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angeloCUANDO ACTUA LA MANO DE DIOS
Hacía bastante tiempo, ya desde hace varios meses, que Enzo nos avisó de que cabía la posibilidad de ser invitados por la asociación “Nuevos Horizontes”, de Belvedere, la cual se ocupa de organizar varias actividades de carácter cultural (representaciones teatrales, eventos musicales, congresos de distinto tipo y muchas cosas más); para presentar una síntesis de los argumentos relacionados con la realidad extraterrestre.
Hace algunos meses, gracias a los contactos laborales conocí a algunos miembros de esa asociación, los cuales se habían mostrado interesados por “nuestros” temas y habían manifestado el deseo de poder conocer aún más los contenidos, participando en varias ocasiones de las conferencias públicas  organizadas en Sicilia por la Asociación Giordano Bruno. La intención de estas personas era la de poder ofrecer un momento de reflexión a sus propios socios, afrontando argumentos un poco más comprometidos que las usuales actividades desarrolladas por la misma asociación, las cuales son de carácter meramente recreativo. Parecía que justamente hubiese llegado el momento: el Cielo lo había establecido. Era el pasado 2 de junio y junto a Valeria y Enzo nos encontrábamos en el Arca del Águila, en Belpasso, para seguir a través de internet la conferencia de Giorgio Bongiovanni de Pordenone. Y es justamente en ese momento que Enzo me comunica que pocos días antes, de acuerdo con los responsables de la asociación Belvedere, había fijado una cita para las 20:00 del próximo jueves, 10 de junio... ¡un día de entre semana! ¡Y además fuera de la ciudad (en Belvedere, provincia de Siracusa)! ¡Con una semana de tiempo de anticipación!

Era como si hubiese recibido un puñetazo en el estómago...No me sentía para nada preparado para ese viaje. Pensé que habría sido más justo posponer la fecha acordada con los demás hermanos, quienes todavía no sabían nada, eligiendo un día más apropiado, quizás un sábado o un domingo. Además pensaba que no tendría el tiempo suficiente como para preparar los temas a exponer, siendo consciente de no contar con tanta disponibilidad por parte de Saro, el más “anciano” y experto en el tema, dadas las grandes dificultades familiares que él tiene que afrontar últimamente.

¡En resumen parecía el momento menos oportuno! Y así lo pensé por algunos días, consultándolo por separado con Antonio, Saro, Valeria, tratando de imaginar cómo poder organizar mejor la reunión, sabiendo que ésta vez me tocaría a mí y a Enzo hacernos cargo por completo.

Me sentía muy ansioso porque, como si fuese poco, la cita coincidía justamente con el día en el que yo tendría que volver a la sede de la empresa donde hago la consultoría informática, luego de 6 meses de actividad desarrollada en una empresa externa, la ST Microelectronics. Un imprevisto cambio de programa que me había complicado la vida y del cual me había enterado apenas una semana antes, ya que a pesar de las buenas premisas, a último momento no había sido posible renovar mi contrato. No sabía que me esperaría en la oficina, qué tarea me habrían asignado y esta incertidumbre no hacía más que incrementar el estrés.
Sin embargo sentía algo dentro, algo distinto de lo normal que me ponía sereno a pesar de todo: era la consciencia de que si me mantenía firme, sin ceder a estos obstáculos aparentemente decisivos para el andar de esa cita, seguramente recibiría una mano del Cielo y de los mismos hermanos del Arca.

Desde cuando sigo activamente la misión de Giorgio, a favor de la Obra de Cristo, he aprendido que las ocasiones, las oportunidades ofrecidas por el Señor no deben ser rechazadas y se tienen que anteponer a los problemas de nuestra vida cotidiana. Deberíamos sentirnos honrados de poder servir la Causa de Cristo y rogar para que Él pueda ponernos siempre en condición de trabajar junto a los demás y por los demás. En este sentido traté de concentrarme en la reunión, como si tuviese la prioridad sobre todo el resto y así fue que las puertas, inicialmente cerradas parecían abrirse como por arte de magia.

