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juanalberto2012
Por Gerardo Silvi
APERTURA DE LA CHARLA
PALABRAS DE GERARDO SILVI
    Pensaba hacer otra presentación, pero como nos conocemos casi todos, voy a hacer una presentación cortita, así ganamos tiempo. De todas maneras, hay algunas personas que es la primera vez que vienen, para ellos vamos a entregar las pag. Web, para que puedan acceder a toda la información que deseen.
    Este encuentro lo organiza la asociación Del Cielo a La Tierra a la cuál pertenecemos. Es una asociación que fue creada por personas comunes y corrientes, y no tiene fines de lucro, ni políticos, nuestro trabajo es colaborar con la tarea titánica que está llevando a cabo un amigo, hermano nuestro Giorgio Bongiovanni que es estigmatizado. ¿Cuál es el trabajo y la  misión resumiendo todo esto? Es compartir y hacer conocer al mundo la verdad, una verdad que fue ocultada por intereses políticos, religiosos y militares a través de todos los tiempos  y  esto nos tiene sumergidos en la miseria, en la degradación, en la corrupción. Hoy es el tiempo que tenemos que hacer conocer sin fanatismos pero con convicción lo que sentimos como son las cosas, buscando siempre la verdad.
    Esta asociación se basa en  pilares fundamentales que son la divulgación del tercer secreto de Fátima, que los ángeles de ayer son los extraterrestres de hoy y la parte más importante es anunciar el retorno de Cristo, y desenmascarar  el  anticristo denunciando la verdad que es incómoda para todos aquellos que tienen intereses contrarios a las enseñanzas del Cristo… Los dejo ahora en compañía de Juan Alberto Rambaldo, coordinador de muestra asociación y amigo personal de Giorgio Bongiovanni.
(Previamente a las palabras de Juan Alberto, Leticia una invitada del arca, hizo una introducción con cuencos,  para  aquietarnos y estar más receptivos para escuchar).
PALABRAS DE JUAN ALBERTO RAMBALDO
    Yo les vengo a transmitir el mensaje que viene del cielo, yo soy un mero instrumento, la voz que de alguna manera, está autorizada a hablar en nombre de un enviado, un ser excepcional que porta los estigmas del Maestro Jesús, que es Giorgio Bongiovanni. Todos en su obra pertenecemos a lo que se llama la tribu de Juan, veremos un video que habla sobre el tema.
    Ustedes vieron ahí, en el video, a dos personajes: Eugenio Siragusa, Juan, el anunciador del apocalipsis, y Giorgio Bongiovanni, el otro Juan, el precursor (Se está refiriendo al video “La Tribu de Juan” que confeccionaron los hermanos del Arca de Campana).
    Si nosotros nos remontamos a Getsemani, el Señor convocó a tres discípulos: Pedro, Juan, y Santiago.
        ¿Por qué no convoco a todos? Porque iban a recibir la gran iniciación, de allí iban a desprenderse las tres escuelas de la iglesia de Cristo: Pedro, la escuela exotérica vinculada a la gente; Juan la escuela esotérica, donde se desarrollaban los grandes conocimientos, la gnosis, y Santiago con la escuela alquímica, la de la transformación.
    De alguna manera todos conocemos la historia de lo que fue la escuela de Pedro, donde muchos de los iniciados de la escuela de Juan y de Santiago perecieron como consecuencia de sus actos (quizás el más notorio fue Giordano Bruno, que conjugaba en si el conocimiento filosófico y el alquímico) y fue por eso que esas escuelas estuvieron cuasi ocultas, mientras que la iglesia de Pedro se fue transformando en un instrumento de poder. Se fue transformando en lo que no era, en lo que no debió ser.
    Juan ya lo había dicho en su libro del apocalipsis, que hay dos momentos de las revelaciones (apocalipsis quiere decir revelaciones, y estamos viviendo las revelaciones),  pero el Maestro nos dijo también que no nos iba a dejar solos, que él nos iba a enviar a un Consolador, aquel que iba a estar junto a nosotros, que nos iba a indicar el camino, y hoy, en el momento de las revelaciones, entran a tomar gran importancia las dos escuelas, así como aquel que era el precursor cuando el mesías vino a la tierra, Juan el Bautista, y que ahora es el precursor de la anunciación de la segunda venida de Cristo, o mejor aún, de la segunda manifestación, porque el Cristo ya está en la tierra… Y aquí quiero que pensemos con amplitud, que se nos expanda la capacidad de pensamiento, la capacidad de sentir...
