Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

campo dei fioriPor Leandro Gómez

La ceniza perduró en el tiempo.
Mas no el culpable de hacerla fuego.
Sabiduría y magia chistaba el leño,
Sufriendo, calvario sin grito ni dueño.

Quién lo condenó, hoy se encuentra muerto,
Quién lo escuchó, hoy ha presenciado su monumento.
Quién gritó, hoy grita " nunca más" asesinar sabios del Cielo,
Quién lo defendió, estará siempre vecino aquél que jamás ha muerto.

El aceite de aquella ofensa al Padre aún está fresco,
Cuatrocientos años después en Campo de Fiori,
A pocos metros tantos incautos dispersos,
Reos de su conducta; su complejo:
Estar en un mundo avanzado, mas no para sus aquellos vivos conceptos.

Han incinerado el templo del filósofo,
Él, ha vomitado frente a su falso Dios: poder y dinero.
Estos permanecen hasta hoy, como en aquel oscuro tiempo.
Al igual que la enseñanza del maestro, ¡Vive!, ¡Vive!, dentro nuestro.

Corrompieron el alma de todos, menos de aquellos.
Discípulos del enviado del Cielo,
Que se encuentran nuevamente, 418 años después, luchando con y en honor a su gran maestro.

Giordano Bruno, está dentro nuestro.
Giordano Bruno, está al lado nuestro.
Giordano Bruno, enséñanos tu convicción.
Giordano Bruno, en ocho siglos comprenderemos totalmente,
Aquello por lo cual has venido a hacer de tu cuerpo fuego.

9 agosto 2018