Es martes 8 de junio y me siento inspirado desde hace algunos días: una mano del cielo parece acompañar los eventos. A la mañana en el trabajo surge una discusión muy interesante con Davide, un colega que en los meses anteriores había asistido a la conferencia de Taormina y sucesivamente, en compañía de la madre, al congreso de Siracusa cuyo orador era Pier Giorgio Caria. Le despertaban curiosidad las temáticas relacionadas con los extraterrestres y las experiencias de Giorgio Bongiovanni y Eugenio Siragusa, de las cuales yo hablaba generalmente en nuestra pausa de almuerzo con los compañeros de trabajo. El tema de partida es el de las “extravagancias”  de Corrado Malanga, investigador ufológico que en los últimos años ha formulado, en total soledad y basándose según lo que dice, en los resultados de múltiples sesiones de hipnosis regresiva que él mismo ha realizado sobre presuntos “abducidos”, teorías deletéreas sobre la realidad extraterrestre y sobre la función de las “abducciones” alienígenas. Un tema éste que se había tratado durante la conferencia de Siracusa, a raíz de algunas preguntas formuladas con bastante insistencia por parte del público, específicamente por Angelo, uno de los miembros de la asociación “Nuevos Horizontes”, a las que Pier Giorgio contestó con extrema decisión. Este aparente comportamiento convencido de Pier ha impulsado a Davide a investigar la cuestión en internet, a través del cual pudo ver una conferencia que dio hace un tiempo el Profesor Malanga en Palermo.

El enfrentamiento entre nosotros de ese día se reveló interesante y franco, al final se concilió sobre el hecho de que este investigador, en realidad, confunde entidades, cuyas características y su ubicación dimensional son descriptas en las Sagradas Escrituras, con seres de proveniencia extraterrestre. Una suposición la de Malanga, que no es respaldada por ninguna prueba tangible o experimental.
Se ha seguido hablando del dualismo que regula la dimensión material del bien y del mal, de las frecuencias vibratorias y de las leyes de la evolución. Hasta los efectos deletéreos que provocaría un aterrizaje masivo de los extraterrestres, impuesto y no fruto de un explícito deseo por parte de la Humanidad. De hecho esta acción representaría una violación de las leyes y especialmente de nuestro libre albedrío, instrumento a nuestra disposición para proseguir con conciencia, singularmente y colectivamente, sobre el camino de la evolución. La conversación concluye cuando Davide, con extrema naturalidad, me confiesa ser un apasionado de estos temas desde pequeño, cuando sentía hablar a su padre y por el hecho de que este último, o un amigo suyo, había conocido a Eugenio Siragusa personalmente...Luego continúa diciendo que su padre tiene un disco de pasta de música espiritual de Eugenio, regaladas por éste “fantasmagórico” amigo de la familia. Y es en este momento que exclamo: “¡Era por eso! ¡Es por eso que estás aquí y estamos hablando de esto!” Me di cuenta del porqué él estuviese allí para hablar conmigo y del porqué hubiese mostrado todo ese interés, que para mí era inesperado, hacia las conferencias a las cuales había asistido.
Les explico que nada sucede por casualidad y que el hecho mismo de que cada uno de nosotros nazca en un lugar específico del planeta, o en el interior de un determinado núcleo familiar, de determinados padres, no es fruto de la casualidad. Es la ley del karma, la ley de causa y efecto y por lo tanto fruto de una elección consciente nuestra, guiada por nuestra consciencia y por las altas esferas.

Advertí la presencia del Cielo en esos momentos: fue como si Davide me hubiese sido enviado, a través de la figura de Eugenio, para ayudarme a despertar ese conocimiento espiritual encerrado dentro de mi alma y permitirme clarificar los temas. Era la misma sensación que siento cada vez que me toca hablar con mis parientes, amigos o colegas, de las experiencias de Giorgio y de Eugenio, de la realidad extraterrestre, de Jesús y de su vida, despertando la curiosidad y el interés en los demás, a pesar de la desconfianza de siempre...En esos momentos se siente una gran alegría, como cada vez que tienes a tu lado a alguien que se interesa en los importantes interrogantes que le son expuestos.

