2009cLa madre de Ana se acerca para avisar que esa tarde su hija no vendrá a rezar, había estado haciendo imposición de manos a muchos enfermos y necesitaba descansar un poco. Nuestros amigos le cuentan que venimos de Buenos Aires y en pocos minutos Ana se hace presente y comienza a decirnos que estamos allí porque la Madre nos llamó. Comienza el rezo del Santo Rosario que se extiende por casi dos horas, con oraciones de intercesión por los enfermos y necesitados que presentamos con Fe a nuestra Madre y su Hijo. Mientras rezamos, las gotas de agua sagrada caen en una fuente que está debajo de una de las imágenes. Damos gracias a Dios por ser testigos de este suceso.
Finalizado el rezo pedimos grabar unos minutos de su relato para pasarlo en el programa de radio que tenemos en Buenos Aires. En ese momento se huele un hermoso olor a rosas. Ana nos  muestra que debajo de la imagen que está a nuestro lado hay un plato que recoge el óleo que lentamente gotea de los ojos de la Virgen. De allí proviene el aroma. Nos permite mojar el dedo a cada uno de los presentes y nos hacemos la señal de la cruz.  Hay quienes mojan las puntas de sus pañuelos para llevarlos a los enfermos. Volvimos felices con el agua que recogen de la imagen y que reparten a todos. No hay palabras para describir el hermoso aroma a rosas que invadía el auto a nuestro regreso.
Esa noche Graciela junto a Hilda, su nietito Joaquín y Omar nos llevaron a recorrer el centro de Asunción,  paseo que finalizó en una típica pizzería de la ciudad. Riquísimo todo!!!
Los últimos días fueron movidos también: conocimos el merendero Hijos del Sol, donde llegan los niños de la calle y algunas mamás. Mientras Hilda y Emi (¡un torbellino de energía!) bañaban a los más pequeños, algunos niños jugaban a la pelota y otros dibujaban o armaban rompecabezas ayudados por otras colaboradoras. Luego se les sirvió la merienda.
Es triste ver como luego de vivir esas horas como lo haría cualquiera de nuestros niños, ellos toman sus golosinas y parten para su “trabajo”, suben y bajan de diferentes colectivos cantando o vendiendo caramelos o chupetines con la esperanza de cubrir la cuota diaria de dinero que les permita, en el mejor de los casos, retornar a sus hogares.   
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Agradecemos a todos la posibilidad de recorrer  algunos lugares típicos, visitar a Mercedes Agüero (Un ser especial, con una fortaleza espiritual para imitar), acceder a la historia especial de la familia de Zulma y conocer a su mamá y hermana que tan bien nos recibieran. Compartimos alegres momentos con todos los colaboradores del comedor de Villeta: Héctor Villalba, Ramona, el profesor de danza de los niños y un joven matrimonio con su preciosa beba que nos cocinaron y divirtieron con el karaoke ¡¡para desesperación de los vecinos!!

Cerramos este viaje con una riquísima merienda en la casa de Hilda y Omar junto a los hermanos del Arca: Graciela, Emi, Félix y Jorge, con quienes compartimos ideas y proyectos.
Muchas vivencias, personas y fotos quedan fuera de esta crónica por una cuestión de espacio, pero siempre quedarán guardadas en nuestro espíritu…
Realmente agradecemos a todos nuestros hermanos y sus familias y amigos  porque no solo nos brindaron su hospitalidad, sino también todo su cariño, y nos permitieron compartir la hermosa obra que están realizando.
¡Felicitaciones a todos!!!!!  Que Dios los ilumine siempre.     

Elsa Pavan y Mirta De Mayo
Buenos Aires – Argentina
7 de octubre 2009