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ENCUENTRO DE ARCAS EN ROSARIO

Para no ser menos traigo mi granito de arena, mi sensación y experiencia de lo que el encuentro de arcas de este año 2009 nos ha dejado.

Luego de meses de preparativos, nuestras arcas uruguayas llenaron un ómnibus y un micro para partir rumbo a Rosario, Argentina, en una travesía que nos hizo atravesar la pequeña Banda Oriental, como llamaban en tiempos de Artigas a este Uruguay, tierra en disputa desde que los españoles llegaran a sus costas y que increíblemente todavía hoy sigue siendo disputada entre finlandeses, españoles, argentinos, brasileros, etcétera, a pesar de tener mundialmente organismos como la ONU, a pesar de las declaraciones de los derechos humanos, de la protección al medio ambiente y quién sabe cuántas falsas máscaras más. Mientras avanzábamos por los llanos de esta tierra del sur, veíamos asombrados a los lados de la carretera las consecuencias de las tormentas que tantos evacuados causaron. Asombrada, vi por la ventana una casa hundida en un lago, de la cual solamente asomaba el techo y una porcioncita de ventana. Al cruzar la frontera el panorama era el mismo, la provincia de Entre Ríos tenía el nombre totalmente justificado, pues era raro ver un campo que no tuviera al menos un lago. Esto me hizo pensar que los azotes de la naturaleza los vamos a sentir todos, no sólo en Tailandia o en Australia, no sólo en Estados Unidos o España, o en la Amazonía, sino también aquí, en el sur del sur, porque también somos parte, somos responsables y partícipes de lo que sucede en este mundo, y debemos ser concientes de esta realidad. Nadie está libre de esta realidad, nadie está libre de responsabilidad; todos, desde nuestro humilde lugar debemos comprometernos con todo el amor que haya en nosotros, para ayudar a sanar las heridas de esta Madre Miriam-Madre Tierra que sufre, sufre, sufre muchísimo, y de los seres que a lo largo del mundo sufren la injusticia en carne propia, el egoísmo, el despilfarro, el odio, el cinismo, la crueldad y la estúpida indiferencia de los potentes y sus cómplices.
La llegada al alojamiento en la ciudad de San Lorenzo fue una novedad, ya que se trataba de un convento utilizado para hacer retiros espirituales. Pero la novedad para mí más grande -ahora que lo voy escribiendo me voy dando cuenta- fue que en la misma manzana del convento se encontraba un lugar histórico para la Argentina, donde San Martín planeó su estrategia para combatir a los españoles en los tiempos de las luchas por la independencia. Allí estaba el famosísimo Pino Histórico, todavía vivo y bien cuidado, el mismo que San Martín utilizó de resguardo para armar la estrategia que luego en campo de batalla le llevaría a ganar a los españoles en esa histórica batalla de San Lorenzo. De alguna manera esta reunión también fue un descanso y un compartir y marcar estrategias para combatir esta guerra contra el mal, contra las tinieblas, contra la injusticia, contra el sufrimiento, contra el dolor, y a favor del amor, de la paz, de la fraternidad compartida en este caso con los hermanos de Argentina, Chile, Italia, Paraguay y Uruguay. Esta reunión fue un tesoro, que si lo sabemos guardar en el cofre de nuestra alma, será un motivo más para continuar día a día preparando la fiesta, porque el día de la boda está a punto de llegar.
Quiero expresarles a todos mi alegría de haberlos conocido, de saber que están en distintas partes del mundo trabajando por una misma utopía, con el mismo anhelo, y que somos cada día más los que soñamos despiertos, ¡por suerte! Cada uno con su talento, con su manera de ser, aportando de sí para que esta obra llegue a más y más personas.
Estoy orgullosa de nuestros representantes, de Érika porque es un ser valiente, de Juan Alberto, Raúl, Marco Antonio, Inés, Omar, Mara, y también de los jóvenes, porque con el fuego que los quema desde muy adentro se la juegan, con su entusiasmo, y trabajan al lado de quienes han colaborado desde hace mucho tiempo con el queridísimo Giorgio... Giorgio maestro, Giorgio fortaleza nuestra, faro de nosotros barcas en este mar tormentoso, sistema catastrófico en el que la humanidad se encuentra inmerso. Gracias a todos los jóvenes por tener y dar tanto amor, por su música bendita, por su esfuerzo incansable, por su valor. Gracias a Paola por tu video, gracias a Anita por tus palabras, gracias a Gastón y a Patricio por derramar tanta emoción en nosotros, gracias de corazón a Matías y Andrés, que fueron quienes nos llevaron al alojamiento, nos sirvieron la comida, nos apoyaron en todo, y hasta nos llevaron a conocer el ancestral Árbol. Y luego en el evento estuvieron atentos constantemente a todo, trabajando para que todo saliera bien.
Nos llevamos un grato recuerdo del arca de Rosario, que algunos conocimos en unos minutos mientras esperábamos para partir de regreso a Uruguay. ¡Qué belleza! Quedamos enamorados, y felices de que existan lugares como estos, donde la gente se reúne y hace vivas las figuras de la Virgen y del Cristo, esa misma gente que anuncia a los cuatro vientos el Retorno Glorioso e INMINENTE de Cristo Jesús.
Gracias a todos por estar, por haber ido al encuentro, y por trabajar para que en este mundo exista una esperanza.
Y por supuesto, gracias a Giorgio, queridísimo, tan querido por todos, por todo tu amor y tu fuerza, y tu constancia... a pesar de tu cansancio nos sigues acompañando, enseñando, empujando, y nunca nos dejas solos. Gracias por tu bendición y tus palabras, que son abrazo y espada para la batalla, que son las palabras que el Cristo quiere darnos hoy a todos.

Con todo mi amor,

Victoria Camboni.

29 de noviembre 2009