Como prueba de esta sensación de protección recibo numerosas señales por parte de los Hermanos: una llamada telefónica inesperada, de un compañero del trabajo, por una posible continuidad del contrato de colaboración con el ST, del cual se sabrán más detalles en las semanas siguientes; la confirmación de la organización de la “A Fera Bio” para el siguiente domingo (13 de junio), una feria a la cual el grupo de Catania participa una vez al mes, a través de la exposición de material de Antimafia y de Funima y de los DVD de la colección Mystery Colletion.
Es más, en la tarde Valeria me informa que había recibido una nueva oportunidad laboral, noticia que esperaba ardientemente, después de la preocupación que había vivido en los últimos tiempos.
Y luego Enzo, a la noche, cuando yo le pregunté específicamente por el estado de salud de su suegro, me confía que afortunadamente la operación a la cual éste se había debido someter había tenido éxito. ¡Además para mi gran sorpresa me cuenta que ha recibido una muy buena oportunidad de trabajo y que ese mismo día había firmado el contrato! Un verdadero bálsamo vista la ansiedad de los días precedentes ya que habría tenido que ir inevitablemente a solicitar el fondo de desempleo.

Era como si “alguien” nos estuviera diciendo: “Quedaos tranquilos. Empeñaos y no renunciéis a causa de las dificultades de la vida, a las oportunidades que os son ofrecidas. Trabajad unidos a favor de la vida, por la Obra y veréis que todo saldrá bien. Nada os faltará”. Una confirmación de lo que Giorgio nos repite ya desde hace tiempo.

La toma de conciencia del grupo de Catania parece crecer con el pasar del tiempo. Desde hace poco hemos redactado el acta de Constitución y el Estatuto de la Asociación Cultural “Dal Cielo alla Terra – Catania” y esta reunión en Belvedere parece ser una clase de bautismo para templar nuestras conciencias.

Y aquí estamos, así llegó el 10 de junio, el día de la reunión con la Asociación “Nuevos Horizontes”.
Estoy cansado y un poco debilitado, pero así mismo muy concentrado. El tiempo a nuestra disposición, como ya hemos dicho, ha sido poco y por ello en los días precedentes me he visto obligado varias veces a dormir poco.

Sin embargo, a pesar de mi regreso a la sede en ese mismo día, logré convencer a mi jefe para que me conceda un permiso para ausentarme del trabajo 3 horas antes, pare poder descansar un poco y llegar relajado a la reunión.

La mañana pasa tranquila y en la tarde nos reunimos en la casa de Enzo, en Melilli, con Valeria y Claudio. También está Carmela, la dulce mitad de Enzo, una mujer muy sensible y atenta que transmite serenidad.

Intercambiamos ideas sobre el orden de las participaciones y luego salimos en viaje hacia Belvedere. Allí nos esperan algunos miembros de la asociación y luego del recibimiento nos ponemos inmediatamente a alistar todo para la proyección.
¡Afortunadamente habíamos previsto la eventualidad de que nuestros equipos fuesen incompatibles con los suyos! De hecho después de algunos pequeños problemas técnicos, decidimos manejarnos autónomamente para la presentación, con los equipos que nosotros habíamos traído: video proyector, parlantes y computadora portátil.
Poco a poco va llegando la gente, unas treinta personas y a las 21 horas comenzamos.

Enzo abre la jornada, presentando a nuestra asociación y especificando los objetivos que nos proponíamos alcanzar. Objetivos que no se limitan a la divulgación de temáticas extremas, como la presencia extraterrestre sobre nuestro planeta, sino que quieren formar la base de una toma de conciencia, de un despertar interior, para realizar un cambio activo en la vida de cada uno de nosotros, a favor de los demás, de la comunidad.

