El espíritu es una energía que no se ve, pero se siente, es como el amor. A través del amor también la energía fluye, hace que el espíritu empiece a recorrer dentro del cuerpo y hace sentir que lo carnal no se sienta pesado y goza de una buena salud.
A su vez, en el andar alrededor de su cuerpo carnal, no deja que nada que no sean energías crísticas pueda introducirse, porque solo por el amor del Padre se puede sentir esa energía. Es decir amor por aquellos que no lo tienen y que en este mundo no comprendieron que Él nos dio una partícula suya.
Por Su parte, el Padre nos mandó a Su Hijo para comprender el verdadero amor al prójimo a través de la palabra. Todos los días Él nos recarga con su luz de amor para que podamos transmitir a nuestros hermanos de este mundo que no han despertado lo que es el amor espiritual.
Jorge Omar Pracilio
27 de julio 2015