Son las 13:00 horas y Ángelo, Giorgino y yo estamos en viaje hacia Corleone, para asistir a la presentación del libro “Don Vito. Las relaciones secretas entre estado y mafia en el relato de un testigo de excepción. Escrito por Francesco La Licata y Massimo Ciancimino. El camino es largo, nos esperan tres horas de viaje en auto y el tiempo no es de los mejores.
Antes de llegar a la salida de Villabate nos detenemos en Casteldaccia, para buscar a Giuseppe Leotta y a su novia Marilina.
Giueseppe es un hermano de hace mucho tiempo, quien conocía y frecuentaba el grupo de Eugenio Siragusa en los primeros años '90 y que por muchos años trabajó como redactor en la revista mensual “La Voz de los Jóvenes”.
Luego de esta breve pausa partimos nuevamente hacia Corleone que se encuentra en el interior de Sicilia. Pasamos por carreteras inmersas en los campos. Por un lado las extensiones de los prados verdes dan una sensación de serenidad, de paz, pero al mismo tiempo todas esas curvas, las obras que se están realizando, las carreteras privadas de casas y el cielo nublado, trasmiten un estado de angustia. La sensación es la de no llegar nunca y personalmente siento como que estuviéramos recorriendo el camino que va hacia el cementerio.
De hecho, cuando llegamos al pueblo me doy cuenta de que no es así, ya que está todo en buen estado, limpio, las calles conservan el pavimento antiguo, no el asfalto moderno. Las calles son angostas y todas en subida.
Llegamos al C.I.D.M.A (Centro Internacional de Documentación sobre las mafias y del Movimiento Antimafia), subimos al primer piso donde se encuentra la sala de reuniones y de inmediato nos  encontramos con Massimo Ciancimino y con su escolta. Nos dirigimos a la sala y comenzamos a dar una recorrida para mirar; en el hall anterior se encuentra una enorme estantería que va desde el suelo al techo y contiene el archivo, constantemente actualizado, de los actos de tres procesos a la mafia, instruidos por los jueces Falcone y Borsellino.
La sala lleva el nombre de Carlo Alberto Dalla Chiesa. Sobre las paredes están colgadas algunas fotos en el momento de la detención de los jefes mafiosos como Riina, Provenzano y Bagarella y una foto de los jueces Falcone y Borsellino.
Mientras esperamos que lleguen Giorgio y los hermanos de Sant'Elpidio el cuerpo de policía con perros adiestrados, realiza el habitual recorrido para hacer la requisa de toda el área.
Mientras tanto llegan Anna, Lorenzo y Silvia a quienes saludamos afectuosamente y enseguida nos disponemos a organizar el stand informativo sobre la revista Antimafiaduemila.
En el ajetreo veo un afiche en la puerta de ingreso de la antecámara de la sala de reuniones que capta mi atención. Entonces me acerco y noto que se trata de un encuentro organizado por el movimiento de la “Renovación del Espíritu”, que tiene la imagen de una llama que sale de una “bugía” (término que se usaba en el pasado para indicar un porta vela y que ya nadie utiliza desde hace años, porque ahora en nuestro idioma tiene otro significado, el de “mentira”. Aparentemente se llamaba “bugía” porque al contrario de las velas escondía la parte final y por lo tanto mentía sobre la duración de la luz). Encima de ella se recorta una frase del Evangelio según Lucas: «Nadie enciende una lámpara y luego la pone en un lugar escondido»... Lo percibo inmediatamente como una señal ligada a la Verdad que no puede ser escondida e imagino cómo Ciancimino con sus declaraciones hubiese encendido una lámpara que ya no puede apagarse volviéndose atrás.
Inmediatamente llegan Giorgio, Francesco y los hermanos de Palermo y luego Valter, Domenico y Carla de Pordenone.
Alrededor de las 17:30 comienza la presentación del libro: los distintos relatores exponen sus ideas con respecto a la polvareda levantada por las revelaciones de Ciancimino en los últimos meses.
En especial recuerdo las ponencias del actual intendente de Corleone y la del ex intendente, ambos determinados y fuertemente predispuestos a que se descubra íntegramente la verdad sobre los atentados del '92 y '93. A pesar de su diferente extracción política han demostrado una gran sintonía y una voluntad común de afirmación de la verdad y de la Justicia. Cuando Giorgio toma la palabra no va con rodeos. No da lugar a dudas o a malos entendidos sobre aquella que es su evaluación de los hechos, sobre el rol extremadamente ambiguo de los Servicios Secretos y sobre la complicidad de la clase política para la realización de aquellos nefastos eventos que caracterizaron la parte final de la historia de la primera República.
Massimo Ciancimino se demostró abierto a todo tipo de crítica por parte del público, demostrando una gran sinceridad en sus intenciones. De hecho parece precisamente que no quiera esconder nada.
