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Giorgio_e_Antonella1EL FUEGO DEL AMOR
Por Antonella Morelli 10.10.11
2de Setiembre 2011
Hoy 2 de septiembre de 2011 estoy con Lorenzo, Maria, Anna, Francesco en la sala de la redacción de la revista AntimafiaDuemila de Palermo, viviendo un silencio muy especial.
Un silencio que habla más que las palabras mientras cada uno desarrolla su propia tarea. En este silencio de todos, incluido el mío, leo el temor de que Giorgio pueda vivir una pasión de Cristo muy dolorosa en vista de los tiempos críticos que está transcurriendo la Humanidad.
Sonia, su dinámica compañera espiritual, nos advierte inmediatamente de su aislamiento para prepararse para su enésima sangración. Mientras la preciosa pequeña Sonia Tabita está en compañía de la querida Valeria.
Entonces Giorgio está solo en su habitación en completa sintonía con el Cielo.
Saboreando la espera de su llamada, mientras nos encontramos bajo su mismo techo, la mente vaga pensando lo que puede ocurrir: una visión... o un éxtasis, con el Maestro Jesús... o con el Espíritu de la Tierra Madre María... o con los Hermanos de la Luz.
Nos encontramos compartiendo con él la Pasión de Cristo, una gracia hace que se alternen el fuerte sentido de mayor responsabilidad con los momentos de alegría que vivimos constantemente.
Cualquiera que lo vea de afuera podría llegar a pensar “pero si es una sangración como tantas otras”... o bien algún escéptico empedernido “yo no creo”.
Para ambas hipótesis puedo decir que no es así en absoluto, porque cuando asistes una vez, la próxima sangración no tiene nada que ver con la anterior: ya sea por la manifestación en si que por lo que se siente en el estado de ánimo, ya que éste varía con el tiempo. Vivir el momento de la Pasión de Cristo, en el dolor de Giorgio, con todos sus estigmas sangrantes y visibles, en el costado, en las partes internas y externas de manos y pies, en la frente (invisible) y su cuerpo compenetrado por un Ser Divino, es ahí donde Él se presenta ante ti como espejo de tu alma. Una oportunidad que lo Divino nos ofrece específicamente para mejorarnos a nosotros mismos, para no perder el verdadero sentido de la vida, para que recordemos quienes somos y quienes tendríamos que dejar de ser por la falibilidad humana, forjada de debilidades y de errores.
Aquí la Gracia Divina nos visita y nos toca, somos nosotros quienes tenemos que reflexionar en que para nuestro progresivo crecimiento lo necesario es la humildad.
Es precisamente la humildad la que no nos permite sucumbir, la que arranca la ilusión del velo de Maya y que pone al desnudo nuestras dificultades humanas, son momentos fuertes para nosotros, pero no nos han dejado solos, recibimos importantes ayudas desde lo Alto, entre ellas están el amor y la dulzura de este espejo que se llama a Giorgio Bongiovanni, que ha venido a la Tierra para acompañarnos en un virtuoso camino hacia la evolución.
Y en todo esto no hay que tener temor, porque el acto de humildad y arrepentimiento no quiere decir que nos aplastemos a nosotros mismos, que anulemos nuestra personalidad, sino en cambio creer aún más en nosotros mismos, ganando nuestras pequeñas batallas que sortean los obstáculos para la falta de realización en la vida.
Es un trabajo personal que se construye día tras día con una firme voluntad.
Claro está que siguiendo a este Ser maravilloso, mensajero del Cielo, se hace más fácil conocernos a nosotros mismos, explorar en la profundidad del alma y del subconsciente, que nos hace sentir la voluntad de vivir porque escuchamos a Dios, que irrumpe en el silencio del corazón y nos habla, comunicando con nosotros mismos.