Inmediatamente después me toca hablar a mí. Hay que decir que los organizadores de la reunión nos habían pedido que no tocáramos temas relacionados con la espiritualidad y la figura del Cristo, sobre la experiencia mística de Giorgio y otras cosas, sino de detenernos exclusivamente en los argumentos y las pruebas que demostrarían inequívocamente la presencia sobre nuestro planeta de seres provenientes de otros mundos. Por tal motivo inicio con la descripción de la historia de la visita extraterrestre a partir de los eventos del pasado: eventos de los cuales ha quedado la huella en las Sagradas Escrituras, en los textos y en las tradiciones de las civilizaciones más antiguas de la Tierra.
Grafitis y pinturas rupestres, que se remontan a miles de años atrás, que representan extraños seres antropomorfos con aspecto hinchado, similares a los astronautas modernos; representaciones pictóricas de escenas sagradas y escritos del Medioevo y del renacimiento, las cuales contienen simbologías atribuibles a la fenomenología extraterrestre; estructuras megalíticas, que hasta ahora son inexplicables, por los supuestos conocimientos científicos y tecnológicos de ese tiempo; narraciones fantásticas de divinidades que surcan los cielos de las antiguas poblaciones terrestres en todo el mundo a bordo de objetos esféricos o de otras formas.
Surgen las primeras objeciones sobre el porqué se quiera relacionar a toda costa estos sucesos con la fenomenología sagrada y religiosa. Explico la religión, en realidad consiste en un pasaje mental sucesivo realizado por los hombres, que en gran parte está fundado en estos sucesos, los cuales en cambio representan en sí mismos, hechos concretos, hechos que realmente ocurrieron que exceden el concepto de la fe. Y es sobre esto que estamos hablando.
Entonces paso a una breve descripción de la ufología “moderna”, que según el imaginario colectivo  inicia en la mitad de la década del '40, en Roswell, Nuevo Méjico, con el estrelle de un platillo volador. Un caso que el gobierno americano manejó de forma bastante controvertida y poco creíble, admitiendo el episodio públicamente al inicio, para luego desmentirlo en todos los periódicos al día siguiente, dando explicaciones que por decir poco eran irrisorias. Hasta llegar a la repentina oleada de avistamientos y de pruebas documentales, incluso gracias a la difusión a gran escala de las nuevas tecnologías, de las cámaras fotográficas y de las videocámaras digitales, en todo el mundo y especialmente en Sudamérica a partir del eclipse solar del 11 de julio de 1991 (evento predicho con gran exactitud por los antiguos Mayas).
Desde aquí continúo con la exhibición de una secuencia de avistamientos extremadamente significativos, de los casos de los “vigilantes mejicanos” estudiados por Jaime Maussan, hasta el caso del turco Yalcin Yalman, al meramente italiano de Antonio Urzi, nuestro amigo y hermano. Flotillas, EBANI, objetos esféricos luminosos, objetos discoidales de grandes dimensiones, avistamientos diurnos y  nocturnos, realizados por testigos individuales o por grandes cantidades de personas, como en los casos ocurridos en presencia de Antonio y Simona, durante las conferencias públicas en USA, Turquía y Méjico de los últimos dos años.
Al final paso nuevamente la palabra a Enzo, quien cierra la exposición presentando brevemente el tema del contactismo, el cual es descripto como una de las pocas, si no la única, llave de lectura plausible del fenómeno ufológico. Fenómeno que a diferencia de lo que la opinión pública, al día de   hoy presenta fuertes implicaciones en nuestra existencia, implicaciones de carácter social, político, religioso, espiritual, científico y otros.
Así dejamos abierta una puerta para eventuales futuras profundizaciones del tema.

Las personas se quedan pasmadas, parece que las han tomado desprevenidas. Pero inmediatamente después se refugian en la duda, la cual es usada como una clase de escudo protector. Una señora pide se puede ver imágenes de seres de luz, en el caso de que alguna vez hayan sido fotografiados. Le muestro la imagen de Adoniesis y le cuento la anécdota relativa al lugar y a la circunstancia en la cual Eugenio sacó la foto. Como respuesta me dice que sea como sea, es todo una cuestión de puntos de vista  y que cualquiera puede presentar el “hecho”, por más que sea real, de una forma positiva o negativa. Es una señal de que mucha de esta gente ha tenido una relación pasada con el argumento ufológico, que muy probablemente les ha sido presentado de forma “de boicot” difundida en los últimos años: la de los Reptilianos de David Icke y de los grises “devoradores de almas” de Corrado Malanga, para entendernos mejor. Un prejuicio difícil de vencer. Sólo un conocimiento más profundo del fenómeno puede evitar la caída en esta mentira solapada.
Se llega incluso a un debate entre Saro, quien mientras tanto había logrado desocuparse y alcanzarnos en el lugar, y un señor del público que saca el tema del tanto nombrado peligro del Consumismo, portador de pobreza y sufrimientos, al que se ha llegado hablando de la organización de una típica sociedad extraterrestre, basada en el principio de lo ¡“necesario a todos y lo superfluo a nadie”!...Mensaje de claro origen Crístico, pero difícil de digerir...
¡Qué más decir, hay para todos los gustos!...

