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luigifrancesca1Por Luigi y Francesca

Flavio ha querido dejar con su enseñanza UN SIGNO, un signo que se transmite desde hace milenios sobre la Tierra, un signo que desde siempre ha acompañado la evolución de pueblos diferentes por raza y cultura, pero que siempre y en todo caso son emanaciones de ese signo que ha creado todo, que es eterno y no encuentra límites de espacio y tiempo. Depende de nosotros percibir y aprehender el signo que, en un determinado momento de nuestra existencia, nos acaricia y atrae nuestra atención, aunque sólo sea por un instante, hacia algo que está más arriba, algo que nunca habríamos imaginado hasta ese momento, hacia el Camino, la Verdad y la Vida.

Depende de nosotros entonces tener el ánimo, la fuerza, la paciencia y la voluntad de asimilar ese signo, que representa una oportunidad sagrada que nos ofrece “Aquél que todo lo mueve”, una oportunidad que no tenemos que dejar escapar y que tenemos que vivir con nuestro testimonio y ejemplo de vida. Despertémosnos entonces, no dejemos que el Signo pase de largo, porque es verdad que quien conoce la Verdad estará libre, pero también es verdad que "Si fuerais ciegos, no tendríais ningún pecado, pero dado que veis, vuestro pecado permanece”.

Por lo tanto el signo es un regalo único que nos da poder, tanto sobre nuestra vida como sobre la vida del prójimo, ya que es un poder que incentiva en cada uno de nosotros una responsabilidad justa, una responsabilidad que si sabemos mantenerla íntegra hasta el final, nos ofrecerá la gracia de la salvación espiritual.

¡Bendito sea el Signo!

Con amor

Luigi y Francesca

Arca Poimandres Gubbio

9 de febrero 2019

⃰ ⃰ ⃰

La asociación Cultural Del Cielo a la Tierra - Gubbio presenta:
"¿Nuestro tiempo nos da la posibilidad de perseguir virtud y conocimiento?"
Reflexiones del historiador Flavio Ciucani
Encuentro del 20 de enero de 2019
Centro Jóvenes Gubbio

Flavio Ciucani ha vuelto a Gubbio un frío jueves 20 de enero, para contarnos su experiencia y su camino espiritual y para contestar a las preguntas de los hermanos del arca de Gubbio. Un intercambio de ideas y de conceptos de la Sagrada Ciencia del Espíritu a partir de la reflexión: "no fuisteis hechos para vivir como brutos, sino para perseguir virtud y conocimiento”.

Flavio ha empezado el discurso a partir del concepto de VIRTUD: un hombre virtuoso es una persona justa, sincera consigo mismo y con los demás, que escucha y respeta al prójimo. Ser virtuoso significa lograr las cualidades que nos hacen vivir como alguien que se aleja de las actitudes de los demás ("los brutos").

La gente "bruta" necesita simplificar la realidad poniéndole esquemas para comprenderla, mientras los virtuosos son los que rompen los esquemas, salen de ellos, de lo que la sociedad impone y miran el mundo y la realidad con ojos nuevos. Por lo cual los virtuosos resultan incomprensibles para los brutos, porque no se pueden catalogar, y esto suscita en ellos rabia y desconfianza.

La virtud hay que ponerla en práctica con COHERENCIA. Si se queda solo en una declaración de intenciones, sin que sea puesta en práctica en nuestra cotidianidad, es como una moda pasajera, como por ejemplo la moda de la alimentación natural y sana que tiene como fin uno mismo.

Conocimiento, educación y enseñanza: el principio del camino

En este recorrido espiritual que estamos siguiendo nos acercamos a la virtud a través del CONOCIMIENTO. Conocer significa empezar por la educación. Una educación que no es solamente nuestra, sino que concierne a la comunidad.

La escuela no educa para aceptar nuestros sentimientos, ni para la búsqueda espiritual. Es sectaria también en lo que se refiere a temas de innovación como, por ejemplo, la tecnología. En realidad educar, del latín "e-ducere", significa "conducir", "sacar fuera" de una persona, es decir hacer emerger las capacidades de cada uno. La escuela de hoy no desarrolla este aspecto.

