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Francesca Bianchin100Por Francesca Bianchin
Y si, lo que pensaba desde tiempos inmemoriales es simplemente la realidad, el ser humano y precisamente el hombre, entendido como ser masculino porque las mujeres todavía tienen una visión diferente de la vida, a pesar de que a esta altura podemos ver lamentablemente cómo algunas de ellas tienen una mentalidad masculina, un cuerpo femenino con una mentalidad predominantemente masculina, es un niño que nunca terminó de crecer y que sigue jugando al “Risiko” y a “Monopolio”, que juega con los soldaditos con la intención de derrotar al adversario, pero no sobre la mesa de la cocina sino encima de la madre tierra desnuda!
Los acontecimientos de estos últimos meses, pero podría decir siglos, tienen una tendencia en cuanto a esta hipótesis, el hombre no es más que un niño grande cuyo placer máximo es el poder, sobre los demás y sobre el planeta, famélico de gloria y de prestigio, ávido de dinero como si fuera el único objetivo de la vida. Un niño grande y viciado al que le gusta dividir el mundo con una maldad inaudita, al que le gusta condenar y tener súbditos y no personas a sus pies.
No puedo decir que todos los hombres, o las mujeres con mentalidad masculina sean así, porque afortunadamente no es la verdad, pero sí son así los que gobiernan el mundo, porque son los que gobiernan el mundo los niños que nunca crecieron, niños cuya única diversión es mandar, dividir, odiar, éste es su placer máximo. Y no puedo considerarlos adultos, como considero adultos a los hombres y mujeres pacíficos, como dijo Cristo “bienaventurados los pacíficos porque de ellos será el reino de Dios”, no puedo considerarlos adultos porque si lo fueran este mundo, este planeta, no conocería la guerra, no conocería el hambre, no conocería la pobreza, no conocería las diferencias sociales, no existiría el rico y el obrero, no existiría la contaminación, no existiría el hombre que explota al hombre en beneficio propio, no existiría el hombre que explota y arruina a la madre tierra, no existirían conspiraciones, no existirían divisiones religiosas, si el hombre que gobierna el mundo desde hace siglos fuera realmente adulto, todo esto no existiría.
Si el mundo estuviera en manos de los adultos de espíritu además de ser adultos de cuerpo, el planeta sería el paraíso que Cristo nos prometió, pero hay que preguntarse ¿por qué nosotros que nos consideramos adultos permitimos que el mundo esté en manos de niños?
La respuesta es simple porque, nosotros que somos adultos de espíritu, sabemos que para quitarles el mundo de las manos necesaria y obligatoriamente tenemos que ser como ellos, mezquinos, egoistas, malos y llenos de odio, ávidos de poder y de dinero, es por ello que el mundo seguirá estando en sus manos, en manos de niños que nunca crecieron y que siguen jugando a la guerra tratando a los seres humanos como si fueran soldaditos de plomo.
Hace algunos días alguien publicó en facebook un texto en el que se describía todo el mal que ha hecho Francia en los últimos años, y con la frase ¿todavía tenéis ganas de escuchar La Marsellesa?
Mi respuesta es si, si porque cuando la escucho no percibo los desastres provocados por Francia en estos 100 años, sino que revivo los motivos por los cuales surgió esta canción, este himno, de los adultos que querían desterrar a los niños que nunca crecieron que tenían el poder, poder que luego terminó por arruinarlos a ellos también, poder que más tarde se recuperó, incluso con intereses todas las esperanzas de las cuales esa revolución era portadora en sì, las esperanzas de libertè, ègalitè, fraternitè.
Y además estoy convencida de que quienes tienen este poder y que dividen al mundo con atentados   que algunos dicen que han sido programados, pero en los que lamentablemente la sangre que corre es verdadera, no son ni siquiera los políticos que gobiernan los países, porque si así fuera habría que ahorcarlos o mandarlos a la guillotina por alta traición, sino que detrás hay personas, mejor dicho, niños que nunca crecieron, que ocultan incluso a los presidentes de los estados sus planes y que maniobran todo a sus espaldas.
Bianchin Francesca
27 de Noviembre de 2015