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testa 2016enespañol

claudiamx100Por: Claudia García

Queridos Hermanos, no sabía cómo empezar a compartirles mi pequeña pero importante historia. Les comento que desde pequeña me gustaba mirar al cielo regularmente por las noches, porque me alegraba ver esos pequeños puntos brillantes pasar cerca de las estrellas y pensar que eran seres humanos de otros planetas. También miraba al cielo tratando de encontrar lo que muchas veces veía en mis repetidos sueños, los rostros angelicales de nuestro Jesús y nuestra madre Lupita, ángeles, y/o por lo menos una nave espacial. Lamentablemente nunca se dio, no todo era bueno, había sueños terribles que me angustiaban. En los cuales siempre veía gente huyendo hacia montañas para evitar los desastres que se estaban presentados en el mundo, terremotos, el mar entrando a la ciudad, obscuridad, etc., afortunadamente mi familia y yo siempre llegábamos a esa gran montaña donde la gran cruz esperaba la llegada de nuestro Padre.

claudiamxAl pasar de los años, hubo un tiempo de mi vida que no pensaba en esto, es más, siempre olvidaba rezar, pero siempre tenía la angustia y me sentía culpable. En realidad no sé por qué, pero esos eran mis sentimientos.

Sin embargo el año 2007, cambió mi vida en 2 aspectos muy importantes, el nacimiento de mi hijo Andrés y la llegada de Giorgio Bongiovanni, y con ellos volvió todo lo olvidado.

Fui documentándome de todos sus mensajes y vivencias sin dudar ni un segundo en su veracidad y siempre al pendiente de cada nuevo acontecimiento, tratando al mismo tiempo de transmitir mis nuevos conocimientos a amigos y familiares, sobre todo a mi pequeño Andrés, de lo cual he tenido muchos fracasos, sobre todo con la familia que cree que son historias sin fundamentos dejando de lado todo lo que le he transmitido, pero también hay pequeños logros.

Por otra parte, agradezco a DIOS, a su HIJO y a mi MADRE del Cielo, las experiencias vividas y cada vez más la reafirmación de mi fe y sobre todo la consolación que me han permitido, ya que en una ocasión al despertar mi hijo de apenas casi tres años, nos contó que había venido nuestro Padre y que le dio la mano, realizando la posición en la que se dieron las cosas, fue sorprendente porque aunque yo le hablaba de DIOS, no imaginé que sucediera esto.

Como les comenté anteriormente, yo he tratado de hablarle a mi hijo de DIOS, de nuestro hermano Jesús, de nuestra Madre, así como también de la gran cantidad de seres que acompañan a esta humanidad, y siempre me cuestiona ¿Por qué no los puede ver? ¿Por qué se tarda en venir Papi DIOS?, ¿Por qué no puede hablar con ellos?, ¿Dónde están ahora?, y así gran infinidad de preguntas, y pues yo sé que no le doy respuestas exactas pero trato de señalar que todo tiene su tiempo.

Y creo, y quiero pensar que después de tanto esperar, llegó la señal esperada, la señal de esperanza, de consolación, de reforzar aún más la fe, el día domingo 22 de noviembre llegando a casa por la noche, al entrar a nuestro cuarto mi hijo y yo, nos encontramos con ese gran rostro, con esa mirada, sin dudarlo aunque no era muy clara la imagen, se me vino a la mente “Es mi Padre”, al mismo tiempo me causó gran emoción, nerviosismo, sentimientos encontrados, tranquilidad, y le pregunté a mi hijo ¿que vez corazón?, ¿ya viste lo que está ahí?, y con gran emoción me dijo, ¡es papi DIOS!, ¡es papi DIOS!, mami, ¡tenías razón, mami él está con nosotros!, ¿puedo hablar con él?, y pues yo le dije: si mi amor, intenta platicar con él.

Después de unos minutos, decidí, quedarme con un recuerdo de lo vivido, solo le tome 2 fotos, pensé que con eso sería suficiente, para poder compartir la experiencia, con la familia, amigos y con todos ustedes hermanos.

Pero la mejor y gran satisfacción de esta experiencia, es corroborar que nuestro Padre siempre está con nosotros, que él nos da señales, para que sepamos que él nunca nos abandona, para que tengamos fe en su regreso, tengamos fe en su misericordia, pero también tengamos conciencia de que su justicia será para todos y será pronto, más pronto de lo que imaginamos.

Gracias, por brindarme su tiempo, le dejo un gran abrazo y bendiciones para todos.

Su hermana Claudia García

México, D.F.

Arca de México

Nueva  Tierra México

29 de Diciembre 2014

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