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bajo8Marco Marsili – 18 de Septiembre de 2018

Arizona, territorio Navajo, reserva Hopi. La noche estrellada estaba iluminada únicamente por el tenue resplandor de la luna. Me encontraba en una inmensa llanura semi-desértica, afuera de una choza de madera de la cual acababa de salir sin recordar lo que había ocurrido en su interior. Mi guía era un joven de aproximadamente 1,90 m de altura, su piel era clara, tenía cabello rubio y lacio, le llegaba hasta los hombros. Era flaco y muy bien proporcionado, tenía puesto un conjunto de color azafrán. Sorprendido me fui acercando a un grupo de Nativos de América del Norte que estaban cerca de allí, reunidos para celebrar una especie de ritual en honor a los Kachinas: reconocí sus máscaras y vestimentas sagradas. En el centro del grupo había algo así como una pirámide, formada por muchos barriletes que parecían grandes mariposas celestes y blancas, con detalles rojos y amarillos ribeteados de color negro.

La estructura medía más de cuatro metros y estaba formada por la unión de todos estos barriletes que se movían armoniosamente al compás de una tenue brisa, dando un variado espectáculo de geometrías simples que provocaban un fuerte impacto emotivo. Alrededor estaban los chamanes bailando rítmicamente mientras esparcían humo de un incienso muy perfumado, cantando suaves y dulces melodías ancestrales, casi como un susurro. No escuchaba ni veía instrumentos de percusión. Además había algunos jóvenes y muchas madres semi-desnudas con sus niños, de cabello largo y muy negro, en brazos que estaban sentados ordenadamente en el suelo. Todos eran felices y estaban muy calmados. Me sentía como un intruso y protagonista al mismo tiempo. Mientras disfrutaba de la escena me sentía completamente hechizado e involucrado en esa extraña atmósfera de serenidad, a lo lejos vi un globo de luz que latía, del que salieron dos figuras que poco a poco se nos fueron acercando una al lado de la otra: eran dos mujeres. ¡Una era rubia teutónica y la otra era de tez oscura, similar a la africana, ambas tenían un físico imponente, al punto tal que me hicieron pensar en las corpulentas lanzadoras de disco olímpicas y eran increíblemente altas, medían aproximadamente dos metros y medio! La morocha tenía apenas una cinta que le cubría el pecho y otro pedazo de tela similar en la cintura. La rubia tenía un vestido ligero de color lila perlado semitransparente que dejaba ver sus muslos, era muy ancho y con el movimiento provocado por el viento se podían ver sus enormes formas femeninas, sus proporciones eran perfectas.

Cuando ellas llegaron el grupo no se distrajo, los indígenas sonreían y algunos pronunciaban algunas palabras amables en un idioma desconocido para mi. Las recién llegadas hicieron un gesto con la cabeza y respondieron con una sonrisa.

Me sentía completamente aturdido por la presencia de estas visitantes mastodónticas, su belleza no correspondía a mis gustos personales pero igualmente sentía una irresistible atracción, un insólito instinto animal se apoderó de mi, quería tocarlas, sentir su olor e interactuar con ellas.

La mujer aria se acercó a mi y mi guía dio unos pasos hacia atrás para dejarnos solos. Cuando estuvo frente a mi me quedé aterrorizado por su tamaño y por su físico imponente. ¡Por mi altura apenas llegaba a la altura de su pecho! Al estar tan cerca podía ver su piel, de color rosa tenue. Su energía me enmudeció, no se cómo logré mantener un cierto decoro sin desmayarme. Desde lo alto de su estructural físico, aproximadamente a un metro de distancia de donde yo estaba, me miró profundamente con sus ojos de color verde claro, su mirada era extremadamente severa pero al mismo tiempo era maternal y de camaradería. Sentí una mezcla de sugestión, de atracción y de toma de conciencia de su superioridad psicológica. Sin decir nada me transmitió un mensaje telepático:

“LA ATRACCIÓN Y EL ENCANTO SON NATURALES, NO LES DEBES DAR TANTA IMPORTANCIA, DE LO CONTRARIO PERDERÁS DE VISTA EL MOTIVO POR EL CUAL TE ENCUENTRAS AQUÍ. ESTOS SENTIMIENTOS HAN SIDO PERVERTIDOS EN LUGAR DE VIVIRLOS PLENAMENTE CON ALEGRÍA Y ADMIRACIÓN. OBSERVA CÓMO ESTAS PERSONAS (los indígenas) SE SIENTEN CÓMODOS Y VIVEN LA DESNUDEZ Y LA ATRACCIÓN CON UNA TRANQUILA ESPONTANEIDAD. ESTOS SERES QUE SE PARECEN A LOS NIÑOS TIENEN MUCHO PARA ENSEÑAR.

LA EXCESIVA ATENCIÓN HACIA LAS COSAS MORTALES LLEVA AL HOMBRE A LA GRAN ILUSIÓN, POR OBRA DE LAS PODEROSAS FUERZAS DE LA MATERIA.

PUEDES ACERCARTE A MI, SI QUIERES, Y SENTIR CÓMO LA VIBRACIÓN DE TU CUERPO ENCIENDE TU ALMA. ESTE NO ES EL CAMINO PARA LA EVOLUCIÓN. ¡EN CAMBIO TIENES QUE APUNTAR AL INMUTABLE, QUE ABRE EL CORAZÓN Y LLEVA AL ALMA HASTA LOS CIELOS LUMINOSOS DE LA ALEGRÍA!”

Quedé estupefacto. A lo único que atiné fue a formular un pensamiento: “-¿Cómo te llamas?” pregunté mentalmente. “-DENISE” respondió. “-¿De dónde vienes?” Ella levantó su brazo izquierdo y mirando hacia atrás señaló las estrellas que estaban a detrás suyo en el cielo. Luego regresó hasta donde se encontraba el grupo de Hopi que hasta el momento habían seguido celebrando la ceremonia y mi guía regresó silenciosamente a mi lado con un gesto tranquilizador y jovial.

Mientras nos alejábamos del grupo vi que las dos mujeres se acercaron a los demás que estaban ubicados en círculo, luego todos se tomaron de las manos y comenzaron a girar en sentido anti-horario. En ese momento se levantó un poco de viento elevando del suelo, a una altura de casi dos metros, a la pirámide de barriletes para luego hacerla girar en forma maravillosa sobre su eje, en sentido horario, en medio de cánticos suaves que acompañaban los movimientos rituales. En ese instante los cuerpos de ambas mujeres se iluminaron y esa luz se fue extendiendo poco a poco hacia todos los presentes, de manera tal que el círculo de personas pasó a ser como una circunferencia de luz clara e hipnótica. No se cómo habrá terminado el ritual pero lo que se es que recordaré para siempre, inmensamente agradecido, lo que acababa de vivir.

¡Gracias Hermanos del Pueblo Rojo!

¡Gracias DENISE, no te olvidaré!

Marco Marsili

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Territorio Navajo-Hopi

bajo6 Territorio Navajo-Hopi

 

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Correlazioni fra territorio Navajo-Hopi e costellazioni

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