Al recibir esta gracia, encontramos una nueva fuerza, interior, misteriosa, que hace que nuestras convicciones, nuestro comportamiento, sean congruentes con los valores trascendentales, es el momento en el cual nos damos cuenta de que hemos alcanzado la meta deseada:  la conciencia de un nuevo y poderoso impulso espiritual que nos da la capacidad para encontrar una nueva forma de actuar humanamente.
Me dan pena quienes no saben y no buscan, pero estoy segura de que en este caso la costumbre, el automatismo y el plato listo y servido no existe.
En esta ansiosa espera no logramos ocultar, eficazmente, el hecho de que también estamos preocupados, porque esta vez el físico de Giorgio no está en buenas condiciones como para poder soportar tanto el fuerte y agudo dolor de la sangración de los estigmas, ya que luego del largo viaje a Sudamérica del cual acaba de regresar, trajo consigo un estado gripal incubado a causa del cansancio físico, del cambio de huso horario y de las  bajas temperaturas de la estación invernal que está transcurriendo dicho continente.
El tiempo pasa pero todavía no nos llaman.
En el ambiente se escucha el ruido de los teclados de las computadoras, nuestras manos firmes en el arado se mantienen tanto en situaciones bellas, como esta, como feas; ésto es algo que constituye uno de los puntos fundamentales de su enseñanza, para no perder el camino de la Verdad de Cristo.
Es una enseñanza inculcada continuamente, porque realmente es un excelente instrumento de apoyo, para enfrentar los desafíos y superar las duras luchas que la vida nos pone adelante, trabajar siempre por la obra del Bien absoluto, sin soluciones de continuidad, nos fortifica, quiere decir permanecer centrados en nosotros mismos, son nuestros talentos y en lo que creemos. El empeño en concretar los objetivos de los ideales establecidos, al servicio del bien colectivo, evita el riesgo del desequilibrio de la persona. Así como es fácil de imaginar, también es fácil abandonar rápidamente los ideales y venderse al postor del compromiso fútil por problemas humanos.

LA PASIÓN DE AMOR 
 
Mientras pienso un poco preocupada si en este momento está sufriendo y cuánto, he aquí mi respuesta: es una Pasión de amor a Cristo. ¿Y cómo se puede vivir sin este tipo de Pasión?
No me refiero al lugar común de la pasión, es decir a la común atracción humana hacia otra persona.¡Ya no se puede vivir sin quienes tienen la Verdadera pasión de Cristo! Pero una pasión que  desearía, querría, sin martirio, sin sufrimiento, sin cruz, sólo de Luz y de amor.
Pero al parecer todavía no somos capaces de vivir sin ello, de vivirlo... de verlo... para entender. Después de 2000 años... con la gran cantidad de mensajeros (San Francisco, Padre Pio, Madre Teresa de Calcutta, Teresa Neuman, Teresa Musco, Santa Rita y otros), enviados a lo largo de la historia de esta humanidad, todavía estamos en malas condiciones, ética y humanamente.
En Giorgio su normalidad y su diversidad conviven de manera armónica, su sangración se convierte en una luz que atrae y a quienes se acercan les hace vivir la pasión de amor, incluso, a quienes creen vivir, pero sin vivir realmente. Porque no se puede conocer el infinito, si no se escuchan las descripciones de la vida en el cosmos; no se puede sentir felicidad, si no se conocen las cosas benditas y de esperanza; no se puede alcanzar una evolución espiritual, si no se conoce la vida trascendental y el discernimiento que libera a los hombres de la jaula de una razón fría, obtusa y que lleva al hombre al plano práctico y metafísico alcanzando el estado de absoluto bienestar físico, mental y social; no podemos acercarnos a las esferas superiores divinas, si no maduramos en el corazón y en el alma los grandes valores universales: de justicia, amor, hermandad cósmica etc.
Siempre está a nuestro alcance, con una libre elección, poder decidir activamente en la propia vida, transcendiendo los confines de nuestra razón, utilizando nuestros recursos interiores dejándonos guiar por la sabiduría del corazón, para abrirnos y descubrir la nueva visión de la vida que nos sorprenda, nos hechice y podamos integrarla a nuestra existencia para consolidar las nuevas experiencias. En ese momento descubriremos quienes somos realmente y lo que somos capaces de hacer. ¿Cuál es la causa que no nos permite dar este salto cualitativo?