La crítica surgida del público, que por otro lado era la más predecible, fue que comenzó a hablar de estos hechos luego de tanto tiempo y esto seguramente lo pone en una posición de ambigüedad con respecto a la gente que escucha sus revelaciones.
En los últimos tiempos este ha sido un pretexto utilizado por ciertos sujetos involucrados en las cuestiones citadas, principalmente por el Premier Berlusconi, para desacreditar su persona.
Otro punto importante de su ponencia se refiere al hecho de que los procesos pendientes en su contra están por caer en la prescripción y que él para eliminar cualquier duda sobre su buena fe, junto a su mujer decidió de renunciar a ese derecho. Es decir, por el simple hecho de que, a diferencia de su padre, él quiere evitar que sus hijos puedan recibir un legado negativo.
También fue muy bella la participación de una señora del público, quien dijo ser una víctima de la mafia. Afirmó que su marido que era empresario, fue secuestrado y asesinado por mafiosos, a pesar de que esto no haya sido verificado plenamente por la magistratura y alentó fuertemente a Ciancimino y a Francesco La Licata (periodista del periódico “La Stampa”), para que no se rindan en este camino, por más tortuoso que sea, que lleva a la afirmación de la Verdad.
También le dijo a Ciancimino que no tenga miedo de ser considerado loco por lo que dice, porque incluso con ella utilizaron ese método, definido por ella misma como el “lenguaje mafioso”. Esto es porque cuando las revelaciones son tan escandalosas que no pueden ser digeridas fácilmente por la opinión pública, el único medio conocido para defenderse es el de demoler la dignidad de la persona en cuestión.
El encuentro termina y en nosotros se ha reforzado la convicción de que Ciancimino haya sido honesto y se haya mostrado deseoso de un verdadero y concreto rescate con respecto a la sociedad, habiendo sido uno de los pocos hijos de mafiosos certificados que haya renegado públicamente la mentalidad y la forma de actuar de su padre. Incluso hace algunos días él recibió hasta las críticas de su hermana Luciana, quien en una entrevista se distanció de la imagen que se da de su padre.
Massimo Ciancimino se ha expuesto mucho, la elección que ha hecho no es fácil ciertamente y es comprensible que haya pasado tanto tiempo antes de que haya tomado consciencia y valor por la decisión a tomar.
Con un poco de tristeza emprendimos el viaje de regreso: no tuvimos tiempo de saludar a Giorgio y a los hermanos. Ellos fueron a visitar la casa donde tuvo lugar el arresto de Bernardo Provenzano, mientras a nosotros nos esperaban tres horas de viaje y no podíamos entretenernos más.


Valeria Di Blasi,
Angelo Aiello
Catania 27/04/2010

Hoy en Italia es un día de fiesta, recuerda el 65º aniversario de la Liberación de Italia del régimen fascista.
Pronunciar esa palabra, liberación, me suena extraño. Se necesitaron años, muchísimas personas perdieron su propia vida por la conquista de la libertad, pero parece que en 65 años no haya cambiado nada. Esta tan deseada libertad todavía no ha llegado. Todavía hoy son muchas las cosas que impiden al mundo entero de ser libre. Basta pensar en cuántos niños mueren de hambre, cuántas injusticias, maltratos, violencias físicas y psicológicas estamos obligados a sufrir cada día. Por no hablar del racismo que arrecia no sólo entre los pueblos, sino también en el interior de las mismas naciones y de la ciudad.  
Hombres al poder que deberían garantizar esa libertad a cada individuo, a cada ser presente en este planeta y que en cambio piensan sólo en sus sucios intereses.
Gracias a Michele, un compañero de trabajo de Ángelo, hace algunos días nos enteramos de un evento que cada año tiene lugar en Linera, una región de Santa Venerina, a poca distancia de Acireale. El nombre del evento es “Basula Fest 2010”, es una fiesta donde grandes y chicos pasan el tiempo comiendo, bailando, escuchando música, etc. Nació como una jornada de fiesta, pensado a favor de la colectividad en el común denominador de la hermandad, de la igualdad y de la alegría de vivir.
Éste se desarrolla dentro del gran Parque Cosentino, donde se pueden encontrar artistas de todo tipo, desde fotógrafos, a marionetistas, a músicos con pequeños stands donde exponen sus propios trabajos.
Este año también nosotros de la Asociación Cultural “Dal Cielo alla Terra – Catania”, tuvimos la posibilidad de participar. Alrededor de las nueve de la mañana Claudio, Federica y Antonio fueron los primeros en dirigirse al pueblo, donde comenzaron a montar el gacebo y las dos mesas. Una hora después los alcanzamos Ángelo, Giorgino y yo, con el material para exhibir. En poco tiempo ordenamos las mesas, una con las revistas de AntimafiaDuemila, que Lorenzo nos había entregado el día anterior en Corleone y el otro con los DVD de Mistery Collection realizados por Studio3TV.


