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erika_01UN GOLPE A LA VIDA
Son pocas las veces en las que la satisfacción que se siente al hacer lo correcto se transforma en una sensación de cotidianeidad, es decir que la satisfacción se esfuma y solo queda el sentimiento de que lo que se hace es algo que debería ser normal hacerlo. Es más es algo que ni siquiera deberíamos hacerlo, si esta humanidad fuera otra. Pero como no lo es, existen aun personas que deben mirar por aquellos que no poseen nada, que deben llevar diariamente el alimento a niños desprotegidos del sistema. Ese es nuestro caso y se nos va la vida intentando generar los recursos para poder asistir el comedor que tenemos ubicado en el Barrio Nuevo Colman, donde más de 85 niños concurren diariamente por su plato de comida. Y el verano se acerca y con él llega la etapa del año más difícil, en cuanto a recaudación se refiere, porque nuestra feria americana, con la que mantenemos el comedor baja sus ventas notablemente y porque las donaciones que nos hacen parecería que se van de vacaciones a la playa. Y afrontando esta premura es que nos avocamos a la tarea de realizar un espectáculo en un teatro del Cerro de Montevideo con una murga (espectáculo musical típico uruguayo) muy conocida acá en Uruguay. Ellos, a través de un hermano del arca, Claudio Futten, dijeron sí a tocar a beneficio de nuestro comedor y el teatro, nos dio la sala para el espectáculo bajando notablemente el porcentaje que se le debe de dar normalmente.
Restaba solo la tarea nuestra de publicitar el espectáculo. Victoria y Daniel salieron a recorrer las radios y los diarios solicitando la divulgación de la representación de “La Catalina”, así se llama esta Murga. En ese marco se nos concedió una entrevista en una radio CX30 Radio Nacional, donde concurrimos con Victoria. La entrevista fue extensa y no solamente apuntó hacia el espectáculo en si, sino que el periodista estaba muy interesado en saber quienes éramos y porque hacíamos lo que hacíamos y como lo hacíamos. Así que palabras como solidaridad, consciencia, valores y el nombre de Giorgio Bongivanni se expandieron a través de los ecos de esta radio. La gente mando mensajes durante la entrevista donde se podía ver las diferentes facetas de la condición humana y el grado de comprensión que se tiene sobre la tarea de dedicarse al prójimo.
Llegó la noche del espectáculo y ya sabíamos que se habían vendido muchísimas entradas, pero el ver la cola de gente que daba vuelta la esquina nos dio mucha emoción. En la entrada, también de forma solidaria, estaban dos artistas haciendo malabares y chistes para que la espera no se hiciera larga. El espectáculo empezaba a las 20:30 pero desde las 18 hs ya había gente queriendo comprar las entradas. Una vez comenzado el espectáculo subimos al escenario Elena (responsable de la comida de los niños) y yo como responsable de Un Punto en el Infinito. Hable sobre la solidaridad, sobre la necesidad de cambiar las consciencias y la sociedad, sobre lo que hacemos, invité a la gente a conocer el comedor, a colaborar con él y Elena hablo sobre lo que significa el trabajo diario con los niños. El público escuchaba atento, y en sus rostros vi una chispa de posibilidades, posibilidad de cambiar, posibilidad de entender, posibilidad de querer. Cuando bajamos del escenario inmediatamente se nos acercaron estudiantes de medicina que querían colaborar con nosotros y trabajar con los niños. Un aplauso muy fuerte acompañó el final de nuestras palabras, y me animo a decir que era un aplauso sincero; aplauso que se repitió cuando lo solicitó el responsable de la Murga poniendo como ejemplo a seguir lo que hacíamos nosotros y dijo algo que me caló muy hondo, dijo que acciones como la nuestra es un verdadero milagro en este mundo que hoy vivimos. Milagro que no debería de ser tal y satisfacción que no deberíamos de sentir, halagos que no deberían de ser nunca pronunciados, porque simplemente no deberían de existir niños que necesiten. En cuanto a la concurrencia, el teatro estaba lleno, vendimos todas las entradas, más de 300, todas las butacas ocupadas, abajo y arriba, todo un éxito, nunca habíamos vivido algo así. La unidad entre nosotros, el público, los artistas, los periodistas como instrumentos de divulgación y por supuesto ese Ser que siempre nos acompaña permitió que una vez más pudiéramos darle un golpe a la vida.

Erika Pais.
Montevideo, 31 de octubre 2010.