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adriositoPor Adriana Gnani
La voluntaria Adriana relata, con la pasión que la caracteriza, la visita del fundador de FUNIMA International Giorgio Bongiovanni al centro diurno “San Giovanni Decollato”. Giorgio, que hoy se encuentra abocado a la lucha en contra de la criminalidad organizada precisamente en el territorio de Palermo, no dejó pasar la oportunidad de encontrarse personalmente con el Padre Scordato, responsable del centro de acogida y de todas las actividades desarrolladas con los niños del barrio. Una ocasión para compartir y para festejar para todos los niños que presentaron una... muestra de sus cantos navideños preparados en el “Laboratorio de Oz.”.
A menudo hablo sobre las actividades que desarrollo con los niños del centro “San Giovanni Decollato”… pero esta vez… la rutina de su tarde se vio interrumpida por la sorpresiva visita de Giorgio... estaba fuera de mi por la enorme felicidad... de compartir lo que vivo... de saber que él también podía ver con sus propios ojos los momentos de vida durante los laboratorios creativos a favor de estos pequeños. Me encargué personalmente de organizar la visita de Giorgio al centro y de la reunión con el mismo Padre Scordato... ¡no podéis imaginar ni remotamente cuán ansiosamente esperaba ese día!
Otro de mis sueños se estaba por cumplir, sus zapatos atravesarían el umbral de esas puertas que tanto amo, y sus manos acariciarían esas pequeñas cabecitas y sus ojos encontrarían esos otros ojos tan necesitados de amor y cariño. A estos niños no les falta la casa, indumentaria, o alimentos. A ellos les falta la dignidad de vivir, la atención que merecen, alguien que les tienda una mano para hacerlos crecer sanamente... Alguien que despierte en ellos el amor más grande que existe... Al ser niños éste es un valor innato en ellos, solo que no saben que lo poseen, nadie se lo enseña. Y nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, tratamos de hacerlos crecer enseñándoles a creer en el amor, en la vida, en Dios. De modo tal que en el día de mañana, cuando ya sean grandes y tengan que afrontar la vida sepan creer en si mismos, sepan salir adelante con dignidad y justicia, sepan amar... La misión que siento que tengo que hacer por ellos es la de llevar la palabra de Jesús y hacerla vivir en sus corazones. ¡Inmediátamente me encargué de avisar de la noticia de la reunión a los responsables del lugar, estaba muy entusiasmada y creo haberles transmitido la importancia que tenía para mi y para los niños! Luego tocó el turno de los niños, les informé que llegaría una visita especial y les conté la vida de Giorgio Bongiovanni en forma de cuento... les conté que gracias a su asociación logra ayudar a una gran cantidad de niños del mundo, muchos de los cuales son muy pobres... que ni siquiera tienen una casa o una familia y que viven solos en las calles de muchas ciudades. Inmediátamente un niño me preguntó: “¡Quiere decir que tiene mucho dinero!” Y le respondí que no es así, lo que tiene es mucho amor y que hay muchas personas que lo ayudan a realizar estas importantes obras por los carenciados.
Una vez que terminé de explicarles todo corrimos para recibir a nuestro invitado Giorgio con un pequeño anticipo del espectáculo de Navidad. Su alegría era tan grande que comenzaron a saltar como cabritos ¡ya estaban orgullosos de que alguien los escucharía y los vería en sus presentaciones! “¿Pero estamos listos?” me preguntan. Y yo intento tranquilizarlos diciéndoles que no serían juzgados por si cantaban bien o mal, lo más importante era que se demostraran a si mismos en primer lugar que estaban unidos, que transmitieran este sentimiento a una persona que había venido como un hermano mayor para conocerlos y escucharlos. E inmediátamente una niña (que más tarde llamaría la atención de Giorgio) tomó la palabra: “¡Vamos Adriana, instala la computadora, los papeles que tenemos que ensayar, quiero estar lista!”... y así fue que todos ensayaron muy concentrados de manera tal de hacer todo bien. Pido disculpas por mi entusiasmo pero ver la participación de estos niños fue como haber alcanzado el objetivo de mi trabajo y verlos tan listos para trabajar... ¡me emociona mucho!
El día de la reunión presenté a Giorgio que había venido junto a dos colaboradoras: Sonia y Antonella. Los niños estaban inmovilizados y emocionados, incluso muchos de ellos fueron a presentarse dándole la mano, como si ya lo conocieran. También le presenté a Giorgio a los diferentes responsables y voluntarios, que se pusieron a hablar con Él de la gran cantidad de problemas organizativos del centro, de sus necesidades... en fin, de los aspectos prácticos del trabajo.
Todos sentían una gran curiosidad y sorpresa por conocer a una persona como Giorgio, conociendo su experiencia especial de estigmatizado y su labor como periodista antimafia... ¡una combinación que para ellos es insólita!