El miedo a amar... a entrar en esa Pasión que anula el ego del ser inferior.
Amar significa desnudarse, despojarse de todas las máscaras externas que a menudo usamos, revelar nuestras debilidades interiores. En nuestra naturaleza humana es amar a toda costa, en todas las situaciones, demostrar que somos fuertes y enamorarnos, quemarnos al calor de la Fuerza del Amor Invisible, si no estamos preparados podemos sentirnos mentalmente como si se estuviera asomando una amenaza, un potencial peligro de la pérdida de los confines del ser, de las conexiones con el mundo “normal” de los afectos familiares y de la cotidianidad. El miedo a amar es uno de los peores porque involucra profundamente a nuestro ser, determina nuestras acciones y las decisiones futuras y nos priva, sobre todo, del más hermoso componente de nuestra vida, por el cual vale la pena existir, que es amar y ser amados.
  
Esta Verdad es dulcemente poética pero se vuelve concreta en nuestro vivir. Esto ocurre donde él se encuentra, ya que con el ejemplo en la acción y con su sufrimiento cristico estimula a los ojos humanos y a los del Espíritu a una continua búsqueda espiritual de amor profundo y personal,  hacia lo Divino, hacia el grandioso valor cristico de la hermandad, hacia el valor de la justicia. Y si ésta última es asimilada y comprendida provoca espontáneamente una actitud de rebelión con la cual ya no poder tolerar como normalidad las injusticias infringidas contra el hombre; brinda la fuerza y el valor para defender al prójimo denunciando a quienes actúan mal, provocan guerras, sufrimientos a causa del hambre, sufrimientos espirituales, sufrimientos físicos, la imposibilidad de que todos puedan tener una vida decente. Siempre por el sentido de justicia, uno siente muy fuerte la lucha por liberar del engaño de quienes censuran el conocimiento auténtico de los Ángeles de las Sagradas Escrituras, las pruebas de su existencia, de sus civilizaciones, de su esencia, de su verdadera forma, de la corte intergaláctica de la que forman parte. Ángel viene del griego ánghelos, mensajero, en especial de la divinidad.
Con la cultura y el conocimiento que tenemos de la tecnología moderna y el testimonio directo de algunos de ellos, conscientes de que son de origen extraterrestre, sabemos que estos mensajeros provienen de afuera de la Tierra, es por ello que hoy los llamamos Extraterrestres, o bien los Seres de Luz de la Biblia. Entre ellos él, Giorgio, que no es de este mundo. A través de la sangre de su Pasión sobre la Cruz hace oír la llamada del amor y la misericordia a todos aquellos, buenos y malos, que transcurren sus jornadas ocupados, sin la verdadera Pasión pero en busca de lo Divino. Y es la última llamada a la redención de muchos para la preparación y la candidatura al Nuevo Reino, que consiste en el aprendizaje, para el crecimiento continuo, del bagaje de conocimiento divino. Este último nos permite auto educarnos frente al don de la alianza con Dios, es decir, al respeto de Su creación y a la aplicación de Sus Leyes fundamentales, para un renacimiento espiritual, un baño de regeneración que desata los nudos del embarazoso cúmulo de errores del pasado al que le sigue el trabajoso arrepentimiento demostrado en los hechos.
Y si frente a este acto de amor del Cielo enviado expresamente, nos negamos a escucharlo, a sentirlo, esperando que en el día (y no pasará esta generación) en que regrese nuestro amado  Maestro Jesús en Su segunda Venida nos diga “no te conozco”.
Giorgio Bongiovanni puede ser admirado o criticado, puede encontrar consenso o disenso, pero  seguramente sus lecciones de vida, en el curso de su laboriosa misión, se han comprobado y han marcado de manera indeleble a quienes lo acompañan o a quienes se han encontrado con él.
