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camina100
Por Nena Tintor Favazza
Me preguntaba ¿quiénes son los santos?… Son aquellos que han evolucionado, que han salvado su alma. Pero ¿de quiénes estamos seguros que llegarán hasta el fondo? Los santos ya han llegado hasta allí. ¿Por qué? Porque en ellos ha triunfado una fuerza, una virtud: LA PERSEVERANCIA.
“Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”
“PERSEVERANCIA”. La traducción de la palabra original griega, que igualmente es rica en su contenido, incluye paciencia, constancia, confianza, sobre todo resistencia ante todas las dificultades hasta el final.
La Perseverancia es necesaria e indispensable cuando sufrimos, cuando nos vemos tentados, cuando nos sentimos perseguidos.
Quienes quieren seguir a Cristo tienen que tomar su cruz todos los días, tienen que amar, al menos con la voluntad.
EL DOLOR... Pablo, el Apóstol, muestra a la comunidad su Perseverancia como señal de autenticidad cristiana.
Claro está que si queremos perseverar no es suficiente con apoyarnos solo en nuestras fuerzas. Es necesaria la ayuda de Dios. Pablo llama a Dios: “Dios de la Perseverancia” (Romanos 15,5). Entonces es a Él a quien se la tenemos que pedir y Él nos la dará.
Quienes perseveran realmente: son aquellos que aman. El Amor no ve obstáculos, no ve dificultades, no ve sacrificios. LA PERSEVERANCIA ES EL AMOR QUE SE SIENTE.
María es el tipo de persona perseverante. Elige a Dios desde pequeña, como su ÚNICO TODO, y permanece fiel por toda la vida.
Se consagra a Él en la virginidad cuando era niña – como dictaba la tradición – pero no teme convertirse en madre cuando Dios así lo quiso. Se convirtió en madre de Jesús sin dejar de ser virgen. Persevera en su vocación cuando Giuseppe no entiende lo que ocurre, cuando es obligada a dar a luz al Hijo en medio de un pesebre, cuando se escapa con él a Egipto, cuando lo pierde durante tres días mientras estaba en el templo. Persevera al amar a Dios y a su voluntad, manteniendo oculto su misterio durante treinta años, dejando que Jesús cumpla con su misión a lo largo de tres años. Y es tal su constancia en no abandonar la línea que Dios ha marcado para ella que sabe permanecer de pie, en medio de un océano de dolor, frente a su Hijo crucificado.
Luego, después de la Resurrección, está en el corazón de la iglesia naciente y persevera en su amor por Dios hasta el momento en que llega su hora y es llevada al cielo
MARÍA ES LA MUJER DE LA PERSEVERANCIA.
Roguemos a Dios que encienda en nuestros corazones el Amor por Él, y la Perseverancia, en todas las dificultades de la vida... y ella nos vendrá por añadidura... y con ella “habrás salvado tu alma”.
Hay algo más... La Perseverancia es contagiosa. Quienes son perseverantes alientan a los demás a seguir hasta el final.
Al inicio comencé hablando de los santos... luego de María. Entonces reflexioné... son personas que arrastraron consigo a multitudes para llevarlas ante Dios y siguen teniendo su atracción a través de los siglos, con el ejemplo de su Perseverancia, con la luz que surge del Amor que los ha vuelto perseverantes.
Apuntemos alto. Apretemos los dientes día tras día, afrontemos una dificultad detrás de la otra para seguir a Cristo... en lugar de a nosotros mismos... “y salvaremos nuestras almas”.

Nena Tintor Favazza
25 de Mayo de 2015