Además de la educación, en la formación de una persona cuenta la ENSEÑANZA: enseñar significa "dar un signo", dejar la propia huella en los estudiantes. Giotto, por ejemplo, les transmitía a sus alumnos su sabiduría en las artes pictóricas, y a estos alumnos después se les reconocía fácilmente por los rasgos, las señales, que ellos utilizaron en sus composiciones. En sus trabajos estaba el "signo" de Giotto.

En la vida de Flavio, como él mismo nos cuenta, ha habido muchos maestros, es decir personas que han dejado su signo, pero son pocos los educadores que enseñan a una persona sus propias capacidades. Esta falta de conocimiento de las propias potencialidades y capacidades no les permite, en su juventud, tomar decisiones acertadas.

Flavio después ha empezado a hablar de su experiencia a nivel espiritual, caracterizada por el encuentro con GIORGIO BONGIOVANNI, con el que comparte, hasta el día de hoy, la misma elección de vida.

Desde pequeño, Flavio ha considerado el tema OVNI como un aspecto normal de la vida. Leía historias de platillos volantes y de extraterrestres publicados en "l’Intrepido", el conocido tebeo para los más pequeños, con historietas y dibujos. A él le parecía normal hablar de estos temas, no le veía nada de extraño.

La primera persona que le enseñó y lo educó fue su maestro de gimnasia. Durante la adolescencia se necesita la relación con los padres, es verdad que hay un enfrentamiento con ellos, pero al mismo tiempo se los necesita mucho para que nos den consejos sobre la vida y sobre qué decisiones de vida tomar.

Flavio perdió a su padre de pequeño, a los 4 años, y sufrió por su ausencia y por no tener la ayuda de una figura masculina.

Jugaba al voleibol profesional y un día, después de una pelea con sus compañeros, se le acercó el profesor de educación física. Flavio, en un momento de rabia, hizo rebotar el balón con fuerza, haciéndolo volar afuera. "¿El balón se ha desinflado?" le pregunta el profesor. "No" contesta Flavio. "Si tú desperdicias energías enfadándote, eres como un balón desinflado y tu tiro no llegará nunca allá dónde quieres que llegue, si en cambio controlas tu rabia y la intolerancia, cuanto más hinchado esté el balón más lo podrás lanzar hacia arriba". Flavio aprendió una gran lección, la de controlar la cólera y transformarla, canalizarla en un sentimiento positivo, en un impulso creativo.

Al ir creciendo, Flavio, que era un chico sociable, formaba parte de un buen grupo de jóvenes que se dedicaban a actividades sociales y teatrales. Un día se encontró con uno de estos chicos, un amigo suyo, para tomar un café en un bar y estar un rato juntos. Ese día hablaron 4 horas, y su amigo hizo un análisis detallado sobre la política, sobre el mundo, sobre la sociedad y sus mecanismos, sobre el poder, etc. Ese momento fue para Flavio otra enseñanza: aquella conversación le abrió una nueva perspectiva, un nuevo modo de mirar las cosas y de comprenderlas, le dejó una huella. Se abrió un nuevo escenario delante de él.

Otra importante lección Flavio la tuvo en S. Benedetto del Tronto, donde un día, pasando delante de la sala Cursaal, se sintió atraído por el afiche de la conferencia que se estaba desarrollando en ese momento. La relatora era la Señora Murri, y hablaba de REENCARNACIÓN. Aquellas palabras y aquellos conocimientos le abrieron a Flavio otra puerta, a través de la cual la mente reconoció conceptos antiguos, la eternidad de la existencia y la propia evolución espiritual.

A la conferencia siguiente, Flavio fue con dos amigas, se hablaba también de seres de luz, de mundos sutiles, extrasensoriales, de ángeles, etc. Sus amigas salieron de allí trastornadas, en cambio él se sentía feliz y tranquilo. Este Signo fue para él un enriquecimiento, el descubrimiento de un mundo que nunca había imaginado. A partir de aquel momento Flavio comenzó a investigar.

Poco después, una amiga suya se fue de viaje de bodas a Sicilia, donde vivía el famoso contactista EUGENIO SIRAGUSA, y, a su regreso, le aconsejó que fuera a ver a esta persona. Flavio fue aunque poco convencido. Tan pronto como lo vio, Eugenio lo tomó de la mano, lo llevó con él y le habló durante una hora o más de hechos que Flavio no entendió casi nada, pero que entendería más adelante, cuando ocurrieron.