¿Pero quién es él en realidad? 
Es un estigmatizado y un periodista. 
Hablemos como estigmatizado.
Es un Estigmatizado, que demuestra con coherencia ser un fiel servidor del Maestro de los maestros  Jesucristo, recordándonos en cada cosa Sus enseñanzas.
Lleva adelante su Obra desde el 2 de septiembre de 1989, en Fátima por encargo divino la Virgen que le comunicó su misión en todo el mundo, y desde entonces incesantemente está siempre en movimiento, una máquina implacable, determinada, aunque también desgastada, pero que se levanta, consciente siempre de su “misión” por cumplir, siempre  listo para luchar contra todo lo que oprime el corazón y la libertad del hombre, despertando continuamente en las personas el entusiasmo por la vida. Grita en el desierto, sacude el alma de quién lo escucha, para encausarla al despertar a la Vida, se sumerge continuamente en el mar doloroso del mundo, y con valor e indignación afronta la visión de todo el mal, de los sufrimientos, de las vergüenzas posibles, y con Su vibración intenta romper la oscuridad que hay en el mundo, criticando con equilibrio, pero también sin pelos en la lengua a los poderosos corruptos miembros de cualquier institución, con tal de que la justicia social no quede sólo un concepto moral. Comunica los Mensajes auténticos de las Potencias celestes, sin manipulación alguna, pasando por encima de quienes pretenden que sean censurados o retocados, incluso sabiendo que este sistema diabólico, incluso el religioso, mata a quienes lo desobedecen.
Cultiva la fe en Dios pero también en la capacidad de los hombres de vivir juntos según el amor y la justicia y es por ello que persevera creando una unión entre multitudes de hombres alrededor del mundo para se encuentren, se reconozcan, para que se conviertan en la Tierra en la Fuerza de Hombres sinceros, honestos, libres que trabajan para influir positivamente en la calidad y la vida en nuestro Planeta.
Y sigue luchando, incluso con pocos medios, pero con su potente Verbo y con todo de sí mismo para traer nuevamente Luz a este mundo tenebroso, dando significativos aportes de novedad y amplitud de ideas filosóficas cósmicas involucrando a las grandes masas humanas, que si son tomadas en consideración y son cultivadas, provocan un salto cultural de gran renovación para la evolución espiritual.
Obviamente para él no es fácil vivir su identidad de Luz opuestamente a este tipo de mundo violento que le hace añorar el lugar de donde proviene.
Y sabemos que hasta el 14 marzo del año 2007, los Hermanos de la Luz calcularon que se han manifestado unas 6400 sangraciones en las señales impresas en el cuerpo del mensajero Giorgio en misión en la tierra. ¡Ahora nos encontramos en el año 2011, cuatro años más de sangraciones con respecto al cálculo anterior, no oso imaginar cuantas serán hasta el día de hoy!
Y recuerdo la atinada pregunta que los Hermanos de la luz hacen en sus Mensajes: ¿cómo puede una persona, un ser humano provocarse heridas 6400 veces durante 18 años de vuestro tiempo?
¿Y qué respondemos si en total ha sangrado durante 22 años de nuestro tiempo?
Giorgio también es periodista. 
Él desarrolla un periodismo apasionado capaz de escribir con la cabeza y el corazón, pero también hay mucho rigor y estudio. Y no vive para escribir sino que escribe para hacer vivir bien a los demás y todas las veces pone su cara y su firma en lo que dice. Se ha ganado una credibilidad, algo que le ha costado sacrificios y renuncias, y que con el transcurso de los años se ha transformado en autoridad, no sólo por la investidura divina. En tiempos de compromisos y conformismo no me parece poco.
