DEL CIELO A LA TIERRA  Gubbio

ENTREVISTA

Al profesor de Yoga

EUGENIO RIGANELLO

CRÓNICA del programa de radio “SEGNALI DI VITA” (Señales de vida)

A cargo de Francesca y Marco

El lunes 15 de Abril estuvo invitado al programa “Segnali di vita” (Señales de vida) Eugenio Riganello, quien compartió con nosotros y con los oyentes su profunda experiencia espiritual, estrechamente relacionada con la figura del maestro hindú Paramahansa Yogananda. Nuestro amado Hermano Eugenio, profesor del arte del yoga desde hace más de veinte años, es discípulo del gran Guru hindú Yogananda.

Su Nombre espiritual es Anahata, que significa “Corazón”. Para todos aquellos que no pudieron escuchar la entrevista radiofónica, transcribimos aquí las palabras de Eugenio que, con todo el amor y el Conocimiento que solo un Ser espiritualmente evolucionado sabe expresar, explicó lo que es el Yoga y cuál es el valor que tiene la vida del Hombre valor que Eugenio experimenta en su vida cotidiana junto a su familia:

“Para mi Yoga es vida: Enseño el Yoga antiguo que se llama “Rāja Yoga”, de la Escuela de Pensamiento del Vedānta. Rāja Yoga significa “Camino Real”, también llamado Aṣṭāṅga Yoga, y es uno de los Cuatro Senderos básicos para alcanzar la Salvación, junto al Bhakti Yoga, Jñāna Yoga y Karma Yoga. Esta enseñanza del Rāja Yoga es importante porque es un recorrido que lleva al Camino de la Salvación y a la unión con Dios a través del dominio de los sentidos y de los pensamientos y eso nos hace libres y nos pone en Comunión con Dios a través de la Meditación”.

“Lo que quiero decir a todos es que Yoga no es una religión, sino una Ciencia Sagrada que nos ayuda a alcanzar la unión con el Padre Amado; pero hay dos Fundamentos importantes que seguir, dos Principios fundamentales de la Vida, que son las cosas que hay que hacer y las que no hay que hacer. A las primeras se las llama Niyama: Alegría, Pureza, Estudio de Sí mismo, Austeridad, Devoción al Señor; mientras las cosas que no hay que hacer, llamadas Yama, son: No-violencia, No-robar, No-avidez, No-sensualidad, No-mentir.

Estos son los dos Principios fundamentales para aquellos que siguen un Camino de Yoga. Sin estos Principios no existe el Yoga y no existe la Comunión con el Amado Padre.

El Yoga no es solo Ejercicio, sino Estilo de Vida que hay que vivir en cada instante de la jornada, todos los días del año y por el resto de nuestra existencia, durante todo el día, algo que practicar las 24 horas, a través de la Meditación, la Introspección, el Silencio, los Sacrificios, el Servicio, el Reaccionar Sabiamente, la Inmobilidad, el Escuchar, el detenerse a escucharse.

Yoga significa Unión, Armonía, Equilibrio, Paz interior, estimulando al cuerpo físico, energético, mental, emocional; Yoga significa Conciencia de una correcta alimentación, de una postura correcta, superación del estado mental, dominio de los sentidos.

Es por eso que el Yoga no es algo que se hace, sino que se vive a cada instante de nuestra vida, sin competir con las demás disciplinas y sin juzgar. Esta es la Verdadera Esencia del Principio del Yoga, por un cambio y una renovación”.

Posteriormente Eugenio respondió algunas preguntas referidas a Yogananda y a su Enseñanza:

“Has hablado de Paramahansa Yogananda y ahora todo está vibrando dentro mío. Para mi él ha sido un gran maestro iniciático en el Camino del Yoga, que desde hace veinte años vivo y enseño. Yogananda para mi fue un gran maestro de hecho y de vida, porque todavía hoy mi familia y yo, mi compañera y mis niños, vivimos al maestro también en nuestra casa, con los videos, en el Templo, con los cantos, la lectura de todo lo que tiene que ver con él. Él ha marcado mucho mi vida, incluso guiándome hacia un lugar solitario, durante cinco años que viví como ermitaño, después de habérseme aparecido durante una meditación y de haberme guiado hasta allí; y allí me dio grandes Instrumentos Iniciáticos para el Camino del Yoga. Yo soy un discípulo de Yogananda, soy un Kriyaban [“Iniciado en el Kriya” – n.d.t.] y, a través suyo, a los chicos a quienes les enseño Yoga entrego las Enseñanzas de lo que el me ha sido transmitido.