Hacia otros horizontes: a la fuente del Conocimiento

La educación sirve para salir de nosotros mismos, abstraerse, mirarse por fuera, para ser capaces de tomar elecciones de vida conscientes. Sin una educación es imposible saber elegir.

La educación y la enseñanza guían al individuo a la INICIACION, o sea al momento en que tomamos nuestras decisiones, decidimos de qué parte estar, y nos dedicamos a algo.

El encuentro con Eugenio fue para Flavio una iniciación.

Otra iniciación fue con su confesor, un cura misionero que, cuando volvió, fue obispo de Macerata. Esta persona lo ha educado, es decir lo ayudó a elegir su vida.

Otra persona especial en la vida de Flavio fue un amigo con quien vivió por poco tiempo y que sucesivamente recibió los estigmas: Giorgio Bongiovanni. Con él recibió la segunda y última enseñanza (señal): comprendió lo que había dicho Eugenio Siragusa y comprendió cual era su misión sobre esta Tierra.

Consideraciones y preguntas

Concluyendo sobre el tema "educación y enseñanza", Flavio resume su pensamiento remarcando la importancia que tiene poner en práctica y tener experiencia de vida, además de estudiar y leer, en la formación de una persona, en particular en lo que se refiere a las personas que encontramos en nuestro camino y a las relaciones que establecemos.

Leer es útil en cuánto estimula el conocimiento, y además la vida nos pone cerca de personas que nos dejan una huella.

Jesús les dijo a los apóstoles que les enseñó todo lo que pudo, pero también dijo que llegaría el Espíritu Paráclito que los ayudaría a comprender lo que Él enseñaba. El Espíritu Paráclito se manifiesta en las personas que nos enseñan, que nos dan la posibilidad de elegir y de ser iniciados, para decidir qué dirección tomar en nuestra vida.

Las cosas que tienen realmente importancia y que merecen la pena de vivir no vienen de la mente, sino del corazón, no en el sentido de emoción e instinto, sino como Amor.

Preguntas y respuestas

D: ¿El Paráclito es el Espíritu Santo? ¿O sea, el Espíritu Omnicreante?

R: ¿Quién es Dios? Dios es inmenso, por lo tanto ¿cómo puedo yo imaginarlo y contenerlo en mi percepción? Jesús vino entre nosotros para hacernos conocer a Dios. Él dijo que si hubiéramos sido capaces de escucharlo y conocerlo, hubiéramos conocido y visto a Dios. Pero Cristo también dijo que existe un Espíritu Creante, del cual todo ha sido engendrado. Las divinidades solares son tantas como los Soles en el universo pero el Espíritu Omnicreante es Uno. La inteligencia Omnicreante es la que ha engendrado todo y que ha dado las Leyes universales.

Los Evangelios no hablan de la biografía de Jesús, sino de la "Buena Nueva", o sea de todo lo que Cristo predicó, de la enseñanza del amor, de la llegada de Cristo y de su Retorno. Los apóstoles fueron ungidos por el Paráclito, manifestación del Espíritu Santo, y fueron a evangelizar el mundo, es decir a difundir la Buena Nueva.

D: ¿Cuáles son las diferencias entre Eugenio y Giorgio en la continuación de la obra?

R: La primera sensación con Eugenio no fue positiva, ya que era una persona egocéntrica, prepotente, casi dictatorial, pero lo importante es que lo que decía era verdad. No hay que cometer el error de concentrarse en el mensajero, es importante fijarse en el Mensaje. Y yo, todavía, doy testimonio que el mensaje de Eugenio era y sigue siendo verdadero.

En lo que concierne a Giorgio, podemos decir que ha conseguido continuar la Obra de Eugenio, dar una continuidad y renovarla en los diferentes aspectos. Mi elección de seguir al lado de Giorgio, que algunos no compartieron pero yo no puedo juzgar a nadie, ha significado esencialmente poner la cara por la Causa, mientras quedarme con Eugenio habría significado no exponerme.

D: El momento en que los Apóstoles vivieron los hechos de Pentecostés, podemos interpretarlo como una personificación por parte de los seres cósmicos. Sabemos que el Paráclito es la inteligencia Omnicreante que se manifiesta. ¿Hoy podemos considerar las apariciones marianas y de los seres cósmicos como el moderno Paráclito?