Desde hace años ocupado en afrontar temáticas que abarcan los problemas creados por las crisis humanitarias, con un periodismo de investigación, centrándose en la batalla antimafia contra las organizaciones criminales y las conectadas con ellas, para liberar a la sociedad del cáncer devorador de las mafias, trabajando además en pos de la cultura de la legalidad. Siempre intenta buscar la verdad, a pesar de saber perfectamente que puede ser peligroso, sobre todo, cuando uno es libre de cualquier condicionamiento. De hecho resulta muy incómodo a los poderes fuertes que quieren seguir manteniendo este punto muerto.
La sangre que brota de los estigmas de la pasión de Jesús-Cristo en su cuerpo, manos, pies, costado, en la frente, hace que se convierta en el fuego de lava divina del tercer milenio que inunda  y transforma todo lo que toca en emociones e imágenes.
Soy una testigo ocular de esta comprobación que se manifestó fuertemente en mi primer viaje al extranjero con él y por tanto me da la oportunidad de contar los hechos.

VIAJE A SUDAMERICA
Trato de recuperar los pensamientos mientras recuerdo el viaje a Sudamérica, con Lorella y Pier Giorgio (las dos columnas de la Obra de Giorgio) acompañamos a nuestro amado Giorgio Bongiovanni, junto a la dulce e incansable compañera espiritual Sonia Alea y al pequeño tesoro que es Sonia Tabita. Las etapas recorridas en este viaje fueron Montevideo (Uruguay); Zárate, Rosario  Las Parejas, Buenos Aires (Argentina), mientras desde Paraguay y Chile viajaron sus representantes y algunos colaboradores de las Arcas, quienes fueron recibidos con gran cariño por Giorgio, ya que por motivos de tiempo y dinero esta vez no hemos podido ir físicamente hasta allí.
En todos estos centros se desarrollaron conferencias, programas radiales, entrevistas realizadas por emisoras de Televisión nacionales, encuentros espirituales frecuentes y momentos de fiesta organizados por los hermanos sudamericanos. En cuanto a los detalles de los argumentos tratados podéis consultar las descripciones transcriptas en las crónicas, yo en cambio hablaré de algunos hechos y episodios que he enfocado en particular.
En todas las ciudades nombradas anteriormente se realizaron conferencias. Quiero expresar mis felicitaciones a los organizadores de las mismas, donde cada hermano brindó su colaboración, aportando su profesionalidad y patrimonio de experiencias. La armonía, la rapidez de las decisiones ante los imprevistos, la premura continua ante las necesidades de Giorgio demostraron que todavía saben emocionarse, compartir, y tener pasión por los valores de la vida. Su esfuerzo fue premiado con veladas de éxito rotundo, con todas las localidades agotadas cada vez que se realizó una conferencia, con una presencia de 500 o 600 personas nuevas cada vez. Incluso donde los teatros tenían más pisos con palcos y gradas, como en Zárate, también éstos estaban repletos.
En todas las conferencias quien dominó la escena como orador fue Giorgio frente a un público interesado y creo que Dios se sirvió de él para realizar el gran despertar espiritual en el nuevo pueblo de la Tierra (la Galilea de los Gentiles). Habló con sinceridad e incisividad abriendo los ojos de la mente y brindando dulzura al corazón de los presentes, explicando los acontecimientos actuales mundiales, y palabras espirituales íntimamente ligadas. En nombre de lo Divino hizo un llamado a los presentes a seguir a Cristo. La gente sentía el deseo de acercarse a él, después de la conferencia, para tocarlo, saludarlo, abrazarlo con la misa ansiedad con la que un enamorado encuentra a la persona amada. Pero todos nosotros que conocemos su personalidad, su andar, su entrega a los demás, quedamos atónitos al verlo porque, mientras estaba cerca de la gente, revelaba algo diferente aún, un Amor Divino y un Celeste Poder mayor al habitual, entonces se me cruza la idea de que los estigmatizados, los Cálices puros de la Comunión, están compenetrados por Jesucristo, que sacia a la gente cuando se le acerca o cuando lo escucha, de la necesidad de luz, de la sed de amor, con Su Verbo, con una sonrisa, con una mirada penetrante.
