Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

gotaPor Loreley Latierro y Adriana Navarro
Montevideo, 2 de octubre de 2016.

Nuevamente todos esperamos ansiosamente la comunicación con Giorgio, nuestro hermano, nuestro amigo, nuestro maestro. Los hermanos de las diferentes arcas y lugares ya están prontos, expectantes. Daniel hace los enlaces y la comunicación con Italia. Es una forma de sentirnos unidos más allá de las distancias. Se siente el calor de las palabras, la frescura de las bromas, la emoción del reencuentro.

Sabemos que cada contacto con él nos da fuerza, certeza, información del Cielo y de la Tierra primordiales para comunicar en este mundo. Mundo que camina a pasos agigantados hacia la autodestrucción. Es por ello que debemos estar más fuertes, atentos, disponibles y operantes.

Como en un sencillo ritual, que tiene una profundidad que quizás no sabemos apreciar, Giorgio siempre pide el saludo de todos los hermanos que están en comunicación, antes de pasar a trasmitir una nueva enseñanza para todos.

G.: “Abrazo grande a todos, buenas noches. Estoy en la casa de mi mamá. Ayer estuve visitando la familia de Enzo. Su espíritu está desde la luz, participando, desde otra dimensión apoyándonos, (está) con los ángeles de Cristo.

Ayer estuve en el volcán (Etna) con los hermanos de Sicilia, en un lugar significativo y emblemático para nosotros, para empujar a los hermanos de Sicilia, porque considero que esta forma de hacer la Obra, “al paso del caracol”, era y es un peligro. Creo que los hermanos de Sicilia pueden entrar en una forma de tentación.

El maligno busca separarte, dividirte, alejarte del arca. Lo del ritmo del caracol es una tentación. Toda Sicilia, Palermo, Catania, se pueden perder si este camino lento se transformara en no hacer. Capté que hay incomprensiones, desencuentros.

La recomendación que les doy a todos es evitar la tentación de caminar lentamente. Caminar rápidamente, con alegría y entusiasmo de que queremos servir al Cristo. A pesar que estamos trabajando en algo muy material por necesidad, supervivencia, saber que estamos en este mundo para servir al Cristo nos aleja de las tentaciones. Entonces nuestra fuerza tiene que ser el entusiasmo, la fe. La Obra tiene que ser el alimento de nuestra vida. Servir al Cristo es lo que más nos gusta. Toda nuestra vida centrada en la Obra: trabajar, dormir, estudiar, el fin último es el Cristo. Si tengo que trabajar 8 o 10 horas; estoy cansado, pero si estoy convencido que es por Cristo, es correcto; sino estamos bajo tentación y día a día sin darnos cuenta nos alejamos.

Entonces cuando hacemos una oración o yo les doy la comunión, o hacemos la oración en las arcas pronunciamos estas palabras: por Cristo, con Cristo, para el Cristo. Significa que les estamos diciendo “Soy todo tuyo”. Le entrego todo, hasta mi propia vida. Relegamos a segundo plano todo lo demás. Significa que todo es en pos de él.

Si no tenemos que ser coherentes y decir: “no puedo”, “no tengo la fuerza”, “puedo hasta aquí”, y  entonces seamos honestos y cerramos el arca, y ayudamos desde otro lugar.

Mi disponibilidad con ustedes ahora más que nunca. La palabra Arca, con Cristo, es dejar todo. Ahora más que nunca. Yo les decía a los hermanos de Sicilia: “más que nunca vivimos solamente por ésto.” Cualquier problema humano, lo solucionamos porque el fin es éste, SERVIR AL CRISTO.  Si no, yo no quiero ser parte de ningún arca, porque los tiempos se han acortado. Yo tengo contacto con los Seres del Cielo y tengo conocimiento de cosas que van a pasar, me han dado aproximadamente las fechas. Entonces  más que nunca, a mis hermanos de Sicilia, y ahora a ustedes, si queremos seguir adelante en este camino, nuestro compromiso delante de Él, -no a mi- tiene que ser más compromiso, porque los eventos nos pondrán las espaldas al muro y nos obligarán a  tomar decisiones drásticas, a favor o en contra de nosotros mismos. Por tal motivo, -yo que soy su servidor-, el Cielo me dio el permiso de advertirles lo que va a pasar. En este momento, comparado con los días que van a venir, es un paraíso terrestre, es una cuarta o quinta dimensión. Pueden imaginar lo que se está preparando. Una gran guerra, catástrofes inmensas. Seremos testigos, veremos edificios que se caen, carreteras que se abren y la gente caerá muerta. A nosotros no nos pasará nada, de acuerdo a la elección definitiva. Ya sé que la mayoría de ustedes ya la hizo, pero yo no soy Dios.

