Por Pier Giorgio Caria
Entre las cosas que me interesan desde el punto de vista de la investigación no solo está la visita extraterrestre y todo lo relacionado con la misma, como los círculos de trigo y la espiritualidad. La gravísima situación mundial desde el punto de vista ambiental, social, económico y político, entra en la esfera de los argumentos que investigo ya que están íntimamente relacionados con los motivos que impulsan a las civilizaciones cósmicas a visitarnos en este momento de nuestra historia tan especial y grave. Uno de los expertos que analizan y explican con gran lucidez los hechos del mundo y de Italia misma, dando las noticias y los datos que el corrupto mainstream de la información manipula o calla por completo, es el periodista Giulietto Chiesa. Como muchos saben Chiesa, además de informar, con la intención de encauzar y posiblemente encontrar una solución al desastre que está causando la corrupta política italiana, ha creado un movimiento político denominado, no por casualidad, “Alternativa”.

Movimiento en el que me inscribí, ya desde hace un par de años, para apoyar las ideas e iniciativas que desarrolla Giulietto y del que, justamente, comparto los ideales y objetivos. En virtud de lo que acabo de mencionar estuve participando de la última asamblea general de Alternativa que se desarrolló en Roma el 29 y 30 de Julio de este año. A lo largo de los dos días se alternaron numerosas personas arriba del escenario para presentar sus ponencias y tengo que decir que quedé sorprendido gratamente por el tenor de los discursos. Es cierto que me esperaba propuestas alternativas de esta asamblea, tanto en el contenido como en la forma, pero asistir al salto cualitativo que se ha dado para mí fue algo inesperado.

De hecho además del análisis obvio de la situación puramente política de nuestra nación, análisis que es indispensable hacer, los temas se extendieron hasta tocar los aspectos más profundos y éticos de la crisis actual que vive nuestra sociedad. Se habló sobre las causas más profundas del malestar que oprime a nuestra sociedad y al alma misma del hombre, las verdaderas causas que son la raíz más íntima del abismo en el que está cayendo la humanidad, hacia una irreversible autodestrucción. Qué sorpresa, qué placer escuchar estas palabras, estos razonamientos en un ámbito político. Finalmente un lenguaje que llega a tocar el corazón del hombre, su íntima naturaleza espiritual y humana, a pesar de lo laico de las palabras eran de aliento, osaría decir, casi iniciático. Y no solo Giulietto Chiesa, los demás oradores también demostraron lograr ir más allá de las visiones limitadas de los alineamientos e ideologías políticos y haberse vuelto conscientes de que el verdadero problema no está en este partido o en el otro, en la “derecha”, en el “centro, o en la “izquierda”, sino en la misma raíz del sistema social que hemos construido. Un sistema que en busca de algún beneficio material temporal, ha minado los mismos cimientos de la vida en el planeta Tierra.
Una verdadera revolución, una verdadera “Alternativa” ideológica y cultural que si llegara a ser comprendida por amplios sectores de la sociedad civil podría llevar a nuestra Italia toda a convertirse en una guía ideológica planetaria capaz de realizar la verdadera revolución de las consciencias y conducirnos a un sistema social cuyo objetivo primordial no sea el bienestar material sino el vivir bien, la felicidad del hombre que encuentra su base principal en las buenas relaciones entre la gente, en el respeto del planeta y en la justicia social antes que en la judicial.
Como dijo con palabras muy profundas el arquitecto Fabrizio Carola: no una República basada en el trabajo, como dice nuestra Constitución, sino una República basada en el placer. El placer de estar juntos, de gozar de nuestros afectos, de nuestra creatividad, de una vida que finalmente sea a medida del hombre y no del mercado. Probablemente el discurso del arquitecto Carola fue el que obtuvo el consenso más caluroso del público presente, como demostración de que cada vez más consciencias han comprendido la urgente necesidad de refundar la sociedad humana sobre bases completamente diferentes y que los valores utópicos, aparentemente irrealizables, en realidad son la única perspectiva capaz de encauzar el rumbo de la humanidad y cambiar ese destino tan atroz que no deriva de un hecho sobrenatural e infausto sino simplemente de nuestra perversión, por nuestra insensibilidad y falta de discernimiento.
Con un gran entusiasmo el mismo Giulietto Chiesa, en calidad de líder del movimiento, se unió a esta visión de una sociedad basada en el “placer” prometiendo que la difundiría en todas las asambleas y sedes mediáticas en las que a menudo tiene la posibilidad de hablar. Por lo tanto se siente un aire distinto y para mi, que estoy acostumbrado a temáticas más cósmico-espirituales, lo repito, fue una bocanada de aire fresco, una oxigenación del alma con esos conceptos que he leído muchas veces en los mensajes de los contactados o de los místicos. Finalmente veo que estos temas, estos conceptos, se expanden cada vez más y entran en contextos que hasta hace pocos años eran impensables. Veo que maduran en personas que están fuera de los sectores culturales de la búsqueda espiritual o cósmica. No creo que todo esto sea una casualidad, también el trabajo realizado por Giorgio Bongiovanni en primer lugar y luego por todas las demás personas que colaboran con él en el ámbito político y de la legalidad, que a lo largo de los años han creado una red, han trabajado de manera incesante y con grandes sacrificios; está dando sus frutos, está contribuyendo a esta profunda transformación.
El mismo Giulietto Chiesa citó a Giorgio llevado por el ímpetu de su extraordinario discurso de conclusión llamó a los presentes “hermanos”, y transcribo la frase textual: “amigos, compañeros, hermanos, como diría Giorgio”. El de Giulietto fue un discurso que por su apertura, nivel espiritual y aliento universal podría haber sido pronunciado después de una reunión cósmica por el contactado de turno. Por lo tanto afirmo nuevamente mi gran y agradable sorpresa, y la satisfacción de encontrarme con personas cuyo interés por la política ha absorbido esos valores fundamentales para una existencia feliz, esos valores que solo pueden ser la piedra fundamental de una nueva sociedad humana capaz de salir de los límites históricos y culturales que nos han llevado a guerras fraticidas y a la destrucción del medio ambiente.

