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mara2DIA DE LA MADRE
Es la mañana temprano. Los Rayos del Padre Sol que ha surgido desde hace poco me cosquillean en la cara... abro los ojos y el primer pensamiento viaja hacia mi madre, la madre terrena que con todo su amor infinito me ha dado a luz... ¡hace ya bastantes años! Una madre aguda, responsable, que en esta vida ha crecido junto a sus hijas. Le dedico a ella toda la ternura que siento por sus – a pesar de estar doloridas – infatigables manos, por sus ojos verdes y por esas arrugas delicadas que recorro una a una y las beso con mi imaginación. En la plegaria de la mañana visualizo luego los rostros de todas las madres de nuestro grupo, desde la más mayor hasta la más joven... todas hermosas, una más devota que la otra a la Vida y a los propios hijos. Madres realizadas y madres “potenciales”, todas mujeres junto a las cuales más de una vez nos hemos superado a nosotras mismas, luchado con nuestros límites y defectos, gracias al diálogo sincero, sin distinciones, sin diferencias, sin descontar nada a ninguna... sobre todo gracias a Giorgio Bongiovanni, aquél que se define siervo de los siervos de Dios y que en medio a nosotros ha hecho propio el mandamiento más elevado del Maestro Jesús Cristo: ... “tenéis que amaros entre vosotros como yo os he amado.”

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Nuestra gran familia ha crecido, en número y conciencia... a pesar de saber que el camino a recorrer es tortuoso y largo todavía.
En nosotros ha crecido muy fuerte la necesidad de agrandar el espacio del amor, del respeto y de la profunda gratitud, hacia nuestra Madre Tierra, el planeta viviente, del cual sentimos cada vez más el carácter sagrado en la naturaleza, en los paisajes, en el aire que respiramos y en el suelo sobre el cual caminamos cada día... que desde nuestro corazón surja el deseo de convertirnos en custodios de tan infinita belleza y bondad. ¡Oh Madre Tierra! Inmenso primer amor, origen de toda vida, fuente de todo alimento, altar a cielo abierto, Madre amorosa que provee a la vida de todos sus hijos... los andinos te llaman Pachamama, que significa “madre, tiempo y espacio”, para indicar que eres eterna, que eres cósmica, ya que eres la madre única de todos, como el Planeta Tierra que es uno en la inmensidad del universo. Todo está unido, todo es sagrado, cada forma viviente está conectada una con la otra... los animales, las plantas, las piedras, los cursos de agua, todo representa el cuerpo de la Diosa Madre.

¿A dónde creemos poder ir, a quién pensamos que podemos desafiar aún? Ella, Celeste Esposa del Padre, es tan sabia, inmensa en su capacidad de regeneración que será demasiado tarde cuando comprendamos que a pesar de los abusos y las violencias provocadas, quien verdaderamente está en peligro de supervivencia no es la Naturaleza, el Planeta, ¡sino el Hombre! Este hombre tan arrogante y diabólico, como incurablemente repugnante e inepto.
La Madre Tierra seguirá su evolución, con o sin nosotros, e igualmente la Naturaleza terminará “ganando”. ¿Pero por qué no aprender a respetarla y protegerla, en lugar de desahogar nuestro odio y perjudicarla como si realmente tuviésemos el derecho de hacerlo?

Queridos hermanos, hoy es el Día de la Madre, recuerdo y comparto con vosotros las palabras de Guido Barbera, presidente del CIPSI - coordinación de 45 Organizaciones y asociaciones de solidaridad internacional:
“Una imagen que mucho más que otras une cada meridiano y cada paralelo de nuestro continente es la de una madre que lleva consigo a su propio hijo. Desde que el mundo es mundo nuestras madres tienen con sus hijos una relación piel a piel.
Lamentablemente a menudo para millones de mujeres en el mundo, convertirse en madres y serlo, es un desafío cotidiano, así como para millones de niños sobrevivir al nacimiento es todo un reto. Todavía hoy en el mundo 50 millones de mujeres dan a luz sin asistencia médica y casi 350.000 pierden la vida en el continente africano, en la etapa del embarazo o en el parto. Y las condiciones son aún más graves en el continente africano, donde se registran 866 muertes cada 100.000 maternidades, debido al hecho de que poco más de la mitad de los partos pueden contar con la asistencia por parte de personal calificado. Un dato alarmante, seguramente el peor del mundo. Sin contar luego la mortalidad infantil. Es necesario defender la salud de las madres, promoviendo políticas que reduzcan los casos de muerte relacionadas con el parto, dado que tantas madres llegan al final del embarazo en graves condiciones de desnutrición, con el resultado que afrontan con dificultad los esfuerzos del parto y las complicaciones que a menudo continúan”.

