Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

amore bambini100Por Susi Monacelli

Acaba de terminar un nuevo año y finalmente llegó la Navidad. Un nuevo evento, de una importancia universal, el nacimiento de Jesús, Maestro de todos los maestros y Salvador de todos nosotros, pobres esencias encarnadas para cumplir la misión de servir a Cristo apoyando a la obra que el Cielo le ha confiado a Giorgio Bongiovanni.

La Navidad... tan esperada por grandes y chicos. Sobre ellos querría concentrarme, sobre esos seres puros, venidos a esta Tierra para ayudarnos a crecer y a superar nuestros límites.

Transcurrir la víspera junto a ellos es una emoción única, te transmiten una alegría y una serenidad que son los ingredientes esenciales para vivir plenamente la magia de la Navidad.

Cuando los miras a los ojos te pierdes en la profundidad de sus seres inmensos y todos los problemas y los pensamientos relacionados con la naturaleza humana se desvanecen como la nieve al sol.

Nuestro Sol, aquel que nos calienta y nos da vida, que nos ilumina siempre y a pesar de todo, aquel al que tenemos que tener como nuestro ejemplo absoluto. Siempre está presente, tanto en los días de tormenta como en las noches, su presencia se percibe en cada instante. Gracias Padre Adonay porque nos das la vida y nos entregas a tus parvulitos para que los asistamos y ayudemos a crecer en este terrible mundo, haremos lo imposible para que sean preservados del odio que a esta altura reina en toda la humanidad.

Es por ello que nosotras, las madres y maestras, decidimos crear un espacio en el arca exclusivamente para ellos, bien estructurado y estudiado especialmente para permitirles desarrollar sus actividades de jardín maternal pero con las enseñanzas crísticas que Giorgio nos ha dado. Gracias a esto pudimos esperar la llegada de la Navidad, día tras día, desde que comenzó el mes de Diciembre. Tuvimos muchas actividades: desde el armado del Arbolito – objeto simbólico de la Navidad, pero que siempre es importante para los niños – hasta la construcción, con sus propias manos, de todos los personajes del pesebre, hasta el niño Jesús, mientras tanto les íbamos contando la historia de Su nacimiento hace ya dos mil años. Y con esas mismas manitos realizaron galletitas, caramelos y regalos para entregar a los hermanos que llegaron de todas partes de Italia para compartir la Navidad juntos. También encendimos una gran vela, símbolo de la luz interior que nos impulsa a luchar cada día. Y precisamente esta vela fue la protagonista de esta víspera de Navidad. El 24 de Diciembre nos reunimos todos para festejar juntos ese maravilloso evento en el arca, contando con la presencia de Giorgio, nuestro faro que nos indica el camino a seguir.

Luego de una deliciosa cena preparada con un inmenso amor crístico por nuestra amada Pina los niños nos presentaron un pequeño espectáculo para alegrar la velada... Era la primera vez, para ellos, que compartían con los representantes de todas las demás arcas los dones y las enseñanzas adquiridos en nuestra pequeña pero gran escuela.

No fue fácil reunir a todos los chicos, sumado al hecho de que ya se había hecho tarde y estaban cansados. Admito que pasé algunos momentos de pánico... yo, que siempre había mantenido la situación bajo control, en este instante creí que no lo lograría... pero luego, gracias a la ayuda de las demás maestras, Alice y Claudia, dos espléndidas colaboradoras que el Cielo ha puesto a mi lado, pudimos calmar la situación... y ni bien comenzaron a sonar las primeras notas en la sala cambió la energía... facilitando todo... los niños, acompañados por la celestial música de nuestra amada Elisabetta, comenzaron a cantar una canción mientras llevaban a Giorgio el regalo de la vela encendida, como el fuego que arde en cada uno de nosotros... el Fuego Crístico... La emoción era muy grande al ver a estas pequeñas criaturas expresando con extremada timidez lo que habían aprendido en el jardín y también era muy emocionante saber que, mínimamente, yo había hecho mi aporte para que eso ocurriera...

En este pequeño rincón del Paraíso uno se pierde por un instante y se olvida de que la mayoría de los niños y de la humanidad ni siquiera pueden llegar a imaginar que exista un mundo diferente a aquel en el que viven.

“... Dejad que los niños vengan a mi...” dijo Jesús... pero en este mundo cruel y materialista no siempre es sencillo. No todos los chicos se sienten libres, como los nuestros, de expresar sus talentos y de dejarse acompañar de la mano por el Cristo. Hay muchas criaturas de Dios que mueren de hambre, a pesar de, como dice siempre Giorgio, ser espíritus que se purifican y evolucionan, jamás me resignaré a esa masacre, mientras se gastan miles de millones de dólares en el comercio de armas. Un billón quinientos setenta millones de dólares (http://www.unpuntoenelinfinito.com/messaggi-celesti/7666-santa-navidad-2016.html ), es la noticia que se dio a conocer apenas unos pocos días antes de Navidad, luego de la cual surgió la primera parte del Mensaje de los Seres Solares para la Santa Navidad y que Giorgio nos lo leyó con la voz del Verbo crístico en este mundo. Descubrir estas verdades provoca un estruendo en nuestros corazones... El mensaje es una aclaración concreta sobre quién es el verdadero Dios. “Nuestro Dios – explicó Giorgio – Jesús Cristo no es el dios de las armas, el dios tirano que bendice las armas para la guerra. El Dios que nos ha salvado con la cruz, el Dios que se hizo hombre, ese es mi Dios, Jesús Cristo que posee al Espíritu Santo en su corazón es el Espíritu del Padre Adonay, ese Dios invisible al que nadie ha visto, se encarnó en Cristo, amigo de los pobres y de los débiles... es por este Dios que hoy, en el día de la Santa Navidad, os pido a vosotros, hermanos míos, que me acompañéis en un cántico al Señor, Nuestro Dios, a la espera de Su Venida.”

