Los sábados, por lo general, en el Arca de Rosario son días bastante agitados ya que la mayoría de nosotros pasa por allí, aunque sea sólo para decir “hola”. El pasado sábado, 17 de abril del 2010, nos fuimos reuniendo en diferentes horarios para realizar distintas actividades.
Desde la mañana, algunos se dedicaron a la limpiar y ordenar cada una de las habitaciones, otros trabajaban en las computadoras, otros estaban limpiando la terraza y arreglando las plantas, los hombres instalaron una parrilla para hacer asados, varios se pusieron a clasificar la ropa que había llegado en los últimos días para Funima, para lavarla, arreglarla y em-paquetarla, otros a podar el árbol que embellece nuestra terraza y que ha crecido tanto en los últimos meses que se estaba lastimando al golpear contra las paredes en las tormentas y, los más jóvenes a darle los últimos retoques al programa de televisión que saldría a las 18,00 hs., por Tierra Viva Tv.
Por mi parte llegué alrededor de las 17,45 hs. para ver el programa de televisión, programa especial llamado “Realidad Extraterrestre”. Los que pudimos, porque otros seguían trabajando, nos sentamos todos juntos en la sala, y pusimos la computadora portátil de Inés para verlo, bajamos las luces, y en un ambiente de comunión, el programa comenzó.
Casi llegando al final tuve la necesidad de salir de la sala y, cuando estaba entrando a la co-cina, veo a Juan Aquino que se había quedado trabajando afuera, que me hace señas desde el pequeño patio que tenemos al salir del comedor.
En ese momento, me muestra que sobre el edificio que está en la vereda de enfrente del Arca se podía ver una nube diferente al resto. El cielo, por cierto, estaba cubierto de nubes, que parecían pinceladas blancas, y ya estaba atardeciendo. Pero esa nube no era en nada parecida al resto. Era una nube circular, bastante grande y de un color naranja-rojizo hermoso, que se destacaba entre las otras blancas. Entonces Juan me dijo: “Se está moviendo...” y los dos nos quedamos por unos segundos mirando cómo, lentamente, esa figura se movía hacia arriba en forma suave y en sentido contrario al de las demás nubes.
Supimos inmediatamente que era una astronave, y nos emocionamos al saber que nos visi-taban y que nos daban el privilegio de verlos.
De pronto cambió de color y se transformó en una figura gris que parecía una sombra detrás de la blancura de las nubes en el cielo. Comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo lentamente hasta que en un segundo, y así como había aparecido, se desvaneció.
Lo comentamos con Juan, y sentí la alegría que nos invadía. Entonces decidí entrar en la sala para contárselo a los que estaban viendo el programa. Cuando llegué estaban pasando ya los títulos, y fue ahí que me di cuenta que la presencia de nuestros hermanos celestes fue justo en el momento en que en el programa estaban contando la historia de Giorgio, las etapas de Su Obra y hablando de la Nueva Teología, por lo cual la visita cobró un significado mucho más importante para mí.
Fue la primera vez que tuve la oportunidad de ver de manera tan clara una astronave, por lo que les estoy inmensamente agradecida por la oportunidad que me dieron, y feliz de saber que nos acompañan y que siempre están cerca de nosotros.
Fue una experiencia asombrosa que no podía dejar de compartir.

Ana Clara Döhle
Arca Lily Mariposa
Rosario, Santa Fe, Argentina, 18 de Abril de 2010