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Sante e Alessandra100DEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 22 DE NOVIEMBRE DE 2016:

SANTE, UN AMIGO MÍO Y DE CRISTO.
CRECEN LOS JÓVENES RETOÑOS DISCÍPULOS DE JESÚS DE NAZARÉT.
¡SI! NACEN, CRECEN Y SE REALIZAN LOS HOMBRES Y LAS MUJERES DE LA NUEVA ERA. AQUELLOS QUE HEREDARÁN EL NUEVO CIELO Y LA NUEVA TIERRA. ¡SI! CRECEN Y NOSOTROS, LOS ANCIANOS DEL PUEBLO DE JUAN, DISMINUIMOS PARA DARLE PASO A LA NUEVA GENÉTICA QUE NO ES DE ESTE MUNDO, PROGRAMADA PARA SER TESTIGO DEL GLORIOSO Y PODEROSO RETORNO A LA TIERRA, SOBRE LAS NUBES, DEL HIJO DE DIOS JESÚS CRISTO.
¡PAZ!
EN FE
G.B.

Sant’Elpidio a Mare (Italia)
22 de Noviembre de 2016

EL DISCÍPULO Y EL MAESTRO

Por Sante Pagano
El domingo 20 de Noviembre de 2016 acompañé a Giorgio, Sonia y Antonella hasta el aeropuerto ya que tenían que viajar hacia Bari para participar de la conferencia que tendría lugar ese mismo día. A lo largo del camino me puse a hablar con Giorgio y le hice algunas preguntas y aprovecho para transcribir a continuación una en particular por la gran señal que se manifestó posteriormente.

- Giorgio ¿a veces sientes que estás compenetrado, o guiado directamente por el Cristo? Luego de unos segundos de silencio y con un poco de embarazo que no comprendí en ese momento me dio una respuesta:

- Querido, no lo se, pero creo que de alguna forma me guía, me inspira – mi pregunta casi lo había desconcertado, parecía como si no estuviera seguro de la respuesta que me había dado y yo no comprendía el por qué. Entonces le hice otra pregunta y llegamos al aeropuerto.

Luego, mientras hacíamos el check-in me di cuenta de que Giorgio se había alejado y un poco más tarde lo vi salir de una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Loreto completamente deslumbrado y entusiasmado – estaba entrando y me hice la señal de la cruz e inmediatamente sentí estas palabras que salían de la boca del sacerdote que estaba celebrando la misa: Jesús se puso a hablar a la multitud de Juan el Bautista: “¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten magníficamente y viven con molicie están en los palacios. Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Este es de quien está escrito: He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino”.

Y dirigiéndose a mí dijo: - Me sentí atraído, guiado para entrar a esa pequeña iglesia, como si alguien me llamara. Y en cuanto a la pregunta que me hiciste esta mañana ahora te puedo confirmar cómo el Cristo me guía en las cosas que hago y que digo.

Fue algo que me conmovió mucho porque fue una señal muy grande pero lamentablemente tuve que interrumpir mi sorpresa porque vi que Sonia necesitaba ayuda para poner las maletas que tenía que embarcar en la balanza. De todos modos cuando terminé de ayudarla mi mente se remontó a lo ocurrido y miraba a Giorgio que aún estaba muy emocionado por lo que había pasado, entonces, por curiosidad, fui hasta la capilla. Las palabras que escuché me dejaron con la boca abierta porque relacioné todo enseguida: “a la espera de tu llegada Señor”.

Cristo había dado una fuerte señal de su presencia y nos había dado un maravilloso mensaje – escuchad a Giorgio así como habéis escuchado a Juan el Bautista y seguidle porque él os guiará y volverá a anunciar Mi venida a la Tierra -.

¿Cómo puede ser que un Hombre que lleva las señales de Cristo en su cuerpo siga preguntándose a pesar de todo si es digno de poder servirlo? ¿Por qué dudar tanto en afirmar que es un instrumento Suyo? Solo un hombre con una enorme humildad puede tener esos sentimientos.

El Maestro quiso hablarle precisamente al Discípulo y demostrarle Su Amor desterrando esa duda desgarradora de sentir que no es digno de servirlo.

Cristo quiso responderle y hablarle a través de esta gran Señal, diciéndonos que es Giorgio realmente a quien tenemos que seguir a la espera de Su venida, lo eligió porque sabía que no era un hombre que nos adularía, sino que al contrario, nos advertiría para que nos convirtamos, con su forma radical e insistente. No esperéis – nos dijo Cristo – a un hombre envuelto con ropajes suaves, sino que será alguien que haya dejado todo por Mi y por vosotros. Os daré a un hombre de Dios, a un profeta, al último que tendrá la misión de preparar el camino. Veréis el árbol de sus frutos y le daré las señales que os indicarán el camino.

Por lo tanto que sea un honor para todos nosotros poder servirte Giorgio, así como tú sirves a Cristo, nuestro Señor y Maestro, porque sirviéndote a ti estamos seguros de que también estamos sirviéndolo a Él, que se complace en ti y se manifiesta.

Sante Pagano
TU HERMANO Y SERVIDOR EN CRISTO
Milán, 21 de Noviembre de 2016