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adriananavarro2011Por Adriana Navarro.
Nuevamente las noticias que escuchamos nos inquietan, nos alarman y nos indignan. En este pequeñito país, donde pareciera que no deberían tener mucha trascendencia las acciones de los hombres que aquí habitamos, nos sorprende ver lo contrario. En el país del “aquí no pasa nada”, pasan muchas cosas, algunas muy positivas y otras muy negativas.
Hay cosas positivas que no escuchamos en los informativos, que sería bellísimo escuchar, como por ejemplo que hay un hombre, un funcionario público, que se la juega por todos, un hombre que se ha ganado el apodo de “el fiscal de todos”, de gran parte de la ciudadanía, que se considera representada por él. Veamos por qué.
Hace muchos años que tenemos noticias de este hombre, pero no precisamente por los informativos, sino por el boca a boca, porque cuando nos ponemos a profundizar en temas que atañen a la salud, al bienestar de la población, cuando hay que defender los derechos generales de la población, lo encontramos a él. ¿Cómo? Simplemente haciendo su trabajo como fiscal, defendiendo el interés general. Así lo hemos visto trabajando y reclamando al Estado, que cumpla con la constitución, con el cuidado de la salud de la población, con el cuidado del medio ambiente, etc., etc. Hace años cuando aparece la contaminación con plomo en La Teja, escuchábamos de un fiscal que estaba haciendo una demanda al Estado porque -nada menos- que la refinería estatal era la causante de la contaminación con plomo de cantidad de niños pequeños que vivían en la zona, aunque quería convencerse a la población que la contaminación era producida por las fundiciones de plomo que habían exisitido en el lugar. Luego ante la llegada de emprendimientos anacionales, -como este hombre los define- contaminantes, como Botnia, Montes del Plata, hasta ahora, como los de minería de gran porte, lo vemos haciendo su trabajo de fiscal. Un hombre que no mira para el costado, un hombre que no responde a conductas partidarias, sino simplemente devuelve con su trabajo y dedicación al pueblo y al Estado, los frutos de su formación profesional.
Una de sus últimas acciones fue presentar Recurso de Inconstitucionalidad contra la Ley de Minería de Gran Porte recientemente aprobada por el Estado uruguayo, porque dicha ley atenta contra el artículo 47 y otros de la carta Magna.
Pero no sólo por estas acciones este hombre se ha ganado el título de “el fiscal de todos”, sino también porque este hombre comprometido con la gente ha estado dispuesto a ir por todo el país explicando los peligros de estos emprendimientos, siempre ajeno a expresiones partidarias, con respeto a la inteligencia de la gente que lo escucha. Quizás el peligro mayor porque engloba todos los demás es la pérdida de soberanía nacional, a la que nos enfrentamos todos los uruguayos, hoy por hoy, tal como lo explica el fiscal Enrique Viana, corremos el riesgo de dejar de ser un Estado de Derecho, el riesgo de convertirnos en una cáscara vacía, sin sustancia interior, donde los grandes capitales y los enormes poderes extranjeros gobiernen y decidan por nosotros.
Sin embargo el mismo día que nos enterábamos que la Suprema Corte de Justicia daba lugar al Recurso de Inconstitucionalidad contra la ley de megaminería, el mismo día escuchábamos que el fiscal Enrique Viana iba a ser sumariado, y el motivo era que no asistía a determinadas audiencias. ¿Puede pensarse que un hombre con la seriedad de Viana, un abogado, que además sabe en qué cosas está comprometido, simplemente no vaya a alguna audiencia si tuviera que hacerlo obligatoriamente? No nos cabe duda de que esto es una excusa, que en
verdad esconde algo muy peligroso de fondo, incluye una amenaza a este hombre, una amenaza que viene desde el propio Estado, una amenaza que sutilmente se extiende a todos los hombres y mujeres que nos resistimos a todo tipo de emprendimiento económico que destruya nuestra tierra, o la salud de los habitantes del país, o comprometa la vida de las generaciones futuras.
Vaya nuestro reconocimiento y apoyo a este hombre íntegro, y valiente, comprometido con su deber, con el país, y para nosotros que somos un grupo de personas que creemos en los valores crísticos, podemos decir también comprometido con su prójimo.
Por Un Punto en el Infinito,
Adriana Navarro.
20 de junio de 2014.