Y es un fuego de amor rebosante, que no permite que el amante llamado por Cristo (el hermano o la hermana) a través de su siervo Giorgio, quede solo en sí mismo, lo empuja a unirse al amado (Cristo) y es así como se convierten en muchos los amantes de Cristo a los que el Cáliz de la Comunión Cristica une en un único abrazo de hermandad. Se crean preciosos puntos de luz que iluminan a nuestro Planeta con calidez, amor e información verdadera. ¡Y el Cielo siempre nos envía a alguien que nos recuerda que no es posible vivir sin pasión! En esta encarnación podemos contar fortuitamente con nuestro querido Amigo y Hermano estigmatizado.
De hecho él también nos habla de la verdadera amistad, de este sentimiento noble de amor que va más allá de los lugares comunes de los sentimientos.
Y siempre nos subraya que la prueba más grande de amor de nuestro Maestro Jesucristo fue la de haber dado su vida por nosotros, habiéndonos dejado la enseñanza de que “Nadie tiene un amor más grande que aquel que da la vida por los amigos”.
Como testimonio de ello tenemos Su enseñanza, enseñanza viviendo la unión de amistad de forma totalmente apasionante y transmitiendo que el sentimiento de la amistad es un antídoto imperecedero contra el malestar.
Ser hermanos espirituales y amigos.  
Hermanos espirituales porque compartimos los valores Cristicos.
Amigos porque compartimos cada cosa. 
Amistad implica ser personas que se aceptan por lo que son, sean ricos o pobres, italianos o argentinos, hombres o mujeres, que se tienen confianza recíproca unos con otros, que entre ellos hay confianza y respeto, que se expresan pequeños gestos generosos para comunicar el bien, que se dicen las críticas y los consejos sólo para poder hacer más en la vida, que existe la fuerza del reconocimiento que te mueve hacia el otro, la gratitud, que cuando se tienen opiniones diferentes aflora la comprensión, que si se discute animadamente los valores Cristicos comunes sirven para apaciguar los ánimos con el sentimiento común del profundo amor que los unen, el amor universal o bien la verdadera Hermandad.
Y ésto es lo que Giorgio ha construido además durante los tres años y medio de su misión, encomendada por el Cielo, desarrollada y cumplida en Sudamérica y es algo de lo que allí también pude ver los frutos.
El encuentro con la gran cantidad de hermanos de Sudamérica fue algo de gran relevancia, son todos respetuosos, afables, auténticos, en la voz de sus almas resuena el interés por las cosas esenciales de la vida y que se animan unos a otros, con la fuerza de la madurez del hermano-amigo, para emprender juntos acciones temerarias de desafío al sistema diabólico vigente en el Planeta, en favor de la vida.
Y estos son los queridos amigos-hermanos de Sudamérica con quienes tuve el placer de hablar, y traerme conmigo a Italia, aunque obviamente sea difícil recordar todos los nombres y pido disculpas por ello, pero sus rostros están grabados en mi mente.
Los nombro cronológicamente según como los fui conociendo: Marita, Erika Pais, Georges Almendras,  Chacho, Claudio, Marco, Adriana, Domingo, Luz de Maria, Rafael, Marco Antonio, Andrea, Yasna, Beatriz, Paola, Augustin, las dos amigas de Paola, Inés, Omar Cristaldo, Hilda, Jorge Figueredo, Vanesa, Georgina, Carmen, Juan Alberto, Alejandra, todos los chicos de Rosario, Silvia y todos los demás...
Algunos hechos y episodios me quedaron grabados.
