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carla100Por Silvia Golzalves Fariña
Entrevista a Carla Ortiz, autora del video cinematográfico la “Voz de Siria”
La periodista dice admirar mucho al pueblo sirio por su fortaleza. Después de seis años de vivir en medio de una guerra inhumana los niños creen que el bien va a vencer y tienen esperanzas de un mundo mejor.

Tarde de mucho calor en la ciudad de Rosario. Corría el día 10 de febrero del 2017 y nos acomodábamos para dar comienzo a un viernes más en Tierra Viva. Un viernes muy especial, ya que tuvimos la fortuna de entrevistar a Carla Ortíz, modelo, actriz y productora de cine boliviana, que encontró su misión en esta vida, la cual es dedicarse a la ayuda humanitaria, la educación y la ecología, realizando videos cinematográficos que muestran las distintas caras de la realidad y lo que los medios nos ocultan.

En marzo del 2016, Carla emprende su viaje a Siria y durante los siguientes 6 meses estudia y entrevista a todo tipo de personas, entre ellas, las neutrales, las de la oposición y las pro-gobierno sirio y entiende la verdadera causa de esta cruel guerra.
Una de sus denuncias es coincidente con lo que ya sabíamos por la entrevista realizada por Matías Guffanti, del programa de radio Frecuencia Joven, a la hermana misionera en Alepo Guadalupe Rodrigo: no existe una guerra civil como todos los medios nos quieren hacer creer, los ataques provienen de terroristas-mercenarios y en los frentes de batalla hay más extranjeros que ciudadanos sirios.

Carla Ortiz La voz de SiriaLa primera pregunta que le hicimos a Carla Ortíz fue referida a cómo nació el video cinematográfico la “Voz de Siria” y el por qué de este documental. Ella nos contó que dicho video va a salir al mundo en junio del 2017, y que nació de la urgencia de entender el por qué del conflicto en ese país. “El gobierno sirio no tiene al islam como ley civil. Siria es un país inclusivo donde habitan musulmanes, judíos y católicos. La mujer tiene los mismos derechos que el hombre, es así que muchas mujeres cubren altos puestos en el gobierno. Todo eso se logró después de una lucha que lleva más de 40 años, desde que la instauración del gobierno laico. Esta igualdad de derechos de la mujer molesta al fundamentalismo islámico de los países que lo rodean, ya que estos tienen miedo de que las mujeres reaccionen y pidan tener los mismos derechos que en Siria. En el 2009 se promulga una ley según la cual todas las mujeres sirias deben completar sus estudios secundarios, y es aquí cuando empiezan a aparecer muchas más protestas de los países vecinos, que no aceptan que dicha ley fuera obligatoria, con penas de cárcel para hijos y padres si no la cumplían”.

La segunda pregunta fue para saber si Carla Ortiz, por ser mujer, tuvo problemas para hacer sus entrevistas. Respondió que: “Siria es un país donde es posible que una mujer elija con libertad si desea cubrirse o no, profesar la religión de su elección, llevar un crucifijo si lo desea, cosa que no pasa, por ejemplo, en Arabia Saudita, donde llevar un crucifijo conlleva la pena de muerte. Esta libertad también ha traído conflictos con los países vecinos y la mala propaganda ha confundido a todo el mundo sobre lo que es realmente Siria y el porqué de este conflicto, agravado por nuestra ignorancia y nuestro desconocimiento”.

En la tercera pregunta se le pidió que explique por qué se habla de guerra civil y no simplemente de guerra. Ortiz hizo hincapié en que Siria es un país muy diferente a todos los demás de Medio Oriente, es un país con un nivel educativo muy alto, con principios y valores más occidentales que el de los países que la rodean. “Poco después de que Bashar al-Asad asume la presidencia del país comienza lo que se llamó la “primavera árabe”. Al-Asad había terminado sus estudios en Inglaterra, estaba casado con una inglesa, hija de sirios y pensaba que podía llevar a Siria a un nivel aún mayor de educación. Hasta ese momento Siria era un país rico, sin deuda externa, sin deudas de dinero con los bancos, muy difícil de manipular por las grandes potencias, a diferencia de otros países. Y el presidente al-Asad buscó mejorarlo aún más. Las protestas sirias comenzaron por parte de personas opositoras al gobierno y a las reformas que quería promover el mismo, pero eran protestas pacíficas, no pedían que el presidente se fuera. Fue entonces que, aprovechando esta situación, los países vecinos vieron la oportunidad de infiltrarse y promover disturbios que empezaron a llamarse “guerra civil”. Y todo con el sólo propósito de sacar petróleo de Siria, derivando los gasoductos y oleoductos a Europa, confundiendo y mintiendo a toda la población mundial y a los propios sirios. Tan es así que abren fuego contra el gobierno y éste responde sin saber, en un primer momento, que eran infiltrados. Allí empieza a confundirse todo. Las grandes potencias nos querían hacer ver que los sirios deseaban que se fuera su presidente, mientras arrasaban con toda la población inocente, hombres, mujeres y niños. Así debilitaron y devastaron a Siria por completo. O sea, que todo fue un plan concebido a partir del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, por el cual las grandes potencias de Europa, EE.UU. e Israel invadieron a Siria, como ya lo habían hecho con otros países del Medio Oriente, para robar el petróleo, y lo hicieron a través de grupos terroristas preparados para confundir, manipular, manejar y destruir a toda la población y de esta manera obtener el petróleo, para que sus economías y su poder sigan funcionando”.

