Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

uomosoleI_-_liberta1LA  SUTIL  OSCURIDAD
Por Claudio Rojas Guerra
De un tiempo a esta parte,  me parece que no conozco a la gente y nadie parece conocerme.  Estoy hablando un idioma y expresando un sentimiento que nadie interpreta ni entiende, parezco cada día más extraño en este mundo que me rodea; del mismo modo la gente habla con una ligereza de pensamiento  tal, que ya no alcanzo a pesquisar sus raciocinios, fundamentos y las consecuencias que debieran tener.
Camino por la calle y me encuentro con una prensa destructiva que destaca las opiniones de quienes se oponen a todo lo del contrario; y, este a su vez se contrarresta al primero; ambos carentes de altura, sin raciocinio, sin respeto, sin lógica, donde todo se critica con liviandad para que unos no puedan lograr ningún objetivo mientras están en el  poder, porque los otros con sed de autoridad ambicionan en forma desmedida su lugar. Existe disconformidad de la ciudadanía en forma generalizada con todo y con todos, la infelicidad se respira en el aire, se ve en los rostros grises y apagados de las personas; todos están reclamando permanentemente por todas las cosas y cada vez que tienen una instancia para hacerlo, lo manifiestan; y  lo grave de esto por último es que lo hacen cada vez de manera más y más agresiva, no importándoles a quien tienen al lado. Se perdió completamente el respeto por los mayores y los niños.
La gente deambula por la vida imbuida dentro de sí mismo, encerrada en sus planes y proyectos, sus pertenencias, sus ambiciones, sus intereses, y definitivamente perdió la capacidad de interesarse en otras cosas que no sea lo estrictamente propio. Es algo así como si su mente hubiera sido compartimentada, teniendo entonces sus capacidades de discernimiento, raciocinio con elementos conocidos y la posibilidad de pensar, sólo limitada al compartimento que maneja lo propio (que es lo único que nos interesa); para el resto de las cosas que no son lo anterior, nos quedó sólo un pequeño laberinto por donde pasan los pensamientos o posibles pensamientos, pero ya no tenemos todas las capacidades, aunque sí tenemos la pereza y la comodidad que nos hacen desechar todo lo que no nos sirve para nuestros fines egoístas y  tampoco tenemos capacidad investigativa ni de discernimiento, entonces por nuestra pereza y comodidad, rechazamos, descartamos, nos oponemos con una liviandad que no es propia de toda nuestra mente; esto al parecer, porque estamos impregnados del miedo y la incredulidad, como nuestras pestes principales; además está el Harbar (peste de las neuronas del cerebro) que hace que muchas personas tengan reacciones incomprensibles, desmedidas, violentas en grado extremo y absolutamente carentes del mas mínimo discernimiento (ésto se ve frecuentemente en las protestas de carácter masivo donde la violencia inusitada es cada vez mas común).
Toda esta gente que yo llamo “muy del mundo” están ancladas a este mundo, están maravilladas con nuestro sistema y están tan inmersos en él, que éste constituye su único ideal. Nada podría ser nunca diferente para ellos, pues a nuestra humanidad ellos la ven civilizada y sólida, que nada podría destruirla; ellos son los mismos enamorados de la tecnología y se embelesan con las cosas de este mundo que el hombre hace y descubre;  para ellos este es el único planeta, no hay otro, y, descartan de plano cualquier profecía místico-religiosa de carácter apocalíptico llevándolas al lugar de mitos o leyendas carentes de sentido.
A toda esta gente no se le puede hablar de fe, de Dios, ni nada que no esté dentro de sus intereses, pues de lo contrario reaccionan como si alguien los estuviese atacando y con gran violencia verbal.
Ni hablar de la juventud que camina sin rumbo, sin esperanza, revelándose contra todo, aprovechando cualquier oportunidad de desahogo para liberar sus frustraciones reprimidas, la mayoría de ellos viven planificando como evadirse, para ello ocupan las noches de Martes a Domingo, embebidos en placeres, alcohol y drogas, lo que a no dudarlo les llevará a una oscuridad presagiada en esos jóvenes que se visten de negro, deambulando entre las sombras de la noche y queriéndola traer a la luz del día, como zombis sin esperanza, sumidos en las depresiones y en un callejón sin salida, que muchas veces los lleva al suicidio.