R: El Espíritu Paráclito siempre ha estado presente entre los hombres. En los últimos años era Eugenio Siragusa, El Consolador. Mahoma era considerado el Espíritu Paráclito. Pero en general, todos los que denuncian abiertamente las injusticias del mundo son expresión del Espíritu Paráclito. También los seres de luz como la Virgen, son precursores de la Segunda Venida de Cristo.

D: ¿Nos cuentas alguna experiencia tuya con los U.F.O?

R: Personalmente no he tenido grandes experiencias con los Seres, quizás porque no lo necesito. Ellos se hacen ver por quien lo necesita de verdad en el momento justo.

En todo caso os cuento una: estaba en una casa en la costa del mar Adriático. Una mañana salgo rápidamente en coche para ir a trabajar. Durante el trayecto, me aparece una luz de frente, como la del sol. Enseguida bajo el quitasol, pero luego me percato que el sol está a mi derecha. En ese momento no hice caso, pero después me di cuenta de que había sido una manifestación de los Seres.

La segunda experiencia que he tenido ha sido ver, mientras observaba la luna, una gran pelota de color anaranjado, que se paró sobre Taormina y luego se lanzó hacia el mar.

Otra más fue cuando mi amigo Carmelo, una tarde, me pidió que le llevara a los 3 Pinos, en Sant'Elpidio, el lugar donde se le apareció la Virgen a Giorgio hace tiempo. Una vez que llegamos al lugar, pudimos ver una luz, que al principio yo confundí con un avión, que se acercó y luego desapareció de repente.

D: ¿Flavio, qué relación tienes con la oración?

R: El maestro de Ciencia Sagrada, Jesús Cristo, dijo "Pedidle al Padre en mi nombre y seréis escuchados".

Mi madre, desde pequeño, siempre me ha educado en la oración, puesto que ella tenía una relación dialéctica con Cristo. La oración es un momento de meditación y de concentración. ¿Si Cristo mismo rezaba, Él que es el Maestro de los Maestros, por qué no debemos rezar nosotros? Rezar no es recitar sólo letanías, si no que tenemos que crear nosotros mismos nuestros ruegos.

El Prof. Pincherli (hermano del escritor Alberto Moravia), estaba convencido de que las letras del alfabeto hebreo tenían un significado particular (ver: Kabala). Él estaba convencido de que las cartas tenían un poder mágico, las cartas como creación. Una vez Eugenio dijo: "Cuando maldecimos a alguien, es como si le lanzáramos una pedrada, porque las palabras tienen su energía". ¡Y es absolutamente verdad! ¡Se puede pensar también en el íncipit o primeras palabras del Evangelio de Juan: “En principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios". Entonces la palabra es Creación.

Me acuerdo que en la zona de Fabriano (Ancona), sucedió un hecho grave. Durante una sesión espiritista un chico menor de edad mató a otro, justificándose después de que había sido poseído por un espíritu malvado. Pincherli trató de exorcizarlo con las cartas en hebreo, pero fracasó míseramente, porque se puede exorcizar sólo en nombre de Cristo.

La palabra es energía, todos nosotros estamos hechos de energía, somos pequeñas centrales termonucleares.

D: ¿En tu camino has tenido momentos de debilidad, momentos en que sentías que te llamaba más el mundo externo que la Verdad?

R: No, he tenido momentos difíciles con mi primera familia, con la que no teníamos los mismos objetivos, pero nunca sobre la Verdad. He tenido dudas sobre algunas personas, porque quizás no me convencía lo que hacían.

¿D: Según tú qué significa hoy salir del sistema?

R: Como persona anciana que soy, quisiera deciros que no creáis a cualquiera que os diga “En mis tiempos era mejor”, porque significa que todo lo que hemos hecho hasta hoy está mal hecho. Si fuera así entonces, por lógica, si vamos hacia atrás en el tiempo todo debería haber sido perfecto. Pero no es así.

Cada uno vive su experiencia en un determinado lugar y en un determinado tiempo. Todo lo que viene después corresponde a otras personas, a quien vendrá después de nosotros. El problema no es decir que antes era mejor, sino que lo importante es evolucionar. No hay un mejor o peor, pero hay un modo de atesorar todo lo que hecho para evolucionar y mejorar la situación que me toca vivir.

Lo primero que hay que hacer es empeñarse en primera persona, y la segunda es prepararnos para la Venida de Cristo.