Después de estas palabras santas nos dispusimos a escuchar con el corazón vibrante un canto dirigido al Padre Adonay... en un instante la sala se llenó de magia, las dulces melodías de las voces de toda la platea retumbaban en el aire, la emoción llegaba al máximo... al cerrar los ojos nos veíamos proyectados hacia otro mundo. Santa Navidad 2016: Canto al Señor nuestro Dios a la espera de Su venida - Segunda parte) - (http://www.unpuntoenelinfinito.com/messaggi-celesti/7667-santa-navidad-2016-2.html) “... gracias hermanos y que Dios os bendiga a todos. Amen”.

Gracias a ti, Giorgio, por habernos hecho partícipes de este milagro... el milagro de la Vida... (UN PASO DE UN LARGO CAMINO QUE CONDUCE HACIA LA SUBLIMACIÓN ABSOLUTA DE LA MATERIA, HACIA LA RADIANTE CONTEMPLACIÓN CONSCIENTE DEL ESPÍRITU, HACIA LA SUPREMA META, HACIA DIOS) Mensaje de Eugenio Siragusa.

Giorgio nos contó que “este era el canto que entonaba Jesús por las noches, junto a los apóstoles, Juan el Bautista predicaba todas las mañanas y todas las noches, después de bautizar recitaba esta oración ‘el Señor es nuestro Dios, el Señor es único, el Señor es grande, el Señor es nuestro Dios’, como un mantra”.

Estimulando por las preguntas Giorgio explicó detalladamente quién es el Dios Adonay y quién es el dios Yahveh. El primero es “aquel que dijo ‘Yo soy aquel que soy’, mientras que el otro es sibilino, dice cosas correctas pero luego te ordena matar, asesinar, conquistar como lo hacen hoy en día las naciones que van a la guerra en nombre de Dios”. De hecho Jesús, en el Evangelio, “jamás nombró únicamente a Adonay, o a mi Padre, o a Abbah, que es el Padre”.

La Venida de Cristo sirvió para hacerle comprender al pueblo cuál era el verdadero Dios y para “darle la posibilidad al hombre de redimirse, de lo contrario seguiría quedándose en el desconcierto, hasta el día de hoy. Ahora todos sabemos y no nos será permitido equivocarnos. No estamos justificados. Si Cristo no hubiera venido hoy en día Dios no tendría razón y tendría que perdonar a los hombres. Pero como Él vino y nosotros hemos perseverado en el pecado regresará como Juez”. En realidad el juicio ya está “en curso. Pero Él es la infinita misericordia y tenemos que ser conscientes de ello y hacer obras hasta el último segundo. Porque también es cierto que el Señor dijo: ‘Hasta que Yo no aparezca la posibilidad de redención será para todos’.” Obviamente Giorgio remarcó con fuerza “aquellos que se arrepientan tienen que hacer obras a favor de la vida, de lo contrario no es un arrepentimiento verdadero. Cuando Él regrese lo único que tendrá que hacer es dar la sentencia positiva, o negativa, y nos mostrará los motivos de esa decisión”.

Además, como siempre ocurre, Giorgio nos hizo un llamado para que mantengamos la Unión entre nosotros y nos pidió que prestemos atención porque es muy alto el riesgo de perdernos “pero si estamos unidos en Jesús Cristo, con amor, con armonía y no nos dejamos llevar por las cosas materiales, como el dinero, la ambición, el poder, los proyectos materialistas, no nos perderemos... Hoy nos vemos obligados a decidir”. Aquellos que quieren un mundo mejor “tienen que esforzarse porque quienes se queden quietos, quienes no se rebelen ante esta situación actual serán arrastrados por la parte opuesta”. Incluso nosotros, los hermanos, que ya hemos decidido, no estamos exentos de todo esto, es más “seremos puestos a prueba, más que los demás”. Dado que contamos con todo este conocimiento para nosotros no puede existir una cosa intermedia, no podemos quedarnos a mitad de camino, sino pagaremos una pena “seremos arrastrados por una sociedad a la que no amamos y desearíamos que fuera mejor”.

Para explicar mejor el concepto Giorgio dio un ejemplo: “¿Si ahora se os pidiera que apoyarais tiempo completo la causa, en la comodidad y sin preocupaciones económicas, todos aceptaríais sin dudar. Pero si el día de mañana os llegaran a hacer la misma propuesta pero en condiciones diferentes, en una sociedad en la que reina un poder que trata de asesinaros y os tuviérais que esconder, como prófugos, y luchar como lo hicieron los partisanos, estáis seguros de que vuestra respuesta sería la misma?”. Y esto es precisamente lo que ocurrirá. “El Señor nos abrirá el camino, justamente en esos tiempos”.

Escucho y reflexiono... “Si no sois como los niños no entraréis en el reino de los cielos...” Jesús insiste... tenemos que ser puros y simples como ellos... Y cada día que pasa comprendo aún más la profundidad de estas palabras. No espero poder entrar en el Reino de los Cielos, pero trabajaré para que ellos puedan hacerlo, ruego al Padre para que guíe mis pasos y mis obras en este camino...

Susi Monacelli

13 de Enero de 2017