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MI CONTACTO CON LA REALIDAD DE FUNIMA

Mi primer contacto con la realidad de Fu.Ni.Ma. en Argentina lo he tenido en el Comedor de Las Cuevas, donde me he alojado durante una semana, mientras esperaba a Mario Verardi que por motivos de salud había retrasado el viaje desde Italia.
En el aeropuerto de Salta me estaban esperando Ramón con su esposa Sandra que me han llevado por un camino tortuoso por las laderas de las montañas al Comedor. En Las Cuevas encuentran refugio muchos niños que bajan de las montañas y se quedan ahí por largos periodos durante el año escolar que empieza en marzo, por lo que muchos niños duermen allí. He conocido a dos personas fantásticas responsables del comedor, “mamá” Cheli y Maribel, madre de seis hijos, que ayuda a Cheli en todas las tareas (y no son pocas) que hay que hacer cotidianamente.
Cuando llegó Mario siempre Ramón nos ha llevado nada menos que a 3.600 m. sobre el nivel del mar, a un pequeño centro habitado llamado “El Moreno”, en la provincia de Jujuy. Teníamos que ayudar a construir una “Casa del Voluntario” (como la bautizaría Mario mismo), cuya función principal sería la de hospedar a la pareja que trabaja en el mismo Comedor, pero que en El Moreno no es de propiedad de Fu.Ni.Ma., sino del Ayuntamiento, por lo tanto ya está en proceso el proyecto para construir el comedor de propiedad en el mismo lote de tierra donde se está construyendo la casa. En estos dos meses (que se me han pasado de verdad a una velocidad impresionante) he tenido la oportunidad de conocer y trabajar con personas verdaderamente al servicio de la vida y, en consecuencia, del Cielo. ¿Cómo podré olvidar a Norma y Luis, la pareja que todos los días, entre tantos sacrificios, da asistencia a unos 60 niños?
¿Cómo podré olvidar su generosa hospitalidad, las cenas todos juntos riendo y bromeando, pero también hablando de cosas serias... Como olvidar a Carli y Pupi, los hijos de Raúl Bagatello, que han estado cerca nuestro todo el tiempo con su simpatía, desarrollando un trabajo enorme.
Carli en las obras con nosotros y Pupi siempre de viaje por Argentina con Fernando, hermano de Gaby, recogiendo donaciones para llevarlas donde hace falta. Pero no olvidaré tampoco a Koky y Daniel, que han venido a ayudarnos desde sus respectivos Comedores en Yunka Suma y Alto de Las Juntas, en Catamarca. No sería justo no nombrar a Eloy, Pablo, Feliciano, Walter, Ismael, Aldo, Gustavo.... todas ellos personas que, dentro de sus posibilidades, han ayudado a Fu.Ni.Ma. en esta enésima obra de ayuda a favor de las poblaciones que viven con dificultades, a menudo olvidadas por los mismos gobiernos. En dos meses hemos sudado tanto (debido a la altitud, cualquier tarea resulta más fatigosa de hacer, se respira con más dificultad, se siente la cabeza pesada...), hemos discutido animadamente por cuestiones técnicas, hemos tomado decisiones difíciles todos juntos y hemos afrontado viajes inimaginables, superando los obstáculos de lugares tan bonitos como impenetrables. Lo que más nos ha agradado ha sido ver que la población local estaba cerca de nosotros con sus caracteres, está claro, y con su forma de ser que a menudo no es comprensible para nosotros “occidentales”, pero que demostraban verdadera y profunda gratitud hacia lo que, dentro de nuestros límites, hemos intentado hacer. Y, también gracias a su apoyo, los resultados no se han hecho esperar. Efectivamente, en el momento en que regresábamos a Italia, a la casa faltaban solamente los azulejos, la pintura externa y las ventanas...
Un gracias especial a todos los chicos de Fu.Ni.Ma. Italia, que desde “detrás de los bastidores” hacéis posible con vuestro gran trabajo y vuestra amorosa dedicación todo lo que se hace allí, en ese país maravilloso tan lejano, tan cercano...
Gracias.

Giampiero Gagliardini       
Iesi (Italia), 12 Mayo 2009