Existen muchos y muchas que han incursionado en el campo espiritual, comenzando con los libros de autoayuda, sanación y terapias alternativas, hay mucha gente joven dentro de este segmento que manejan los términos de la espiritualidad, y , que lamentablemente tienen gran confusión de conceptos recogiendo mucho de las leyes herméticas, especialmente la ley del Mentalismo; perdiendo así la proporción de nuestra capacidad creadora, que por cierto existe, al punto de ponerse a la altura de Dios mismo, no teniendo ellos según su creencia, ninguna necesidad de seguir mandamientos, ni respetar el dogma. Dado que las religiones establecidas por los hombres no les entregaron nada digerible, con su libre albedrío cayeron en una anarquía de pensamientos siguiendo a “falsos profetas” que no les hablan de castigo, ni necesidad de obediencia, ni de purificación antes del cambio de era (que ellos si pregonan). Esto es una manera de seguir un “camino espiritual” en forma acomodaticia y en armonía con el mundo material. “Nadie puede servir como esclavo a dos amos, porque amará a uno y odiará al otro. No pueden ustedes servir como esclavo a Dios y a las riquezas” (Mateo 5:24).
El libre albedrío que tenemos ha sido totalmente desvirtuado, especialmente por falsos sabios, falsos guías, falsos profetas, a tanto que han conseguido convencernos que Satanás no existe (desconociendo todos los escritos sagrados) y ello ha sido su mayor triunfo; así cualquier cosa la podemos justificar como una creación de nuestra mente que tiene libre albedrío, y con gran liviandad nos auto convencemos de que no hay mal en ello. El hombre así no se rige por ningún mandamiento, pues piensa que el libre albedrío le da licencia para cualquier cosa y se está dando el lujo de desafiar a Dios con su tremenda soberbia.
Ahora estamos viviendo en plena oscuridad porque: Tenemos 30.000 niños que mueren de hambre todos los días, fabricamos guerras en 30 puntos distintos de nuestro  mundo para tratar de sostener la economía mundial  y muy  especialmente la norteamericana, tenemos una industria petrolera que está devastando el planeta, una industria farmacéutica diabólica que lucra con la salud de las personas, los abusos a los menores en distintas partes del mundo, el  sinnúmero de drogas que han ido incrementando un negocio nefasto que no conoce límites, los despiadados que dirigen la industria del automóvil, los grandes banqueros que privilegian sus intereses usureros   atropellando  las naciones más pobres apoderándose  de ellas a cambio de poder cobrarse de sus intereses por los préstamos, las grandes mafias y la corrupción generalizada, los grandes poderes como por ejemplo: el Vaticano, etc.
Además: Vivimos una vida apartada completamente de Dios, llenándola de quehaceres y obligaciones creadas por nosotros  al servicio de nosotros mismos. Es común que nosotros pasemos la vida planificando como tener más y mejor situación económica. Consumimos la mayor parte de nuestro tiempo en cosas triviales como: Lavando el auto, regando el jardín, arreglando nuestra casa, haciendo ampliaciones para nuestra mayor comodidad, distrayéndonos paseando al campo o la playa, vamos de compras, vamos a comer afuera, nuestra vida social  nos sirve de distracción y evasión para no mirarnos nunca al espejo, los fines de semana nos llueven las actividades sociales que pasamos planificando en la semana, y….ni siquiera Dios está al último, simplemente no está, no lo tenemos contemplado en nuestra agenda pues nunca tenemos tiempo para él;  estamos como se puede ver siempre muy “ocupados”. Ni hablar de los sectores socioeconómicos  más acomodados; ellos tienen más quehaceres, hobbies, muchos problemas, viajes, y múltiples actividades, por tanto tienen menos tiempo aún.
Todos estos síntomas empezaron con mucha sutileza, a tal punto fue que al principio no nos dimos cuenta, sin embargo ahora, que las cosas están en un punto crítico y es fácil predecir o anticipar lo que viene.  Ahora sólo falta que haga su aparición el Hijo del gran Engañador, quien apoyará y acentuará lo que ya estamos viviendo, no vendrá por tanto a traernos su escuela, su pensamiento, sino que vendrá a gozar de su obra de años y darle el último toque de perfeccionamiento a ella; el ofrecimiento de nuestras almas al padre de todo Mal: Satanás.
Ahora sus esbirros están preparando una supuesta guerra. Sí, será tremenda, y muchas vidas se perderán ; para que venga el caos mundial en todos los sentidos, ya que ellos manipulan todo. La BOLSA caerá ; los alimentos faltarán; la inseguridad tendrá su trono; ¡TODO SERÁ UN CAOS!, y la finalidad de todo esto es para que el enviado del mal; el GRAN USURPADOR DEL NOMBRE DE DIOS, se pueda presentar al gran ENGAÑADOR, no por otra razón.
El GRAN ENGAÑADOR sólo se llevará a aquellos que su fe sea débil y convencerá: a aquellos que han buscado con afán las cosas del Mundo y se olvidaron de las de su Dios; a aquellos que primero vieron por su propia persona antes de ver con caridad la de sus hermanos en desgracia. Para ellos, el hijo de la perdición será su estrella, su guía, el personaje que tanto esperaron ; porque les va a dar lo que su corazón vacío tanto anheló.
Que el señor nos dé la fuerza y la fe que necesitaremos….
Claudio Rojas Guerra
16 de agosto 2011