    En la ultima cena Juan el apóstol facilitó su cuerpo para que Juan el bautista, que nunca había estado compartiendo con el Maestro (solamente lo había hecho en el momento del bautismo) pudiera compartir con Él. Fue en ese momento que el Cristo dijo: “coman de este pan, es mi cuerpo, y tomen de este vino, es mi sangre”, y -alquímicamente- el cuenco donde se vertió el vino convertido en la sangre del Maestro, era el espíritu de Juan… Luego ese cuenco desapareció... Cientos de caminos se  recorrieron buscando el Santo Grial que, sin embargo, se fue manifestando a lo largo de la historia… y hoy tenemos entre nosotros al Santo Grial… cada vez que Giorgio sangra es el contenedor de esa sangre de Cristo, siendo el instrumento a través del cual se manifiesta el Cristo diciéndonos “estoy entre vosotros, nunca los deje solos”, y ahora menos que nunca…
    ¿Por qué digo todo esto? Lo digo porque pertenecemos a la tribu de Juan,  pertenecemos a la escuela que hoy conjuga la ciencia, la filosofía y la religión, dejando de lado los ritos, recordándonos que el Maestro se comunica con nosotros a través de nuestro propio corazón, y que también nos comunicamos entre nosotros con nuestro propio corazón. Es una suerte de formación tripartita: yo soy yo, a través de ti y por Él. No más intermediarios para nuestra comunicación con el Cristo; no más otorgadores de perdón, porque el único que perdona es Él. Nosotros lo que tenemos que hacer es tolerar y comprender… nosotros debemos estar con el otro tolerando aquello que no nos gusta y, fundamentalmente, comprendiendo cada una de sus actitudes y exigiendo lo mismo para nosotros.
    Tolerar no es una posición callada. La nuestra es la actitud de aquellos que tratan de de gritar la Verdad del Cristo, y la Verdad del Cristo se apoya en tres pilares (a veces yo digo que cuatro, porque le agrego la libertad): la Paz, que no es la paz del mundo, es la armonía; el Amor, que no es el afecto, es la pertenencia, y la Justicia. Dios es amor y es justicia. En este momento de la humanidad el Amor se manifiesta a través de la Justicia y nosotros debemos ser portadores de la Voz de Él. Nosotros debemos ser aquellos que rechazan, aquellos que señalan con el dedo a todos los que viven y medran a través de sufrimiento ajeno, porque si nos callamos somos cómplices… y yo soy uno de esos cómplices ¿saben por qué yo soy uno de ellos? porque participo de un mundo podrido y no doy todo lo que debería dar para hacer de éste un mundo grande. Hay otros que sí, que son peores que yo, lógicamente, son la carne viva del anticristo, son la expresión cotidiana y manifiesta del anticristo, y están otros que son peores aún, son los que se ocultan atrás de la expresión manifiesta, y son los que dirigen el mundo.
    La pregunta es ¿qué hacemos nosotros cuando, como dijo Eugenio Siragusa, la tierra gime de dolor?… Por ahí gritamos, por ahí ponemos la cabeza… pero parece que es tan grande el enemigo que no podemos hacer nada porque todos los días, cada segundo, se talan árboles en una cantidad equivalente a una cancha de fútbol; aquí, en Argentina, para extraer lo inextraible, están las grandes compañías mineras que medran a través de la contaminación de las aguas, amén de tener algunos beneficios extras como no pagar impuestos, llevarse el uranio, además del oro y la plata que son los minerales autorizados; ahora también tenemos el fracking… Pero no es sólo en Argentina, es la presión de las corporaciones a nivel mundial.
    Mientras caminamos por la calle y vemos niños que hurgan en la basura, hay lugares en el mundo que producen un derroche espectacular, y lo peor es que no están dispuestos a modificar sus condiciones de vida, lo que implica que poblaciones enteras terminen excluidas socialmente.
    Yo sé que no estamos en condiciones de desbaratar ese monstruo gigantesco que se ha desplegado a través del que gobierna esta humanidad; yo sé que la solución final no está en nuestras manos, sino que estará en el momento que Jesucristo se manifieste, separe el trigo de la cizaña y les brinde el reino prometido a aquellos que lo merezcan. ¿Pero qué debemos hacer mientras tanto? ¿Quedarnos sentados esperando que el Maestro venga y diga se acabó? ¿Y cuando nos juzgue y nos pregunte qué hicimos, qué le vamos a decir?... “No hicimos nada malo, nos quedamos en casa esperando a que Tú vinieras para que esto cambie”. Entonces Él nos recordará aquello de “a los tibios los escupiré de mi boca”.
    Cada uno de ustedes es un factor de resistencia.
    Cada uno de ustedes tiene que ser un portavoz de la resistencia.