Me dijeron: “empieza por Sicilia, y luego se lo dices a todos”.

El tiempo se ha acortado; es Grave. Antes de los grandes eventos se manifestarán señales, que serán flores perfumadas para consolarnos de que Cristo estaba con nosotros en nuestras comunidades.

Entonces diariamente sí tendrán la fuerza y enfrentarán los eventos que vendrán con serenidad en el corazón, de que juntos los problemas se superan. Todos juntos.

La naturaleza es  la cámara de video que nos mira todo lo que hacemos. Será nuestra amiga si servimos la Obra, nuestra protectora si vivimos juntos con el entusiasmo de servir esta Obra, a pesar de estar en el infierno.

La Madre Naturaleza nos pondrá obstáculos y nos castigará si no cumplimos, si no hacemos lo que tenemos que hacer.

Yo estoy contento, porque estoy hablando a gente, -espero no equivocarme- a gente que tomó la elección.

El extremo mal y bien pueden coincidir en las decisiones. El extremo mal y el extremo bien en la segunda guerra mundial fueron lo mismo.

Hoy nosotros que estamos arrogantemente, pero con amor en el extremo bien, tenemos que tomar la resolución final, y es que aunque tengamos un segundo en la vida tenemos que auto-aniquilarnos y vivir en la Obra.

Si nos dedicamos al Cristo, nos auto eliminamos para vivir en función del Cristo.

Perdón dije “nosotros”, -no lo puedo decir- porque es una decisión individual. Yo decidí, cada uno que lo haga –y todos- lo demostramos con las acciones dentro de las arcas.

Alguien puede preguntar: ¿qué pasó? _ Nada.

Lo que me dijo el Padre es “lo que le dices a los hermanos de Sicilia se lo dices a todos”.

Porque los hermanos de Sicilia se pararon, y esta es una señal nefasta para la Obra. Y esto es una señal amenazadora del maligno en contra de todos.

Latinoamérica es un emblema, la más operativa del mundo, pero (esto) es una señal negativa. Estoy seguro que el Padre pronto nos dará la espada, y yo la llevaré junto a ustedes. Más si no tenemos el entusiasmo para llevarla, hasta dar la propia vida, no servirá.

El cansancio interior es una tentación. Si empiezan a cansarse de la obra, entonces están tentados. Hasta que ustedes están felices de hacer la Obra, -sí que tienen un peso-, pero están con la gracia de Cristo, la tentación está lejos.

No necesito preguntas, los dejo para que reflexionen.

Saben que los amo mucho.

La tierra de Sicilia es el extremo Mal y el extremo Bien, (los hermanos) quieren ir a Sudamérica para recargarse. Oren por nosotros y que el Padre me de la fuerza. Pero tengo miedo que el maligno quiera cansarme en el espíritu, pero vuestro amor no lo va a permitir... Vuestra unión, ¡por favor!

Besos grandes, chau. »

A.: Quiero agradecer a una hermana que está lejos, al otro lado del mundo para mi, pero que me dio el ánimo para realizar esta crónica aún si saberlo. Estuve un mes casi postrada, sufriendo unos dolores intensos, y en medio de todo eso pensaba que ya había pasado mucho tiempo de que habíamos escuchado estas palabras tan importantes de nuestro amigo y maestro. A su vez había quedado con Loreley de hacer esta crónica. No quería fallar a ella que esperaba por mi, pero igualmente sentía que no iba a escribir la crónica, los días pasaban y no me recuperaba. Pero entonces durante este tiempo en el que quedé casi anulada, Domingo me trajo una crónica de Sandra De Marco, en la que escribía sobre una reunión que había pasado unos meses atrás. Por cierto, una maravillosa crónica, que recogía una gran enseñanza de Giorgio acerca de cómo el mal es alimentado por nosotros, creado por nosotros. Y entonces me di cuenta que debía escribir estas palabras también muy importantes que Giorgio vertió sobre nosotros con todo su amor a nosotros y obediencia y amor al Cristo y a los hermanos del Cielo.

Así es como se vive la Obra, sin tiempo ni espacio, la construimos con amor. Es el amor de esta hermana, el que me empujó, me motivó. Sus crónicas tienen la luz que sus ojos, los que recuerdo desde que la vi en Italia en el año 2011, durante el viaje que hiciera a sugerencia de Giorgio, junto a Domingo Silva.

Montevideo, 28 de diciembre de 2016.

Loreley Latierro.
Adriana Navarro.