Concluimos el encuentro recibiendo las felicitaciones por parte de todos por la exposición, seguros de haber al menos cumplido con el objetivo de dar a los presentes algunos incentivos como para reflexionar.
Incluso los organizadores dicen estar muy contentos y nos saludan prometiéndonos que sondearán el terreno para organizar un eventual segundo encuentro de modo de continuar profundizando los argumentos tratados. Luego salimos de los locales de la asociación y nos detenemos a charlar un poco, dejando salir las impresiones sobre la jornada transcurrida juntos.
Dentro mío me sentía muy satisfecho por la fuerza de ánimo con la cual habíamos afrontado la situación, vistas las malas perspectivas, pero al mismo tiempo un poco desilusionado por la reacción de algunas personas del público, especialmente por quienes se esconden detrás del típico “si no veo no creo” actuando, por comodidad como el usual Santo Tomás.
Manifestando estas sensaciones mías nace un pequeño debate.
Claudio considera absolutamente natural esta posición. Dice «Es normal que la gente tenga dificultad para creer en nuestras palabras, nosotros que nos limitamos a transmitir las experiencias de otros, sin haberlas vivido jamás en primera persona. Nosotros no somos nada comparados con Giorgio que lleva adelante la verdadera misión, él que representa con su vida y con las señales que lleva, el mensaje en su forma más completa». Pero yo, notando un sentido de impotencia y desaliento en sus palabras, insisto de forma tenaz y lo aliento a no menospreciar nuestra función, a pesar de admitir que la figura de Giorgio, como es obvio, tiene la capacidad de transmitir una señal más fuerte a la gente, una señal que va directo al corazón.
Sin embargo me pongo a reflexionar: «Creo que cada uno de nosotros representa un “puente de transmisión” del mensaje universal y que el mensaje en sí sea más poderoso que el mensajero, sea quien sea, sin disminuir en absoluto la misión de Giorgio que es la que servimos y acompañaremos hasta que el Señor nos de la posibilidad.
Por lo tanto, si bien los estigmas, u otras señales tangibles, concretas, puedan ser un medio, un elemento para el despertar de los hombres, es el mensaje en su esencia que tiene que resonar y hacer vibrar las cuerdas de nuestra interioridad, de nuestra esencia/espíritu. Y de esto el mensajero puede ser intermediario...pero si el “fuego interno” no arde, en ausencia del mensajero la consciencia se desvanece.

El caso de Moisés y del pueblo elegido es un ejemplo: los israelíes asistieron a eventos sobrenaturales y escaparon de los propios torturadores, los egipcios, gracias a la intervención divina que se manifestó en varias formas y varias veces. Fue suficiente una breve ausencia del caudillo, de la guía, para que esa débil llama se apagase por completo dentro de ellos. Su fe era inducida por la señal tangible, pero faltando la señal la fe se desvaneció. No era verdadera fe, verdadera consciencia. Y este ejemplo sirve para significar que la señal, incluso la más impactante, puede servir para sacudirnos, para despertarnos del entumecimiento, pero la verdadera señal, la más grande, está dada por el “mensaje que resuena”. Es a ese punto que interiormente hemos comprendido la lección».

Nos damos cuenta de que nos hemos extendido mucho en las consideraciones y vemos que se ha hecho muy tarde. Es ciertamente la hora de volver a casa: ¡el camino es largo y mañana se debe regresar al trabajo! Nos saludamos afectuosamente y nos damos cita para la próxima actividad, que sería la del domingo siguiente, en la feria de los productos biológicos en Catania.
Entonces nos dirigimos a casa con la felicidad en el corazón por haber contribuido, aunque sea mínimamente a la Causa de Cristo. El camino a recorrer es verdaderamente muy largo...

Angelo Aiello
San Giovanni La Punta (CT)
21 de junio de 2010