En este itinerario participé de un gran acontecimiento que me conmovió, quedando grabado en mí, como en una video cámara, lo que vieron mis ojos y escucharon mis oídos, durante una jornada inolvidable, dejando dentro mío las emociones y una alegría floreciente. Los representantes de las diferentes Arcas de Sudamérica realizaron una reunión en un teatro de Rosario, Argentina, en la cual participaron las personas de todas las arcas, aquellos que custodian el cofre entregado por su Hermano mayor. Son los llamados que preparan la mesa e invitan a los comensales para sentarse al banquete de Cristo, cuando regrese. Reconocen la importancia del trabajo en la Viña y también ellos mantienen con tenacidad sus manos firmes en el arado.
Qué sensación ver juntas a todas las Arcas: Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay, Méjico, llenando un teatro de 500 personas, algunos de pie, y vivir el sentimiento de la Hermandad entre hermanos del otro lado del océano, donde uno tiene la sensación de ya conocerse con el otro, con ese sentido de familiaridad, que hace espontáneos los abrazos afectuosos y la alegría de verse sin la incomodidad típica de la primera vez. 
En espera de la llegada de Giorgio el murmullo de los hermanos estaba marcado por la alegría y la felicidad, conscientes de que dentro de poco volverían a ver a su gran Amigo. Intercambian ideas, se informan sobre organizaciones de eventos futuros relacionados con la Obra. El ruido de fondo era tan exageradamente fuerte que no podía pasar desapercibido, era necesario gritar para hablar  con la persona de al lado. De repente un silencio absoluto cristaliza las voces, pero no es que  las conversaciones de los varios grupos en la sala se fueron apagando gradualmente, sino instantáneamente y contemporáneamente los 500 hermanos presentes se callaron.
Con gran estupor me doy cuenta de que hay una quietud absoluta.
Me  doy vuelta y veo que “Giorgio Bongiovanni está entrando en la sala del teatro”: todos se han girado a verlo en un clima de fervor manifiesto en sus expresiones, pero al mismo tiempo de recogimiento, envueltos en un suave silencio, esperando que su trayecto sea lo más cerca posible de ellos, para un beso, un abrazo, un apretón de manos, un mínimo contacto físico con El que los ha amado tanto en estos años pasados, vividos juntos durante la misión en el lugar.
Una vez más es evidente que el Fuego ha encendido los ánimos.
El fruto de años de esfuerzos, de trabajo, de sacrificios, razón de un compromiso serio guiado por la Voluntad Divina, continuo, de paciencia y tolerancia y sobre todo de amor por los propios hermanos, instruyéndolos sobre el árbol del conocimiento dirigiéndolos hacia el camino de crecimiento de la conciencia “Ego Sum”. Desarrollando en ellos al mismo tiempo además las competencias informativas sobre los problemas del territorio y sobre los mundiales, el derecho a crítica, las reflexiones, las responsabilidades que cada uno tiene que asumir, importantes en el actual contexto de los veloces cambios que hay que hacer sobre todo lo que es negativo.
Nuestro mensajero de Dios es una figura decisiva para entender como van mutando los acontecimientos. 
En los hermanos Sudamericanos esta semilla recibida ha germinado y a lo largo del tiempo se ha  cultivado el fruto del conocimiento, conscientes hoy de pretender convertirse en artífices del propio futuro, de luchar y de ganar el desafío contra la indiferencia, superando las severas pruebas, entre ellas indudablemente se encuentra el regreso de Giorgio a su patria. Seguramente ésto es una lección de civilización y coherencia en cuanto a quien es escéptico y nunca quiso creer que ésto podría llegar a ser posible.
La transformación espiritual no se consigue en un abrir y cerrar de ojos.
Estas personas laboriosas de todas las edades y clases sociales han madurado una espiritualidad que no es imitativa, es decir la tendencia a hablar simplemente, a seguir pasivamente a un grupo de personas, a sus representantes y a su guía espiritual, dejando así de pensar y sobre todo de luchar. La suya es una espiritualidad concreta operativa, aplicada al vivir social y cotidiano, con un verdadero interés y con una voluntad consciente de hacer un aporte a la ascensión planetaria.
Una alegría para mí y para nosotros los hermanos italianos.