Uno de los Principios fundamentales del maestro Yogananda es la Fuerza de Voluntad. El accioma de Yogananda es:  “La mayor Voluntad, el mayor flujo de Energía”. Él creó una Práctica para estimular nuestra Fuerza de Voluntad y, al mismo tiempo, poder energizar con Energía Cósmica cada célula de nuestro cuerpo de Vida y de Luz. A dicha práctica la denominó “Ejercicios de Recarga”, la misma aumenta la Conciencia, energizando cada una de las partes del cuerpo y de la Mente, dirigiendo la Energía hacia donde nosotros queremos. Cuanto más conscientes somos del flujo de Energía, más capaces somos de dirigir esta Energía gracias a la Fuerza de Voluntad, no solo hacia el cuerpo, sino hacia cada cosa que hacemos, hacia el trabajo, la cotidianidad, el ser creativos, la meditación, Dios, y hacia cada aspecto de nuestra vida”. La enseñanza del gran Genio Solar Paramahansa Yogananda está relacionada de manera indisoluble con el hecho de alcanzar la Conciencia Crística.

“Yogananda, como hindú, llevó el Yoga hasta el Occidente, incluso hasta América, una nación muy unida a la materia y a su atractivo. Gracias a su ser iluminado y gran Avatar que viene del Sol, Yogananda logró cambiar la conciencia de millones de americanos que aún hoy son portadores de su Enseñanza. A través de la práctica del Yoga, de la Meditación y del Kriya Yoga, logró despertar a muchas almas, en la Práctica y con sus Enseñanzas”.

Eugenio señaló la maravillosa relación de Unión que manifestó Yogananda en toda su vida terrenal y en sus obras. Para el Gurú hindú Cristo representa al Maestro de los Maestros, el más Grande de los Avatares, que dio la Vida por Sus Hermanos, alcanzando el ápice de la Evolución de Conciencia que se expresa en el haber manifestado la Eternidad del Espíritu, el Amor Absoluto e incondicional, la total Realización del Ser humano, divino, universal y cósmico, la Conciencia infinita de la Presencia del Espíritu Omnicreante que mueve los mundos y los universos y que plasma la Vida siendo Vibración Omnipresente en el Cosmos, simultáneamente tanto inmanente como trascendente.

“Yogananda logró, siendo hindú, elevar la Conciencia Crística. De hecho un Principio fundamental del cual hablaba a menudo era el de conducirnos hacia la Conciencia Crística Universal.

De hecho, como individuos estamos limitados por los deseos, por los intereses, por nuestro bienestar personal: amplificándonos únicamente hacia nuestros afectos, parientes y amigos, así paralizamos nuestra conciencia.

En cambio, eliminando nuestras malos hábitos, los automatismos, las tradiciones, las convicciones y los prejuicios, la Conciencia Crística comienza a extenderse como un elástico que puede estirarse sin romperse. Esto es algo muy importante. A menudo él [Yogananda] hablaba de la Conciencia Crística, porque el Cristo para él fue un Gran Maestro que dio una Gran Enseñanza.

Por lo tanto, cada vez que hacemos algo por alguien más sin ningún motivo egoista, podemos entrar en la Esfera de la Conciencia Crística y la conciencia [individual] se expande. La Compasión es una llave de la Conciencia Crística y cada vez que hacemos algo por los demás, con la misma pasión, con el mismo amor, con la misma conducta con la que lo haríamos por nosotros mismos o por nuestra familia, entramos en el vasto Reino de la Conciencia Crística. Es por ello que nuestro primer paso hacia la Conciencia Crística es el Altruismo: es lo que hace falta para expandir la propia conciencia, para incluir los intereses y el bienestar de nuestro prójimo.

Y otro Camino Metafísico para alcanzar la Conciencia Crística es la Meditación, junto al incesante Esfuerzo Espiritual del Altruismo y del Amor incondicional.

Por lo tanto Yogananda jugó un rol clave para convertir al Yoga y a la Meditación ámpliamente aceptados en Occidente. Su Amor, sus Enseñanzas, han inspirado a millones de personas”.

Al final de la entrevista, Eugenio quiso compartir con nosotros una intensa Oración que Yogananda dirigía a Cristo en los momentos de Éxtasis. La Oración, que lamentablemente no salió al aire para que escucharan los oyentes, permitió sellar y condensar el mensaje transmitido por Eugenio:

“¡Oh Cristo, Amado Hijo de Dios! Te aventuraste en el tempestuoso mar de los ánimos perturbados por los prejuicios. Las olas de sus crueles pensamientos azotaron Tu tierno Corazón.