Esta sociedad ya no se puede cambiar, pero hay que renovarla. Esto se llama arrepentimiento o cambio: luchar contra las injusticias de la sociedad y promulgar la Verdad del Retorno de Cristo a través de las Revelaciones Marianas y de las apariciones de los Seres, es decir a través de los Signos de los Tiempos.

D: Sabemos que los únicos dos Sacramentos presentes efectivamente en los Evangelios son el Bautismo y la Comunión. ¿Qué piensas de la Iglesia que, por ejemplo, declara que la Confesión está presente en los Evangelios?

R: En la época de Cristo, en las primeras comunidades cristianas, la Confesión no era como la que nosotros conocemos hoy. La Confesión se hacía cuando alguien cometía un pecado contra la sociedad, contra la comunidad cristiana. Quien cometía un pecado personal, en el sentido que no perjudicaba los intereses de la comunidad, sino que era solo un problema individual y de conciencia, no tenía que confesarse, sino que tenía que vérselas directamente con lo divino. Quien cometía en cambio un pecado contra la sociedad, lo echaban de la comunidad, para luego volver arrepentido y pidiendo regresar. Se lo aceptaba de nuevo, pero si volvía a caer habría pagado un caro precio, es decir lo habrían echado definitivamente de la comunidad cristiana.

Hoy en cambio, la Confesión, que nació como una cuestión social, se transformó en una cuestión individual. O bien, yo cometo un pecado, que puede ser que no tenga nada que ver con la sociedad, después me confieso y soluciono así la cuestión. Después cometo de nuevo otro pecado y me confieso de nuevo y así me dan la absolución. Esto es muy cómodo y sobre todo completamente diferente de la verdadera Confesión.

D: ¿Nos cuentas un episodio significativo de la vida con Giorgio?

R: Julio de 1989. En el arca de Sant'Elpidio teníamos la huerta, y hacíamos turnos para regar. Aquel día nos tocaba a mí y a Giorgio, así que, después del trabajo, nos encontramos allí, hicimos nuestra tarea y nos sentamos a charlar de espaldas a la casa, mirando hacia la encina, hablando de los Seres de luz. Llegó el crepúsculo, el anochecer, Giorgio se levanta de pie de golpe y ve a alguien sobre la encina. Yo no lo veo. Giorgio va a ver sobre la encina pero no encuentra nada. Luego mira hacia el camino y dice “lo veo lleno de coches, y aquí veo a muchos jóvenes."

En septiembre de ese mismo año Giorgio recibió los estigmas, por lo que fueron invitadas a venir todas las arcas del mundo (España, Francia, Inglaterra, etc.): la calle estaba completamente llena de coches y el arca llena de personas! Otra anécdota es esta: había 10 familias en Sant'Elpidio, que se reunían semanalmente por la tarde. Durante una de estas noches Giorgio llegó llorando y diciendo: "Se me ha aparecido la Virgen y me ha dicho que tengo que ir a Fátima". El 31 de agosto fue a Fátima a repartir folletos sobre el secreto de Fátima. En el aeropuerto, de vuelta a casa, una mujer se le acercó y le dijo: “te he esperado en la encina, pero tú no has venido". En el avión Giorgio lloraba con amargura pensando que había desobedecido a la Virgen, que había personificado a aquella mujer. Ya de vuelta fue donde Eugenio y le contó todo. Eugenio le dijo "tienes que volver allí".

Y es así que Giorgio volvió a Fátima el 2 de septiembre, fue debajo de la encina de las apariciones, entró en éxtasis y recibió un mensaje de la Virgen, sobre la misión que tenía que hacer en la Tierra. Luego le pregunta "¿quieres llevar un poco del sufrimiento de mi Hijo’", él contestó que sí y empezó a retorcerse de dolor. En ese momento recibió los estigmas. Yo estaba en Sant'Elpidio con los demás, cuando nos llegó una llamada que nos avisaba que Giorgio había recibido los estigmas. En ese momento comprendí las palabras de Eugenio: "vendrá entre vosotros el Cáliz de la Comunión viviente", que ya había dicho varias veces antes. Más adelante hubo algunas disputas e incomprensiones, por el hecho que Eugenio pensaba que los estigmas eran un signo de Justicia y del Retorno de Cristo, pero en realidad también representan un signo de amor.