Así mismo la participación de Antonio Ingroia, líder del movimiento político “Azione Civile” (Acción Civil), en la asamblea nacional de Alternativa es otra señal importantísima de que las partes más sanas de nuestra sociedad se están uniendo hacia el objetivo común de intentar reformar la difícil situación que estamos viviendo y que encuentra sus causas, como ya he dicho, en el dominio de intereses criminales y de los grandes centros que gobiernan la economía mundial. Intereses que radican en una base cultural de la sociedad ferozmente manipulada y confundida por el mainstream mundial que está completamente en las manos de estos centros de poder negativo y a la que hay que cambiar necesariamente si queremos que haya una verdadera renovación.
Y aquí también el acercamiento y la colaboración de estos dos líderes y de los movimientos que dirigen, se debe también al notable aporte de Giorgio Bongiovanni y de su staff, quienes han trabajado y trabajan de manera incesante para tratar de unir esos corazones y esas mentes cuyos valores, más allá de la ideología política o religiosa, están en sintonía con los valores crísticos de la paz, la hermandad y la justicia.
Un resultado al que tal vez ni siquiera el mismo Giulietto creía que podría llegar a alcanzar. Y tengo que decir que ya había percibido que estaba ocurriendo algo importante cuando vi a Giorgio Bongiovanni, Giulietto Chiesa y Antonio Ingroia hablando juntos en la ciudad de Pordenone, el pasado 22 de Junio, en la conferencia sobre los “sistemas criminales”. Ya en ese momento se percibía la maduración de esta posible colaboración, a pesar de las dificultades que pueden manifestarse en estos casos.
Por lo tanto no puedo hacer una evaluación simplemente cultural o política. Es mi evaluación y asumo la responsabilidad. Pero no puedo hacer otra cosa que dar testimonio de que he visto a esas fuerzas cósmicas y espirituales, que desde hace tiempo actúan a través del espíritu y de los corazones de los místicos, de los contactados y de todos aquellos que se han convertido en intérpretes y portavoces de las mismas; activas y completamente operantes en un ámbito inesperado. Las he visto traslucir en las palabras de esperanza y en el deseo de cambio de quienes se reunieron en Roma el 29 y 30 de Junio pasados. Han vibrado en las palabras de Chiesa, en el discurso firme en defensa de la Constitución de Antonio Ingroia, quien está pasando un momento difícil pero que no ha sido vencido en la dura prueba política, en el encarecido llamado por la defensa de los magistrados de Giorgio Bongiovanni, en el emocionante discurso de Fabrizio Carola y en la emoción de Simone Santini, el nuevo secretario de  “Alternativa”.
Estas fuerzas se encontraban presentes y se arraigan en cada vez más corazones, caminan sobre cada vez más numerosas piernas, brillan en cada vez más ojos. La batalla es dura y el enemigo es fuerte, muy fuerte. Pero no estamos solos, nunca lo hemos estado y creo realmente que de una vez por todas los mercaderes serán echados para siempre del templo de Dios.

P.G. Caria - 26.7.2013