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Il_Sole_1¿COMO SERIA EL MUNDO HOY, SI TAMBIEN EL COMUNISMO HUBIESE TENIDO EN SU ADN AL CRISTIANISMO?
Por Francesca (Arca de Pordenone)
Sólo en la absoluta libertad el hombre puede ser libre de crecer, es por este motivo que Dios nos ha concedido el libre albedrío, que sería la libertad individual. Muchos de nosotros, no digo todos porque estoy segura de que hay personas que no desean esto, pero muchísimos de nosotros, (yo incluida), soñamos con un mundo distinto, un mundo donde desaparecen las desigualdades, donde no existe el individualismo, donde no hay pueblos que viven privaciones y que mueren de hambre, donde no existe el rico y el pobre, o la clase media, sino que todos están en condiciones de pertenecer a la clase media.
Quien no tenga estas ideas nos acusará de ser comunistas, olvidando que antes de Marx, esta idea de la igualdad, estaba escrita desde hacía dos mil años en los Evangelios de los Apóstoles, palabras dichas por Jesús Cristo, en una época en la cual la palabra comunista no existía, existía la palabra comunidad, la comunión, que además tiene el mismo significado, pero que para la mente de algunos anticomunistas empedernidos, suena con un tono más digerible.
Me pregunté qué habría sucedido si en la Rusia de Lenin o de Stalin, las iglesias ortodoxa y católica no hubiesen sido perseguidas, sino sus aliadas ¿qué habría sucedido si Lenin hubiera sido creyente? Entonces se viviría en un mundo completamente distinto, sobre todo se habrían cumplido las indicaciones que Cristo nos ha dado y además el comunismo se habría propagado en el mundo, fuerte con el aval de la iglesia.
En cambio la paradoja que ocurrió fue que ellos, los comunistas que eran ateos, difundían y ponían en práctica las palabras de Cristo, haciéndole la guerra a la Iglesia, porque no creían en Dios, y quienes en cambio difundían las palabras de Cristo, porque eran sus vicarios, no ponían en práctica sus palabras.
Todavía hoy la iglesia sigue sin poner en práctica las palabras de Cristo, de lo contrario sería una iglesia muy pobre y sin lujos, y sobre todo, no sería amiga de aquellos estados que profesan como su religión el capitalismo, antes que Cristo.
Dicho esto, el comunismo no fracasó solo porque estaba en contra de la religión, sino porque estaba en contra de la libertad individual, yo, que siempre he sido de izquierda, no lograba comprender por qué en muchos mensajes, verdaderos o presuntos, la Virgen arremetiera siempre en contra del comunismo, como si fuese el peor de los males, realmente creo que el peor de los males es el capitalismo salvaje, que deja morir de hambre a millones de niños inocentes.
En el fondo, la base de aquella sociedad era la igualdad, lo que nos había enseñado Su hijo, pero justamente excluir a Dios de la vida del ser humano era y es algo injusto porque el hombre tiene que ser libre de decidir por sí solo si creer o no, el Estado no puede imponerte su verdad, no puede obligarte a volverte ateo, ni tampoco creyente.
De la misma forma nosotros sólo podemos difundir y no obligar a la gente a vivir en una sociedad ecuánime y solidaria.
Es por ello que la Madre de Cristo se ha prodigado tanto en que no prolifere el comunismo, no porque estuviera en contra de ese tipo de sociedad, sino porque el Estado no puede imponer a las personas que se vuelvan justas, es algo que tiene que nacer de ti mismo.
Sólo en la absoluta libertad quien está a favor de la justicia social continuará este camino, quien lo está por constricción, porque vive en un régimen de derecha o de izquierda, apenas regrese la democracia se olvidará de lo que el Estado le  ha impuesto, porque no ha sido él quien lo ha elegido, sino otros en su lugar.
Dios quiere que seamos libres, incluso de hacer cosas horribles, porque tiene que nacer de ti el rechazo por este tipo de sociedad, es por ello que Cristo dijo que sólo los elegidos serán escogidos para entrar en el Reino que Él prometió, sólo los elegidos serán escogidos, es decir, los mejores, aquellos que en un mundo libre son libres de elegir, de estar de parte del bien o del mal.
Quienes elijan libremente la justicia no la traicionarán jamás, pero quien está obligado a tener ideas de igualdad sólo porque ha nacido en un régimen que se lo impone, apenas sea libre de decidir irá del otro lado, del lado del individualismo, del egoísmo, de su enriquecimiento personal, olvidándose de los demás, del resto de la humanidad.
Ni siquiera la Iglesia puede imponer sus ideas, “dichosos los que sin haber visto creen”, nos ha dicho, porque no hace falta ver para creer, no hace falta imponer para hacer creer.
¿Entonces qué tenemos que hacer quienes creemos en un mundo más ecuánime y más justo?
¿Fingir que no pasa nada porque el hombre tiene que ser libre de experimentar el bien y el mal?
Seguramente que no, tenemos que seguir denunciando el mal, las indiferencias sociales, el individualismo egoísta, las injusticias, porque denunciando al mal seguimos creciendo y cementando dentro nuestro las cosas que Él nos ha enseñado, y quizás abrimos algún espacio en el alma de las personas que encontramos en nuestro camino, con la esperanza de que introduzcan en ellos por voluntad propia la semilla de la igualdad y que de esa semilla pueda crecer una planta con profundas raíces dentro de sus corazones, esto es lo que Dios quiere de nosotros, que sean raíces de justicia y de igualdad profundas e inextirpables en nuestros corazones, sólo aquellos que perseveren en estas ideas tendrán la esperanza de entrar en la nueva era y de formar parte del reino por Él prometido.

Francesca (Arca de Pordenone)
16 de Enero de 2011