D: Giorgio una tarde dijo: "Recordad que lo que vosotros sabéis hasta ahora no es la realidad: El Retorno de Cristo no será como lo esperáis". ¿Qué idea te has hecho sobre esto?

R: No me he hecho ninguna idea. Los judíos han esperado 4.000 años, pensaban que Cristo había sido un antepasado de David, un rey, y en cambio nació en un establo. Probablemente podría ocurrir que se vea a nivel mundial a través de instrumentos tecnológicos, como celulares. Nosotros pensamos en un acontecimiento extraordinario, que tenga lugar como en una fábula, en cambio Jesús era uno del pueblo, por lo que todo ocurrirá de manera concreta, tenemos que estar siempre atentos y observar los SIGNOS.

El problema es que nosotros, que compartimos la vida y la obra, creemos que nos salvaremos todos juntos; pero la salvación es individual, estar juntos sirve sólo para ayudarnos.

Os cuento una anécdota. Eugenio nos contó un hecho: en el Vaticano había un personaje, un cierto Durante, que mandó una tarjeta postal a Eugenio. Durante era la reencarnación de Pedro el apóstol. Eugenio me dijo: "es posible que tú te encuentres con él".

Un día, yendo al trabajo, pasé el semáforo y me encontré con un anciano que me hizo señales para que me parara, pero como era tarde no me paré. Al día siguiente un hermano me contó que su hijo de 3 años había soñado con un viejecito que le habló y le dijo que había ido a ver a Flavio, pero que él no había parado". Después tuve la prueba de que este hecho fue un modo para estimularme a estar más presente en las actividades de la Obra.

En otra ocasión, tuve que ir con otras personas a ver a Pier Carpi, escritor de la biografía sobre Cagliostro además de cineasta, director de la Rai, inscrito en la P2, pero que después "se redimió". Fuimos a entrevistarlo con Giorgio, Filippo y el marido de Mara, para preguntarle de dónde había tomado todas aquellas informaciones sobre Cagliostro. Él dijo que estando inscrito en la P2 y pudo entrar en la biblioteca vaticana. Dijo que en una habitación estaban todos los libros sobre la ufología, de dónde sacó informaciones sobre las profecías del Papa Juan. Yo le pregunté quién lo acompañó a esas habitaciones reservadas, y me contestó “Pedro Durante me acompañó". Allí tuve una confirmación de mi primer encuentro fallido con Durante, y de que me había perdonado.

D: ¿Puedes decirnos más sobre el significado de la Confesión de antes con respecto a la de hoy? ¿A qué se refiere el paso del Evangelio "Lo que desatareis sobre la Tierra también será desatado en el Cielo"?.

R: En realidad la Iglesia ha interpretado mal ese pasaje. Por ejemplo, los judíos, en aquel tiempo, se reunían con los sacerdotes. Los sacerdotes recitaban y los traductores traducían para el pueblo, que hablaban sólo arameo. Después llevaban un macho cabrío, y todos le ponían las manos encima. El sacerdote decía que todos los pecados de la comunidad recaerían sobre aquella bestia, y la dejaban morir en el desierto privada de todo, este es el origen del "chivo expiatorio".

Los primeros cristianos no necesitaban la confesión, ya que habían recibido el bautismo, que se hacía de adultos y borraba los pecados. Una vez bautizados tenían que comportarse de modo cristiano, es decir seguir la Verdad y vivir en Justicia, Paz y Amor.

Ese pasaje del Evangelio al que luego la Iglesia ha atribuido el sentido de la Confesión, significa en cambio "la disolución del karma”.

La Palabra de Jesús representa una iniciación. Él, a menudo hablaba solo a quien tenía que recibirla, o sólo a los Apóstoles y no al pueblo. La Iglesia es apostólica, en el sentido que los apóstoles practicaban la "sanación", y que la confesión era el ritual para la sanación, es decir la disolución del karma. Cristo los había iniciado para poner en práctica la sanación, que fue transmitida de obispo a obispo, hasta el 1300, cuando la confesión fue cambiada, y asumió las características que tiene hoy.

La iniciación es una práctica esotérica. El ritual es un hecho esotérico o sea la prueba de que tú has sido iniciado. La iniciación se manifiesta con las obras, con la vida misma.

El encuentro con Flavio se acabó a las 19:00, y después cenamos todos juntos fraternalmente.