¡El centro “San Giovanni Decollato” linda con una iglesia desconsagrada en la que se acomodaron los invitados de hoy! Es una iglesia despojada que se usa como un gran salón, y que tiene un hermoso altar sobre el que se encuentra la estatua de una Virgencita con el niño Jesús en brazos, su rostro es encantador, parece una niña con la majestuosidad de su ser. Y Padre Cosimo, con la ayuda de sus fieles la ha remodelado y puesta en condiciones ya que estaba en ruinas a causa de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Este salón es en donde trabajo con los niños. Es el lugar más hermoso que me podrían haber dado. Bailamos, cantamos, jugamos, como si fuera un gran patio, pero con cuatro muros que nos protegen. Un día los vecinos que viven cerca del centro, atraídos por los cantos de los niños, se acercaron a la iglesia y entraron en la iglesia uno a uno por la curiosidad, creando un pequeño grupo de espectadores que se quedaron escuchando en silencio lo que hacíamos.
adrianfunimaUna vez que Giorgio entró a esta sala comenzó a mirar a su alrededor observando esa estructura mientras esperaba al Padre Cosimo. Yo me ocupaba de entretener a los niños haciéndolos jugar. En determinado momento veo que Giorgio se da cuenta de que hay un piano, levanta la tapa del teclado y se pone a tocar. Para él es imposible contener su pasión por la música... Y en un instante, como abejas a las flores, todos los niños corren hacia él, como si hubiera roto el hechizo. Y en forma coral los niños pidieron a Giorgio si podían tocar con él. Giorgio lo permite pero solo bajo sus directivas, porque de lo contrario lo darían vuelta, son niños de carácter muy fuerte, y en poco tiempo ya se había dado cuenta. Con mucho amor organizó a los niños de forma tal que pudieran utilizar una parte del teclado, y a otros para cantar el estribillo de la canción que tocaría. Todo era muy lindo y electrizante. Casi no veían, ni a Giorgio, ni al piano, rodeados por esas sonrisas, esas voces, deseosos de participar en ese momento. Y fue allí que llegó el Padre Cosimo, fuí a recibirlo y mientras lo saludé lo acompañé hacia donde se encontraba Giorgio. El encuentro de dos gigantes sociales, dos misiones diferentes, pero con un único fin: luchar por la justicia y la verdad.
Todos estaban presentes, con la ayuda de los niños acomodé las sillas en el centro de la iglesia y los preparé para su pequeño y gran momento. Sus miedos eran incontenibles y los tranquilizaba continuamente. Y así llegó la primer canción cantada por dos hermanitas de 6 y 9 años, luego llegaron todas las demás. Se veía la emoción en los rostros de los presentes, en sus ojos brillantes. Sorprendidos por lo bien que cantaban los niños. Hubo algún que otro traspié, algunos inconvenientes técnicos, o el hecho de que quienes tenían que haberme ayudado se habían volatilizado. Le dije a Giorgio que prestara especial atención a los niños. Luego cuando cantaron las últimas dos niñas Giorgio y el Padre Cosimo no resistieron seguir estando sentados y de improviso y simultáneamente se acercaron al micrófono y se pusieron a cantar con ellos. ¿Qué más podría desear de esa jornada?... ¡¡¡nada!!!
Felicité a los niños por el éxito del espectáculo y los abracé muy fuerte. Eran casi las cinco, hora de la merienda, llamé a todos los niños para formar un gran círculo tomados de la mano. El Padre Cosimo y Giorgio también se unieron a nosotros y rezamos el Padre Nuestro, el Ave María, y la oración al Ángel de la Guarda. Dichas oraciones resonaban como un eco en nuestros corazones. Y luego comenzó la merienda mientras Giorgio y el Padre se pusieron a hablar de sus actividades.
La jornada estaba llegando a su fin y como en todos los casos tarde o temprano llega el momento de los saludos.
Saludé al Padre Cosimo que me abrazó fuertemente agradeciéndome, le respondí que no tenía que agradecerme, “Este es nuestro deber y poder serte de ayuda para mí es un honor”. Él me sonrío y me dio una palmada en la espalda.
Aquí termina mi relato, pero la labor de FUNIMA International en Palermo continúa.
En cada una de las cosas que hacemos, cada uno puede ser parte de este enorme proyecto: ayudar a la vida y a crecer.
Adriana
Palermo (Italia)
03/12/2013
El Laboratorio es un medio didáctico de conocimiento activo, un lugar de liberación de la interioridad creativa, un espacio de superación de los conflictos. En el ciclo escolar anterior comenzó el Laboratorio de Oz a través del lenguaje del arte (pintura, decoración, materiales). Desde el mes de septiembre de este año agregamos las actividades de canto y teatro. Por lo tanto el arte, la experimentación, la reflexión, son instrumentos para poder compartir y crecer.
Las actividades involucran a los niños de la escuela primaria que frecuentan el centro diurno “San Giovanni Decollato” – Palermo - del Padre Cosimo Scordato.
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