Ayer, mejor dicho, el Sábado 1 de Octubre, fue otra hermosa jornada, otro momento emocionante para nuestros espíritus.

Nos habíamos dado cita para ir todos a la base del Monte Sona, en el Etna, donde se encuentra el conocido restaurante del hotel “La Nueva Quercia”.

Todos esperábamos la llegada de Giorgio para esta reunión programada desde hacía días. Giorgio tuvo un contratiempo y llegó una hora más tarde.

Mientras tanto fue muy lindo volver a vernos, conocernos, intercambiar informaciones y sentimientos entre nosotros. Habíamos llegado desde la ciudad de Messina y de la provincia, desde Catania y de la provincia, desde Siragusa y de la provincia y hasta incluso dos de nosotros, uno de ellos era Davide, desde la provincia de Reggio Calabria. Éramos aproximadamente cuarenta personas. Me sentía muy feliz y disfrutaba intensamente de esos momentos, así como habría disfrutado los compartidos.

Cuando Giorgio llegó a la sala en la que estábamos reunidos y después del saludo de todos, comenzó a hablar para darnos un mensaje importante y extremo.

De hecho no había ninguna historia suya que nos tuviera que contar, ninguna experiencia, ningún video, nada referente a la difusión: “Quien quiera seguir la Obra crística y quiera colaborar conmigo tiene que dejar todo!... No existe ni familia, ni mujer, ni hijos, ni padre, ni madre, ni carrera, ni vacaciones, ni ocio, etc., etc... Todos nosotros trabajamos – agregó además – pero después de las horas de trabajo tenemos que dedicarnos tiempo completo a la Obra y a los hermanos”. Afirmaciones perentorias... que con toda sinceridad creo que habrán hecho congelar la sangre a algunos de nosotros... así como creo que lo fue un tiempo lejano en el cual el Maestro lanzó en primer lugar esta provocación extrema frente a quienes estaban a su alrededor. Como ha sido escrito y transmitido en los Evangelios.

Obviamente, después del shock momentaneo de este preámbulo y justamente para que no se lo malentendiera en sentido fanático y sectario, Giorgio moduló mejor estos conceptos, fundamentando su significado.

Por encima de cualquier otra cosa, de cualquier pensamiento, de cualquier acción, tiene prioridad el mensaje crístico y espiritual en la acción concreta y operativa, o bien, esto es lo que tiene que inundar y envolver a todo nuestro ser.

La Obra, la difusión, los hermanos, el cuidado de ellos, tienen que ser precisamente nuestra prioridad de vida. Por más que hagamos otras cosas, sean las que sean, y cuidando nuestras obligaciones, sean las que sean, tenemos que estar pensando y ser concretamente conscientes de que todo se hace pensando en este fin, y todo a tal fin.

“¡Por Cristo, en Cristo, con Cristo!”

Y también el significado de la frase “aquel que deja el arado, aunque sea por un instante, está perdido”... Por lo tanto hay que dedicarse completamente... así como fue total el despertar y el cambio en nuestras canónicas existencias.

Personalmente estoy convencido de que, más allá de Giorgio, sea cual sea el camino de vida espiritual auténtico, no se puede prescindir de desarrollar estos conceptos.

Pero luego Giorgio... con su realismo y magnanimidad fraternal puntualizó: “Esto lo digo claramente ya que muchos de vosotros ya han dicho que si a la colaboración en esto que yo, con estos Estigmas trato de hacer en el nombre de Cristo, el Cristo al que yo conozco... Pero si entre nosotros hay alguien que siente que no puede seguir adelante... no pasa nada... seguiremos siendo hermanos y amigos... y siempre nos sentiremos felices de colaborar recíprocamente cada vez que se pueda...”

Este es el sentido casi literal de las palabras, pero escritas por mi, de lo que Giorgio consideraba importante para decir y/o repetir a los presentes.

Luego tuvimos el testimonio de un chico del lugar, llamado Angelo Caruso, quien hace unos meses nos contó haber tenido experiencias increibles, vividas siempre en la zona del Etna en compañía de un amigo suyo... experiencias de contacto verdadero con Su realidad y con Su sofisticada tecnología... y que lo llevaron a hacer, como es lógico de suponer, un total cambio interior. Era hasta incluso algo simpático escucharlo hablar, por su espontaneidad, entusiasmo y ganas de contar... intercalando metáforas floridas con la sugestiva cadencia para hablar característica de alguien de la zona de Partanna Mondello...

Luego… nos dirigimos todos juntos a otro lugar para compartir una pizza y allí también tuvimos la posibilidad de vivir, al menos yo, otro hermoso momento espiritual de fraternal camaradería en el que sonrisas, abrazos, caricias, miradas, diálogos... no nacen de formalismos, ni de hipocresías de rituales vacíos.

Giorgio estaba muy cansado y después de haber saludado a todos se retiró a descansar. Yo acompañé a un nutrido grupo, a la montaña, para hacerles una síntesis, al lado de la famosa encina, de la historia del primer encuentro que Eugenio tuvo con los Hermanos.

Ya se había hecho tarde... y por lo tanto a pesar de que el cielo se había aclarado bastante y por encima de nosotros podíamos ver las constelaciones... nos abrazamos todos y regresamos a nuestros hogares.

Todo esto es lo que recuerdo...  de primera mano, obviamente filtrado por mis impresiones personales.

Siento que tengo que decir gracias una vez más a Giorgio por su disponibilidad hacia los hermanos de Sicilia, especialmente. Por su tiempo y por su... realmente santa paciencia...

Un agradecimiento, de todo corazón, también para todos vosotros que, al responder a esta invitación, habéis honrado con vuestra presencia este espléndido momento.