El día 31 de agosto nuestra hija Alina de 14 años debía rendir una prueba de matemáticas en el liceo y nos pidió,  prenderle a la Virgen  una velita para que le aclarara la mente y la ayudara en el conocimiento y en la tensión que pasaba, ya que es una materia importante para ella. La imagen de la Virgen está ubicada en un estante en el comedor y puesta junto a una estatuilla del águila y del otro lado también una estatuilla de la Virgen traída del Etna  hace un par de años.
Alina se va al liceo a su examen y yo le rezo un padre nuestro a la virgencita y le prendo su velita a las 13:30 hs, al cabo de un rato siento un olor a madera quemada, habrán pasado unos 45 minutos aproximadamente,  me doy vuelta porque no estaba lejos solo estaba de espaldas a lo que sucedía y veo en la madera la figura que se ha formado con la débil flamita que ha quemado la madera. Ya la vela se había consumido por completo y  entonces vuelvo a darle gracias a la Virgen por este pequeño signo de amor y agradecerle por esta manifestación que con ustedes deseamos compartir.
A cada uno su sentir.

Claudia Jacue
Montevideo, 2 de setiembre 2010
Arca Uruguay