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arca32011bLA VERDAD ES CRISTO
Por Margherita Furlan
Mientras me dispongo a partir hacia una reunión muchas veces postergada y muy esperada, me encuentro pensando en que ese día marcaría un cambio en mi vida. Salgo con el corazón henchido luego de un año intenso y cansador.
Cuando me encuentro con el paisaje de la región de Le Marche acostumbrada a viajar continuamente por trabajo, me descubro hechizada por la dulzura de las colinas, por la suave y rica vegetación, por el cielo azul, por el rojo intenso del atardecer del sol detrás de las cimas, y pienso en la infinidad de dones de Dios que a menudo el hombre atropella. Pienso en la región de la Lombardia con sus paisajes tristes y el tráfico inhumano, con los dañinos chemtrails, el aire húmedo irrespirable, el agua de casa con el cromo hexavalente, a causa de las pérdidas de una empresa farmacéutica. Pienso en lo hermosa que es la vida que Dios ha pensado para nosotros... y nosotros, que hemos superado a Satanás, estamos destruyendo todo con nuestro orgullo y la irrefrenable carrera por el poder y el dinero. Quedo estupefacta ante tanta belleza y por sentir además la felicidad, luego de un año de trabajo, frente a una pequeña playa en que las olas del tranquilo mar  rompen cándidamente.
Cuando llego al Arca entro en una atmósfera celeste; del otro lado del cerco he dejado un mundo  frenético que ya no será el mío. Mi mente vuela, la energía que percibo es fuerte, es de paz y de amor; me siento transportada a la infinita dulzura del corazón de María.
Bajo la centenaria encina, tan importante y sagrada para todos nosotros (aquí el 30 de diciembre de 1989, cuando habían pasado 3 meses de la aparición de los estigmas en Fátima, Giorgio Bongiovanni tuvo su primer éxtasis con el Maestro Jesús), hablamos con los hermanos y las hermanas y cada palabra asume un dulce sonido.
Elisabetta me conduce en un viaje entre los muchos escritos de la obra de Giorgio, siempre eterna.
Las personas que conozco me donan amor, sin pedirme nada… Amor Crístico.
Camino con Valeria y en un momento de dificultad nos intercambiamos los zapatos y Matteo nos guía y nos protege con amor. Son momentos de rara sencillez que nunca olvidaré.
Al día siguiente es la reunión con Giorgio. Comemos con los hermanos llegados desde Pordenone, bendecimos la comida con el Padre Nuestro y me siento feliz. Algunos de ellos casi no me reconocen, me dicen que he cambiado mucho y me siento una parte del Todo con ellos. Siento gran emoción y cuando Elisabetta lee un mensaje de texto que apenas le ha llegado al teléfono celular, con el cual Giorgio (único estigmatizado permanente en el mundo desde hace 22 años), nos comunica que está sangrando, mis ojos se llenan de lágrimas por el sufrimiento.
Horas más tarde la misma Mara llora (y yo con ella) mientras nos recuerda que se acerca otro aniversario de los estigmas y que a pesar del dolor físico Giorgio siempre está con nosotros para traernos la Verdad, para recordarnos siempre la Segunda Venida de Cristo con potencia y gloria.
Cuando Giorgio llega, la emoción de todos nosotros es mayor, nos saluda como siempre uno a uno; está cansado, pero fuerte físicamente, la remera y los mitones manchados con la sangre, la voz tenue pero vibrante, porque Su fuerza es incomparable y cada vez nos estimula a poner en práctica, a pensar en lo poco que hacemos en nuestras vidas en el nombre de Cristo, que, gracias a Su enorme sacrificio, nos ha regalado la posibilidad de salvar nuestras almas.
Giorgio nos incentiva nuevamente a actuar. Hemos venido aquí, no hemos ido al mar, porque nuestros espíritus buscan la Luz Cristica, la Verdad.
