Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

funeral de giulioLos valores de la tolerancia, de la paz y de la justicia en la encarnación de un “hombre cósmico”

Por Jessica Pezzetta Savogin

Hay un hilo rojo, que ni siquiera es muy fino, que une todos los casos aparentemente muy lejanos. Hoy, 12 de Febrero de 2016, en la luz que envolvía a todo el pueblito, a pesar del mal tiempo que arreciaba alrededor, se celebró el funeral del joven investigador Giulio Regeni. En previsión de la gran cantidad de gente que participaría del mismo se utilizó el gimnasio de su (y nuestro) pueblo, Fiumicello, provincia de Udine, como si fuera la iglesia ya que se pudieron ubicar mil sillas. Además de los parientes y amigos que llegaron desde diferentes partes del mundo fueron más de 3.000 las personas que participaron de la ceremonia, llenando no solo el gimnasio sino también la explanada lindante (inaugurada en Septiembre de 2012, con la presencia de Rita Borsellino, en honor a los Jueces Antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino). A las 14:00 hs. el párroco local, Don Luigi Fontanot, dio inicio al ritual, acompañado por el padre copto Mahoud quien ya había bendecido, en Egipto, el cuerpo del joven.

La ceremonia, celebrada en el pueblito que hoy contaba con un gran operativo de seguridad, fue extremadamente emocionante, con el sol que, a pesar de que de vez en cuando caían algunas gotas de lluvia mojando a los participantes, nunca dejó de brillar, dándole al gris e invernal paisaje un aire casi primaveral, mientras los sollozos se mezclaban con las voces y los risas alegres de los niños del jardín de infantes, enmarcaba toda la zona del parque. Carcajadas de voces inocentes y ajenas a la monstruosidad que se está perpetrando en perjuicio de la humanidad y de la bestialidad de algunos hombres, resonaban constantemente dándole a esta dramática circunstancia una atmósfera totalmente irreal y, quizás, atribuyéndole mayos intensidad a la reflexión sobre este hecho y sobre el sentido de la vida.

Durante la emocionante homilía, celebrada en parte en inglés ya que se encontraban presentes muchas personas extranjeras llegadas desde Egipto, donde vivía Giulio y desde Cambridge, donde se encontraba la Universidad en la que cursaba, Don Luigi afirmó que “nosotros estamos aquí porque deseamos que haya paz y justicia juntas”, un objetivo por alcanzar y Giulio alentaba a trabajar por él. “Giulio – siguió diciendo el párroco – es una persona especial, alegre y entusiasta por la vida, con el deseo de conocer las cosas hasta el fondo. Y, por eso, tiene que ser un ejemplo de vida para todos los jóvenes”. Don Luigi citó también los conceptos de libertad y amistad que tanto amaba Giulio, explicando que “el recuerdo que nos deja es su trabajo por los demás”. Giulio nos enseñó el amor por el ser humano, por la riqueza de la diversidad, el entusiasmo “por descubrir lo que es bueno, lo que es importante en todas las personas con las que nos encontramos, sin importar su raza ni su religión”. Su herencia, que todos nosotros tenemos que atesorar, es el deseo de “derribar toda frontera y toda alambrada de puas”. Giulio nos propone encontrar “el valor y la disponibilidad para sacrificar en el silencio nuestra propia vida para afirmar los derechos de todos los seres humanos”.

El padre copto definió a Giulio, por los valores que personificaba, como “un hombre cósmico” y comentó que así como Cristo fue asesinado porque algunos querían que fuera Barrabás el que quedara libre “Giulio es el chivo expiatorio que libera al Barrabás que aún no conocemos”.

Un silencio aún más emocionante se apoderó del gimnasio-iglesia y en el parque cuando un amigo de Giulio leyó las palabras que su madre le había confiado: “Gracias Giulio por haberme enseñado muchas cosas. En mi corazón quedará tu pensamiento libre y fluido. En mi corazón queda la energía de tu pensamiento. Tu pensamiento por amar, por comprender, por construir tolerancia”. Y precisamente la tolerancia tendría que convertirse en la palabra primordial en estos tiempos tan terribles. Sin tolerancia no puede existir ni la paz, ni la libertad ni la justicia honesta.

Además de los representantes de las Instituciones, entre los que se encontraba presente en el funeral el Alcalde de Fiumicello, Ennio Scridel, estaba el Presidente de la Comisión de Asuntos Extranjeros del Senado, Pierferdinando Casini, así como también el Fiscal de Roma, Sergio Colaiocco, quien investiga sobre el homicidio del joven. En las palabras de nuestro Alcalde, que definió al caso como “una pesadilla inimaginable” encontramos una profunda reflexión sobre lo ocurrido a Giulio, de cuya casa natal, esta mañana, partió el cortejo en dirección a la sede de la ceremonia fúnebre y cuyos pasos, durante el camino, se vieron acompañados por una lluvia cuyas gotas que caían fuertes sobre los participantes parecían ser casi una advertencia de parte de Giulio, como diciendo “no deteneros, seguid adelante, aunque sea sin mi. ¡Despertad!” Y, de hecho, de este trágico acontecimiento, lo que queda, además del desconcierto y del dolor, es la esperanza en que no haya sido en vano, y que en realidad pueda servir realmente de punto de inicio del despertar de conciencias ante este enorme engaño en el que se encuentra viviendo la humanidad entera.

Un engaño que desde hace demasiado tiempo lleva a los seres humanos a la muerte, un juego de pocos que tiene por objetivo esclavizar a toda la humanidad. Mientras los que se den cuenta de esto sigan siendo pocos será muy fácil que éstos tengan que sufrir el mismo destino de Giulio y de todas las personas que desaparecen cada día, pero si estos sacrificios nos hacen comprender que lo que se nos presenta como la realidad no es más que una mentira colosal entonces obtendremos la fuerza para enfrentarla y para cambiar el estado de cosas. Y, de hecho, como comentó el presidente de la coalición internacional egipcia en el extranjero, Omar Ahmed Aziz, al final de la ceremonia de sepultura de Regeni “Creo que Giulio fue asesinado porque hacía algo muy peligroso: contaba la verdad del régimen criminal egipcio”, esto también vale para muchos más gobiernos-regímenes criminales esparcidos por el mundo, a menudo apoyados por las organizaciones criminales, por las mafias. Y justamente en relación a esto un grupo teatral, denominado “OUR VOICE”, constituido por niños y por jóvenes de edades que van desde los 4 a los 18 años, quedó tan impresionado por el caso de Regeni, nuestro conciudadano, que sus representantes le solicitaron al Municipio de Fiumicello si podían dedicar su espectáculo (que ya ha sido presentado en un tour que comenzó en 2014 en varias escuelas) a Giulio y, de esta manera, hacer partícipes también a los chicos más jóvenes de lo que está ocurriendo en el mundo, ya que se trata de un caso internacional.

Al final de la ceremonia fúnebre nos dirigimos en procesión hacia el cementerio del pueblo, éramos miles, y avanzábamos entre fotógrafos y cámaras de televisión, pasando precisamente por el balcón de nuestra casa en el que se encuentra exhibida una pancarta a favor del magistrado antimafia Nino Di Matteo, condenado a muerte por Cosa Nostra por estar a cargo del juicio sobre la negociación Estado-mafia, algo que tomamos como una confirmación de este hilo conductor que une inevitablemente a Giulio con la lucha por la paz, la legalidad y la justicia.

funeral de giulio350

 

12 de Febrero de 2016