Tu Pasión sobre la Cruz ha sido una Victoria Inmortal de la Humanidad sobre la fuerza, del Alma sobre la carne. Haz que Tu Ejemplo infalible nos empuje a soportar con valor nuestras cruces más pequeñas”.

Envueltos en el caos cotidiano tendemos siempre a abandonar nuestra Verdadera Esencia, olvidando que Cristo vibra dentro nuestro, en nuestro Plexo Solar, y siempre nos muestra Su Presencia y Su Cercanía, a través de la Gracia de la Señal Viviente en Giorgio Bongiovanni y a través de las Señales que nos sigue dando en este escorzo de existencia terrenal. Muy a menudo nos olvidamos del Honor, de la Gracia y de la posibilidad evolutiva que nos está ofreciendo el Cielo, a través de la conciencia de la Verdad Cósmica de la Ciencia Sagrada del Espíritu.

La posibilidad de poder aprender, comprender y poner en práctica la Enseñanza Crística en la Iglesia Iniciática de Juan es el Regalo más grande que el Cielo nos haya podido hacer, de la misma forma que es un inestimable Regalo el haber encontrado la Unión de los Hermanos Espirituales, en este Planeta doliente guiado por hombres sedientos de poder y de dinero que siguen dividiendo lo que tiene que permanecer unido.

La Scientia Nova que tenemos que saborear y entender a fondo, con la práctica de la Acción altruista y cultivando las Virtudes del Espíritu, es un Saber Universal, compartido por aquellos que, habiendo sido iluminados en la frente y en el corazón, aceptan el Camino, la Verdad y la Vida de la Conciencia Crística.

Ante los Ojos de Dios la magnificencia de la Creación, vibrante de Su Amor por nosotros, se condensa en el “Juego Divino” del Eterno Devenir, cuya esencia es sagrada. Un Juego en el que nuestro Espíritu Individual es capaz de desgarrar el velo de Maya de la eterna ilusión, únicamente si cumple con el Esfuerzo Sagrado de expandirse en la Verdad del Crístico Sol Invicto; un Juego cuya clave fundamental es la Comprensión permanente del “Estado de Conciencia”.

De esa manera nos convertiremos en las “Señales en la Tierra” de la Buena Nueva, para todos los sedientos de Verdad y de Justicia, para despertar a las almas que aún duermen y sacarlas de las tinieblas de la ignorancia, fuera de la metrópolis de los muertos que entierran a sus muertos.

De esa manera nos convertiremos en instrumentos humanos de la Salvación Divina:

Instrumentos relativos conscientes de la Voluntad Absoluta:

Colaboradores de los Jardineros del Cosmos...

Y nos entregaremos a los Hermanos que permanecen hipnotizados por el engañador, seremos impulsados y compenetrados por esa Vibración de Amorosa Justicia que sabe ayudar y despertar a aquellos que tienen necesidad de consolación espiritual y aliento.

Agradecemos muy especialmente a Licia Lucarelli, Compañera de Eugenio Riganello y madre de sus espléndidos gemelos, la cual se ha prodigado con gran amor de modo tal que la entrevista fuera organizada de la mejor manera. Gracias por la Paz que siempre sabes transmitir.

Además deseamos transcribir las Palabras Celestes transmitidas por Giorgio Bongiovanni, en las que podemos saborear la luminosa Verdad de la Real Identidad Espiritual del Querido Eugenio Riganello:

¡EUGENIO, HERMANO MIO Y HERMANO NUESTRO!

EN TI VIVEN Y OBRAN EL AMOR Y LA ENSEÑANZA DEL GENIO SOLAR CRISTICO PARAMAHANSA YOGANANDA, ARCANGEL DE LUZ Y MENSAJERO DE CRISTO JESUS. ÉL, EL MAESTRO YOGANANDA, VIVE Y OBRA EN LA DIMENSIÓN ASTRAL, PREPARANDO JUNTO A LOS AVATARES DE LUZ LA GLORIA DE CRISTO EN EL MUNDO.

TU HUMILDAD Y CONOCIMIENTO AL MISMO TIEMPO NOS DONAN FUERZA, ENERGIA Y CIENCIA DE LA ESCUELA ANTIGUA Y SOLAR DE LOS VEDA Y DE LOS AVATARES DE LA CUNA ESPIRITUAL DE LA MADRE TIERRA.

GRACIAS HERMANO EN CRISTO.

¡A LAS ALMAS QUE LEERAN EL TESTIMONIO DE EUGENIO PODEMOS SOLO REPETIR UNA VEZ MAS!

¡LEED! MEDITAD Y DEDUCID.

Un abrazo grande a todos

Marco y Francesca