Así es amigos míos, creo que soy una madre muy afortunada. En el pecho de mi hijo carnal arde la llama del Amor por el Cristo, viva e intensa, como en otros chicos y chicas que me sienten un poquito como su madre... su sonrisa, su deseo de luchar, su honestidad y salud espiritual perfuman el aire que respiro... hoy no podría recibir un regalo mayor.

Pero no puedo contener las lágrimas y resignarme al dolor que lacera hasta casi hacer explotar mi pequeño corazón, por todas aquellas madres de este planeta que ya no tienen ojos para llorar... ¡¡¡por los suyos y por los nuestros!!! ¡Sí, nuestros hijos drogadictos, enfermos, hambrientos, golpeados, explotados, violados, vendidos, caídos en las manos sucias de los criminales mafiosos y de los hacedores de guerras, estuprados desde siempre en el cuerpo y en el espíritu por adultos indefinibles, hasta incluso por hombres y mujeres que usan hábitos talares!
“Hijito no es nada... no te preocupes... es la mano de Dios que te acaricia”... ¡NO! Es la mano del hombre que asesina siempre a quien sea y donde sea que pone su pie. Existe un dicho popular que dice “es demasiado tarde cerrar la puerta del establo cuando los bueyes se han escapado todos.”

La percepción que se tiene hoy es que somos demasiado pocos los que deseamos el cambio... los que defendemos a manos y dientes los igualmente pocos hombres justos que han quedado. Parece inevitable la caída en el abismo espiritual, social y político que se ha abierto.
Pero el Maestro de los Maestros cumplirá Su promesa, válida para los creyentes, para los ateos, para los humanistas, los filósofos, para todos.
Él regresará para juzgar a los vivos y a los muertos – en el espíritu – porque la muerte no existe.

A nosotros nos toca el honor de estar al lado de Giorgio Bongiovanni, nos guste o no un hombre “que no forma parte del coro” incorrupto e incorruptible, estigmatizado desde hace 20 años, en esta misión suya y nuestra de Anuncio y testimonio de las Señales que se manifiestan cada día en cielo y tierra. Señales sobrenaturales y de naturaleza divina, que la ciencia no sabe cómo explicar y no puede controlar... como no puede controlar la expansión de las enfermedades, los accidentes nucleares, las reacciones de la Madre Tierra como los terremotos, las erupciones volcánicas, la marea negra de estos días...

Todos hemos comprendido que su tiempo –el tiempo que le queda a Giorgio Bongiovanni a disposición– es poco y que solo en la comunión de intenciones y en el deseo de justicia está el verdadero sentido de la vida.



DEL CIELO A LA TIERRA  


HE ESCRITO EL 21 DE ENERO 2010:  

LA VIRGEN INSISTE  

LA MADRE DE CRISTO APARECE  POR TODAS PARTES Y ANUNCIA A TODOS LA PROXIMA VENIDA DE SU HIJO.  
NOSOTROS SEGUIMOS SU EJEMPLO.  
GRITAMOS EN EL DESIERTO Y ANUNCIAMOS LA JUSTICIA DIVINA, LA CUAL SERÀ PUESTA EN ACCION  POR LA PRESENCIA EN EL MUNDO EN CUERPO, ALMA Y ESPIRITU DEL HIJO DEL HOMBRE JESUS.  
EL TIEMPO HA LLEGADO.  


GIORGIO BONGIOVANNI  
ESTIGMATIZADO  
SANT’ELPIDIO A MARE (ITALIA)  
21 DE ENERO 2010 


Gracias a todos.
Con amor, Mara
9 de Mayo de 2010