Durante el evento tuvimos la posibilidad de publicitar la conferencia sobre el 2012, los Mayas y los círculos en el trigo, que tendremos en Siracusa el próximo 8 de mayo, cuyo relator será Pier Giorgio
Caria. El afiche que expusimos al público llamó la atención de muchos transeúntes que quisieron anotarse el lugar y la fecha de la conferencia.
La jornada no era óptima, había un poco de viento y el sol jugaba a las escondidas entre las nubes.
Había mucha gente y muchos extranjeros. En particular me recuerdo de una chica mexicana que reconoció el rostro de Jaime Maussan en la contratapa de un DVD. Habían personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos, ancianos e incluso muchas mascotas.
Durante la mañana vinieron a encontrarnos Grei y su amigo Salvo y luego también varios compañeros del trabajo de Ángelo, que se encontraban paseando por allí. Entre ellos Davide y Daniela, quienes la semana pasada participaron de la conferencia de Taormina, demostrando gran interés por los argumentos tratados. Luego recorriendo el parque notamos grupitos de chicos que recogían firmas para la campaña “el Agua no se vende”, iniciativa organizada por el movimiento “acquabenecomune” (agua bien común) a la cual todos nosotros por supuesto nos decidimos adherir. Nuestro stand estaba ubicado cerca de uno de los ingresos. Era mucha la gente que observaba con curiosidad, así como también era mucha la desconfianza: la mayoría se detenían a una debida distancia y cuando alguno de nosotros intentaba dar alguna explicación, parecía que se alejaban casi por instinto.
No faltaron las personas que ridiculizaron el argumento, incluso pudimos constatar que mucha gente ya está en conocimiento del fenómeno ufológico.
Por ejemplo hablamos con un señor de una cierta edad que declaró estar abierto a todo tipo de lectura o argumento, para luego afirmar que en el pasado conoció a Eugenio Siragusa. Nos contó incluso algunas experiencias personales muy particulares.
Luego llegó el turno de una pareja que se detuvo porque le llamaron la atención unas imágenes de uno de los DVD que proyectábamos continuamente en la notebook. Al ver la imagen de Giorgio el chico dice haber visto anteriormente en televisión a ese personaje, que (dijo irónicamente) se negó a someterse a las inspecciones médicas y a los análisis de sus estigmas (claro se refería a la participación de Giorgio en el programa conducido por Enrico Ruggeri su Italia 1, “Il Bivio”, hace algunos años). Inmediatamente intervinieron Ángelo, Giorgino y Claudio, para explicar el detrás de escena de lo que aparentemente había sucedido y de la instrumentalización mediática que surgió luego de esa transmisión.
Alrededor de las 17:30 decidimos desarmar el stand y mientras ordenamos todo el material para volver a casa, se acerca a nosotros un hombre de origen francés, una clase de artista callejero que luego nos contara que viajó por todo el mundo y que él también había venido al Basula Fest para exponer un stand y vender sus propios trabajos. Parece conocer bastante el tema. Dice no nos había visto más por estos lados en los últimos años. Nos alienta a difundir la realidad extraterrestre, sobre todo a los jóvenes y a propósito de esto nos explica que en Catania, en el Instituto Agrario Filippo Eredia, cada segundo domingo del mes, desde octubre hasta junio, se desarrolla la feria llamada  “a fera bio”: un mercadito en el cual se exhiben productos biológicos típicos y locales, que dan la posibilidad de mantener el comercio justo y solidario y proyectos de carácter social.
¡El hombre, que se hace llamar Nanga (o François según el momento), nos invitó el próximo domingo a que vayamos a conocer al responsable de la feria para llevar nuestro stand!
Inmediatamente luego ve el DVD con la imagen de Eugenio y lo define como un gran maestro, nos dice que lo conoció hace años y que estaba en conocimiento de su “partida”.
Después de una breve consulta entre nosotros decidimos regalarle el DVD.
Luego toma también el de la historia de Giorgio, “Una lágrima del Cielo”, afirmando estar al corriente del hecho que se trate del sucesor de la misión llevada adelante por Eugenio.
Entonces deja una oferta y nos saluda uno a uno atentamente recordándonos que no faltemos a la cita del próximo domingo. Hace menos de tres años que yo sigo la obra. Me doy cuenta de que desde entonces hemos crecido mucho, pero el camino a recorrer todavía es mucho y es todo en subida.
Estoy segura de que el afecto que nos une nos ayudará a superar las dificultades.
Estas experiencias, aunque sean pequeñas, nos hacen crecer y creo que sean una clase de preparación para el momento en el cual Giorgio venga a Sicilia para completar su misión.


Valeria Di Blasi
Catania, 27/04/2010