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Mara Pn 100Por Mara Della Coletta
Solo breves instantes de silencio dan paz a esos miembros cansados, a esa cabeza que no tiene adónde apoyarse.
Con la humildad de un Rey sirve al hombre más allá de su humana naturaleza, al punto tal que el hombre mismo no comprende la obra de este servicio.
“He venido para servir”, y es cierto. Día a día, como la gota que horada la piedra, como la gallina clueca que reúne a sus polluelos, como el padre que educa a sus hijos para que tengan en abundancia un bien que trasciende la materia, un bien eterno.
Él, el caballero de otros lugares, ha encendido nuevamente en nosotros la llama del Yo soy, ahora consciente de la eternidad del Espíritu que lo invade.
Para nosotros sigue siendo incomprensible su naturaleza, su Ser.
Él es la lluvia que acaricia tu cuerpo lleno de costras de fango, el viento que aleja el pensamiento inícuo, la sal que nutre el alma con las obras, el fuego que hace arder de amor el corazón.
Él es.
Un instante de silencio para recuperar energías invisibles logra levantar el cuerpo santificado por los 5 sellos de Jesús Cristo.
Un nuevo viaje, la misma misión.
Mara Della Coletta
30-08-13