CONCLUSION

El sonido del timbre de la puerta me trae bruscamente a la realidad contingente en la redacción AntimafiaDuemila. Es Giovanni el que llama (el todo terreno) con su dulce mujer Mary y su pequeño, hermoso y dinámico. Traen rosas para Giorgio, es su cumpleaños espiritual. Llegan justo a tiempo porque minutos después Sonia nos llama y nos avisa que acaba de ocurrir la sangración. 
Subimos, todos reflexivos, en silencio, comunicándonos con las miradas para no romper esa atmósfera de recogimiento y no molestar a Giorgio que en estos momentos tiene una muy alta sensibilidad por los ruidos y por todo lo que aún no comprendemos.
Nuestro nivel de preparación y evolución es diferente al suyo.
Estamos todos alrededor de él, juntos, pero cada uno en su propio examen de conciencia y profundo agradecimiento al Cristo, por haber sido llamados para estar cerca de una gran Señal de lo Divino. 
Pienso, mientras todavía estoy allí y veo el dolor, sus contracciones, su inmovilidad física, los estigmas cubiertos de sangre, que Dios tiene para con nosotros poderosos actos de misericordia y que Giorgio representa uno de ellos. De hecho nos regala conocimiento y amor. Y serán nuestra humildad y paciencia las que nos harán entrar en la verdad absoluta, escuchar al mensajero de Dios, que no es abstracto, sino que esta vez no está en la otra dimensión del más allá, es, existe, vive, se mueve, viaja, habla, sacude el corazón de los demás, responde a las preguntas, activa la fuerza liberadora que transforma en operador y testigo de la Verdad a quien así lo desea.
Pero también con la misma investidura amonesta al hombre y lo advierte de que pronto, en estos días, en estos próximos meses, habrá un fuerte acontecimiento catastrófico que traumatizará a la gente, como señal que proviene del Padre, para que la gente despierte de la inercia de la indiferencia.
Y transmite sin miedo a los poderosos que no desean el despertar de las almas y la visión del destino común al cual está yendo al encuentro la Humanidad toda si no respeta los mensajes del Cielo y si no vuelve a tener temor a Dios obedeciendo a las reiteradas advertencias del Cielo.
En este período de crisis en el cual reina la cúspide de la infidelidad y la corrupción moral y espiritual tangible en esta humanidad y en las leadership religiosas, es necesario demostrar la voluntad de dar señales relevantes de un nuevo examen de conciencia.
Tenemos que entregarnos sin reservas al Dios que nos habla a través de este mensajero. Y nos hará sentir amados y nos hará capaces de amar. Giorgio no solo habla, sino que nos ofrece una solución a la situación autodestructiva en la que se encuentra la humanidad, sobre la cual parece que haya sido echada una incurable maldición.
Al haber desobedecido la humanidad se separó de Dios, condenándose a las trágicas consecuencias de las propias acciones erróneas, sin volver a buscar Su ayuda.
De lo que se deduce que somos suicidas si no deseamos la alegría y no contamos con esta última esperanza: Giorgio Bongiovanni.
Inesperadas e inmerecidas bendiciones se derraman sobre quien escuchando su Verbo recibe a Jesucristo, siguiéndolo como punto de referencia constante en nuestra vida cotidiana, poniendo en práctica sus enseñanzas.
Es un camino que nos enriquece de todas las capacidades necesarias para empezar a ponernos al servicio de una ascensión por un mundo mejor.
Todavía queda una pálida posibilidad de que algo milagroso ocurra en el mundo para evitar lo peor, antes de que regrese el Gran Maestro Jesús con potencia y gloria.
El motivo de mi escrito es esta esperanza.
¡Padre Adonay bendice al Cáliz Viviente que has enviado a la Tierra, el cual desborda de ti amor y justicia, inundándonos de alegría y Verdad en la espera de que llegue Tu Amado Hijo Jesucristo!

Con amor Antonella Morelli

Palermo, 10 de Octubre de 2011