    Cada uno de ustedes tiene que gritar “no me rindo”, porque la única forma de decir sigo al Cristo es siguiendo Su camino. Y Su camino ¿cuál fue? fue el camino del sufrimiento, fue el camino de señalar al enemigo, fue el camino de denunciar, fue el camino de llegar hasta las últimas consecuencias, es decir, hasta la entrega de la vida por los hermanos que lo seguían.
    No hay una sola forma, porque hay cientos de lugares de lucha en el marco de esta tierra que está acosada, en el marco de esta humanidad donde hay millones de seres que sufren. Un ejemplo es la Madre Teresa de Calcuta que se fue al medio de la India a estar con los enfermos a palearles el sufrimiento. Hasta los muchachos ecologistas están tratando de rescatar un poco de lo que es el mantenimiento de la vida en la Tierra. Hay otros que luchan políticamente para enfrentarse a una realidad que no soportan… Todos los caminos, todos los lugares son válidos en la medida que el objetivo sea ayudar al hermano, salvar a la Tierra, anunciar que el Cristo va a venir a mostrarse delante nuestro… Y para ese momento queda muy poco tiempo… y nosotros debemos ser sinceros en el sentido de informar que vamos a tener que pasar por situaciones muy complicadas… muy complicadas porque los zigos se están moviendo… los cuatro elementos están en movimiento (la tierra, el aire, el agua y el fuego) en gran medida por las barbaridades que hemos hecho nosotros contaminando el planeta, pero también porque el Padre Sol está emitiendo lenguas de fuego que alteran al planeta Tierra y a todo el sistema solar, lo que va a producir un cambio cualitativo en todo el sistema solar.
    Se está produciendo la deriva de los continentes. No se los digo para que se asusten sino para que tomen consciencia, porque una cosa es decirlo y otra incorporarlo. Yo creo que aún lo estoy diciendo de la boca para afuera… soy consciente de que no logro internalizarlo totalmente…
    La deriva de los continentes va a provocar la emergencia de algunas tierras y el hundimiento de otras, apareciendo una nueva conformación de la superficie del planeta. O sea que hasta ahora veníamos hablando de los incendios, tornados volcanes, terremotos, maremotos, y ahora le debemos agregar el problema de la deriva de los continentes, hecho que ya ha ocurrido en otros cambios de eras.
    La Tierra está por dar un salto cualitativo hacia un nuevo estado de consciencia. Jesús ha dicho: “el que quiera salvar su cuerpo lo perderá, pero nadie les podrá tocar ni un solo cabello mientras permanezcan en Mi Obra”.
    Estamos viviendo uno de los momentos más críticos y dolorosos de la historia, pero también estamos viviendo el preludio de uno de los momentos más maravillosos de esta humanidad, la manifestación física de Jesús el Cristo, tal como Él lo había prometido cuando dijo: “de la misma forma que me voy, así volveré”.
    No tenemos que temer, yo sé que es imposible, pero no tenemos que dejar que el temor nos domine. No nos olvidemos que, como dijera una entrañable amiga mía -Beba Balvé- “la cobardía es producto de la sobrevaloración de nuestro cuerpo al que se teme perder, mientras que la valentía es la valoración de nuestras ideas por sobre todas las cosas”.
    Los momentos que vienen nos van a poner a prueba a cada uno de nosotros. Nos van a poner a prueba en nuestra capacidad máxima de amar: si yo la veo a ella, aún sintiendo que es mi hermana, me surgirá la duda acerca de si estoy con ella o huyo de ella. La actitud debe ser que en los momentos de angustias de los que nos rodean pongamos todo nuestro ser, toda nuestra alma, toda nuestra fuerza, en rescatar a aquellos que están hundidos en el temor y decirles: “no  teman este es el preludio de la manifestación de CRISTO”.
    Somos pescadores, dice Giorgio, y en este momento en el que el Padre dejó libre al demonio para que nos tiente, nos pruebe y haga todo lo que se le ocurra hacer con nosotros, debemos estar alertas y unidos porque estamos viviendo el Armagedón, la lucha por las almas. Cada alma que pescamos es alguien que se rescata, y que vuelve al redil del Señor, cada alma que perdemos es un universo que se pierde.
    Tenemos que ser conscientes de la responsabilidad que nos cabe, porque el que no sabe no es responsable porque no sabe, pero desde el momento que nosotros vimos, que aprendimos a ver y a escuchar, debemos decir: “Señor, soy tuyo”.
    Vieron ese cuadro que dice “Jesús en vos confío”, me parece una barbaridad, le estoy cargando la responsabilidad de mi confianza en Él. Lo que tengo que lograr es que Él confíe en mi, y en lugar de decir en vos confío, tengo que decir “Señor soy tuyo, soy tu instrumento, actúa a través de mi, y perdóname, que por ahí hay cosas que no voy a poder hacer”.
Gerardo Silvi
23 Agosto 2013