SEÑALES EN EL CIELO Y EL APOCALPISIS DE JUAN “Cada hombre llamado por Dios tiene que hacer una elección social... yo he elegido Antimafia”.
Son las primeras palabras pronunciadas por Giorgio Bongiovanni en el teatro Concordia de Pordenone, en ocasión de una conferencia, que a pesar de ser esa la premisa, en el transcurso de la misma asumiría una connotación totalmente espiritual.
Es sabido que la figura de Giorgio está comprometida en varios frentes de carácter social: la dirección de AntimafiaDuemila, justamente, la ayuda a los niños de los Andes a través de Funima International – representada en este encuentro por la presidenta Mara Testasecca –, la divulgación de un gran mensaje, aquel que ve a la humanidad, en un futuro próximo, como protagonista de un cambio colosal.
El cambio está precedido de una serie de señales que en el curso de la conferencia, somo ha sucedido en muchas otras, son ilustrados por el investigador Pier Giorgio Caria.
En la expresión de estas señales está la respuesta a todas las preguntas y en la capacidad del hombre de asociarlas unas a otras está la posibilidad de trascender la objetividad del material. Los círculos en el trigo, las profecías Mayas, los avistamientos Ovni, los estigmas de Giorgio, las apariciones Marianas, nos acompañan desde hace años... la tierra ha hablado, el Cielo ha hablado, un cuerpo ha sangrado y una Madre ha llorado.
Estas advertencias nos preparan al Apocalipsis, sí precisamente aquel del cual se habla en los Evangelios, para quien ha frecuentado el catecismo esa catastrófica broma sobre el fin de los tiempos, que ¡Oh! ¡Oh! Está por suceder. La educación eclesiástica ha sufrido una manipulación en el curso del tiempo, la iglesia rechaza lo que el Evangelio contempla y condesciende con las aberraciones que tienen lugar en su propio interior.
Luego existe una gran verdad, de la cual el clero no habla, el retorno de Cristo y de los Profetas, que llegarán acompañados de una maravilla de seres angélicos, manifestación de la inteligencia cósmica. Esto sucederá, algún día, será claro a todo el mundo y será un acontecimiento tan extraordinariamente grande que cambiará radicalmente la historia del hombre. Jesús querrá encontrarnos íntegros, querrá encontrarnos en lo justo, querrá encontrarnos haciendo el bien a los demás, querrá encontrarnos felices, felices de saber que este tiempo oscuro y nefasto ha terminado...
Y hecha justicia...
Sonia S. Pordenone
27-06 -2010
Son las primeras palabras pronunciadas por Giorgio Bongiovanni en el teatro Concordia de Pordenone, en ocasión de una conferencia, que a pesar de ser esa la premisa, en el transcurso de la misma asumiría una connotación totalmente espiritual.
Es sabido que la figura de Giorgio está comprometida en varios frentes de carácter social: la dirección de AntimafiaDuemila, justamente, la ayuda a los niños de los Andes a través de Funima International – representada en este encuentro por la presidenta Mara Testasecca –, la divulgación de un gran mensaje, aquel que ve a la humanidad, en un futuro próximo, como protagonista de un cambio colosal.
El cambio está precedido de una serie de señales que en el curso de la conferencia, somo ha sucedido en muchas otras, son ilustrados por el investigador Pier Giorgio Caria.
En la expresión de estas señales está la respuesta a todas las preguntas y en la capacidad del hombre de asociarlas unas a otras está la posibilidad de trascender la objetividad del material. Los círculos en el trigo, las profecías Mayas, los avistamientos Ovni, los estigmas de Giorgio, las apariciones Marianas, nos acompañan desde hace años... la tierra ha hablado, el Cielo ha hablado, un cuerpo ha sangrado y una Madre ha llorado.
Estas advertencias nos preparan al Apocalipsis, sí precisamente aquel del cual se habla en los Evangelios, para quien ha frecuentado el catecismo esa catastrófica broma sobre el fin de los tiempos, que ¡Oh! ¡Oh! Está por suceder. La educación eclesiástica ha sufrido una manipulación en el curso del tiempo, la iglesia rechaza lo que el Evangelio contempla y condesciende con las aberraciones que tienen lugar en su propio interior.
Luego existe una gran verdad, de la cual el clero no habla, el retorno de Cristo y de los Profetas, que llegarán acompañados de una maravilla de seres angélicos, manifestación de la inteligencia cósmica. Esto sucederá, algún día, será claro a todo el mundo y será un acontecimiento tan extraordinariamente grande que cambiará radicalmente la historia del hombre. Jesús querrá encontrarnos íntegros, querrá encontrarnos en lo justo, querrá encontrarnos haciendo el bien a los demás, querrá encontrarnos felices, felices de saber que este tiempo oscuro y nefasto ha terminado...
Y hecha justicia...
Sonia S. Pordenone
27-06 -2010