La cuarta pregunta se refirió al papel de Rusia en el conflicto sirio y su opinión personal sobre el tema. Dijo entonces que en una guerra “todos los intervinientes tienen sus intereses creados y, en esta guerra en particular, intervienen todas las grandes potencias. Hasta hace un tiempo Rusia no intervenía y se mantenía al margen, pero nunca perdió de vista el conflicto ya que su interés está en resguardar al país. Rusia no necesita el petróleo porque es un país rico que se autoabastece, pero tiene que aliarse a Siria porque al ser una gran potencia vecina, es un posible blanco de ataque del terrorismo o de los que manejan a estos grupos radicalizados. Por otra parte debe defender su base militar que está en Siria por ser la única que tienen en todo el Medio Oriente, por lo que no puede perderla frente a una posible guerra mundial. Los que realmente han hecho frente a los grupos terroristas-mercenarios han sido Siria y Rusia. En Alepo la batalla fue terrible, los terroristas mataban a los civiles, a las mujeres y a los niños; en los hospitales no se atendía a los civiles, los dejaban morir sin curarlos, solo se atendían a integrantes de los grupos terroristas-mercenarios. En el Este de Alepo es donde está el petróleo y es donde fue arrasada en su totalidad; en el Oeste, región protegida por el gobierno, se estaba un poco mejor”.

La quinta pregunta fue para saber qué es lo que más le impactó de todas sus vivencia en Siria. Dijo que lo que más le llamó la atención fue la fortaleza de los sirios. Recuerda uno de los tantos relatos estremecedores que le contaron: “había jaulas con palos y púas donde ponían a las mujeres hasta que el hambre y el cansancio las hacían caer y morían; entonces les cortaban las cabezas y las dejaban a la vista para amedrentar a la población. Y aún después de 6 largos años viviendo en esas condiciones, en medio de una guerra inhumana, se escucha a los niños decir que todo eso ya pasó y que el bien va a vencer. Y agregó: “Eso hace que los admire mucho, muchísimo, son niños con esperanzas de un mundo mejor cuando solo han vivido dolor y muerte. Cuando les pregunté a los niños que querían ser en el futuro, me decían que tres cosas: médicos para ayudar a los heridos, constructores para reconstruir las casas y soldados para proteger a mi país”.

La sexta pregunta hizo alusión al caso de una supuesta niña que mandaba “tweets” desde Alepo. El tema le permitió hablar del abuso infantil, del tráfico de niños y de la forma en que se los utiliza para hacer propaganda mentirosa; “es la herramienta preferida de los activistas, al igual que mostrar videos tomados con distintas cámaras o de mandar whatsapps continuamente. Todo lo que se muestra es mentira, afirmó, no hay internet en los frentes de batalla y las comunicaciones son muy difíciles de conseguir y en tal caso, muy esporádicas”.

La séptima pregunta fue para saber qué piensa sobre las diferencias entre sus relatos y los de algunos colegas. Aclaró que: “Algunas personas coincidimos en el relato de lo que verdaderamente sucede en Siria, como es el caso de la periodista canadiense Eva Bartlett, que sin conocerla hablamos de lo mismo, y también lo dicho por la monja argentina, la hermana Guadalupe Rodrigo, todas mujeres que no tenemos ‘sponsors’, somos de diferentes países y culturas, pero tenemos una gran coincidencia”.

La octava pregunta estuvo referida a su relación con los periodistas acreditados en Siria. Había muchos, respondió, pero permanecían en los hoteles, no iban a los frentes de batalla, por lo tanto, lo que decían era la información que les llegaba de las agencias de noticias, no eran relatos de lo que veían con sus propios ojos. “Esta es una de las muchas denuncias que hago, dijo, la falta de corresponsales de guerra y la falta de ayuda humanitaria. Las grandes potencias no pierden de vista sus intereses geopolíticos y económicos, manejan grandes organizaciones de activistas y defensores de los derechos humanos que sólo entorpecen y mienten sobre la ayuda haciendo que la comunicación real de lo que sucede con el pueblo sirio no llegue o llegue distorsionada al mundo”.

La novena pregunta fue acerca de los cascos blancos y respondió que no existen. “La ayuda que recibían los civiles era de los propios civiles, los cascos blancos con su ayuda humanitaria no existían, es todo una mentira, solo existieron en medio de la propaganda para apoyar a los grupos terroristas”.

La décima pregunta fue sobre el futuro y como cree que va a terminar su historia en Siria. Dijo: “Me están llegando audios y videos de muchos lugares como Afganistán, Irak, en los que me muestran sus realidades; creo que la “Voz de Siria” se ha convertido en la voz de los que no tienen voz, en la voz de los necesitados. Mi deseo es que veamos la realidad y que no callemos, porque nuestro silencio es el que ha causado más muertes. Ahora el mayor problema no son los bombardeos y la destrucción de escuelas y hospitales, sino que EE.UU. ha impuesto sanciones y no pueden llegar ni por mar ni por aire, remedios y comidas para la población, esto sólo lo puede arreglar las Naciones Unidas. A eso se suma que actualmente están bombardeando con armas químicas, prohibidas por ellos mismos y si nosotros callamos somos cómplices de ellos”.


Tierra Viva450Silvia Golzalves Fariña
Arca Lily Mariposa
15 de marzo del 2017
Rosario, Santa Fe, Argentina