“No estáis aquí por casualidad y las señales que llevo me dan el derecho a responderos y os hablaré de Cristo... no sólo de Sus enseñanzas, sino también de los acontecimientos mundiales de hoy que se relacionan perfectamente con el Evangelio y el libro del Apocalipsis de Juan ocultados sabiamente por la Iglesia… Vosotros habéis venido hoy para escuchar ésto... El Señor os llama… Significa que potencialmente sois personas que pueden predicar la palabra de Dios para el despertar de las almas, pero para hacer esto tenéis que dejar todo… El hecho de haber llegado hasta aquí os hace asumir una gran responsabilidad... … habéis venido con el derecho a escuchar, pero en el momento que saldréis de este lugar, por más que no volvamos a vernos, tendréis el deber de contar lo que habéis visto y oído a todos vuestros conocidos, parientes, amigos, compañeros de trabajo... y tenéis que hacerlo incluso si no creéis en nada, de lo contrario significa que habéis venido aquí por egoísmo, por miedo a perder la vida, para tratar de salvaros a vosotros mismos y esto sería un error muy grave, porque en el Evangelio está escrito: 'Porque quien quiera salvar su vida, la perderá'. (Marcos 8.34)”
Y continuó diciendo: “Cuanto más se obstine el hombre en el camino de la violencia, de la guerra, del odio, de la división, del abuso, del dominio y de la tiranía, más aún las fuerzas de la naturaleza desencadenarán su violencia. Cuanto más los terrestres programemos crisis como la actual económico-financiera que lleva a las familias pobres al abismo de la desesperación y de la destrucción mientras los ricos se vuelven más ricos, más aún las fuerzas de la naturaleza se desencadenan y a partir del próximo año abatirán su violencia en los países ricos. Esto es porque el hombre no quiere cambiar su metodología... Entonces tenemos que predicar a la gente y tenemos que prepararnos para estas inmensas catástrofes que ocurrirán a partir del 2012, año que marca la última posibilidad de elección, la elección definitiva, elegir de qué parte estar y ubicarse, si se elige el Bien hay que trabajar por el Bien y dejar todo lo material, como por ejemplo la ambición de una carrera profesional para ganar más, a menos que ella se convierta en el medio para mejorar la vida del prójimo... entonces es una ambición positiva... Mientras quede ese poco de tiempo debemos aprovecharlo para hacer conocer el mensaje de Cristo… cada alma que se salva es una posibilidad más de que todo el mundo se salve… todo depende de cada uno de nosotros… por lo tanto… poneos a trabajar.”
Giorgio nos enseña que a cada elección en nuestro camino tenemos siempre que anteponer firmemente la Verdad, porque con disciplina, seriedad y discernimiento hacemos propias en nuestras vidas las enseñanzas de Cristo y servimos de ejemplo a las almas que pueden salvarse aún antes de la Segunda Venida de Cristo que descenderá del Cielo con Sus Ángeles y Arcángeles y volverá de la misma manera en la que se fue.
Son muchas las preguntas interesantes que se le hacen a Giorgio, hay rostros nuevos entre los hermanos. Una dulce Señora de Cosenza cuenta muy emocionada que después de tanto buscar la Verdad, al fin hoy es el día más hermoso de su vida; un señor de Pesaro con lágrimas en los ojos siente la necesidad de abrazar fuertemente a Giorgio porque finalmente no se siente solo, diferente.
Muchos se llevan fuertes experiencias y nuestras vibraciones se elevan al cielo cuando Giorgio toca para nosotros algunas de sus composiciones musicales llegando a lo más profundo de nuestros corazones. Un último regalo de Giorgio es un video con imágenes de la película “The Passion” de Mel Gibson enmarcadas por la música celestial de Giorgio. Las lágrimas brotan innumerables en el rostro sin detenerse; el hombre puso en la cruz al Hijo de Dios y sigue sin escuchar el reclamo de Cristo e intenta constantemente pasar por encima de la fuente divina que ha creado a todo el universo. Nosotros, seres infelices que no sabemos amar ni limitar nuestros egoísmos, nosotros que fingimos no saber distinguir entre el bien y el mal, ahora, frente a Giorgio, tenemos una última posibilidad de elección, de vivir en la Verdad.
Cuando Giorgio se va, luego de habernos saludado, lo rodeamos, y aún emocionada vuelvo a ver una escena de discípulos y almas en búsqueda de la Verdad, que acompañan y saludan al Maestro, hace más de 2000 años...
Jamás olvidaré estas emociones tan elevadas; regreso sabiendo que a pesar de que dentro de mi casa esté sólo yo, ya no estoy sola, sino que soy parte de una gran familia, de la cual forman parte hermanos y hermanas con quienes superar juntos las pruebas que tanto nos agobian, pero que juntos lograremos vencer; con la Verdad en el alma y con la disciplina en el espíritu que nos indica el Camino, Cristo. En estos días vivimos fuertes tensiones económicas internacionales, no sé si a la vuelta de las vacaciones la profesión que desarrollo será la misma, pero sé que siempre trabajaré para la obra, de cualquier forma que se me pida.
Agradezco a Giorgio por haberme recibido en su preciosa casa con tanto amor y a todos los hermanos y hermanas, ángeles venidos desde el cielo.
Margherita Furlan
11 de Agosto de 2011