En el deportivo contexto de la ‘bocciofila’ (club de bolos) de Monte Urano (provincia de Fermo) el lunes 22 de abril de 2019 ha tenido lugar la conferencia que lleva el título de “La profecía de Fátima, el cosmos habitado, el Retorno de Cristo”. Los relatores han sido el historiador Flavio Ciucani, Pier Giorgio Caria, investigador y documentalista y Giorgio Bongiovanni, estigmatizado, con la participación del investigador de Gubbio Marco Marsili, del movimiento Our Voice y de la asociación FUNIMA International ONLUS.       

Ha inaugurado la velada Giovanni Bongiovanni, hijo mayor de Giorgio y presidente de la asociación Funima, que ha ilustrado brevemente los proyectos y objetivos de la misma y ha recordado la experiencia indudablemente muy significativa del viaje a Argentina del pasado noviembre que hicieron Giovanni junto a Sonia y Maurice de Marco, Claudia Marsili, Gabriele Monacelli, Francesca Fofi, Luigi Benedetti, Riccardo Bertinelli y Sara Tomarelli. El documental que se proyectó en la sala fue muy conmovedor: en cinco minutos se logró transmitir perfectamente a los corazones de las numerosas personas presentes con qué poco se puede ofrecer una inmensa ayuda a nuestro prójimo y eso gracias a la obra de Ramón Gómez, presidente de la asociación argentina Los niños de San Juan. Otro viaje está a punto de iniciar: Giovanni dentro de pocos días regresará a esos lugares con su mujer Bárbara y su hija Amira.

La palabra ha pasado después a Marco Marsili, quien presentó su primer libro “I viandanti delle stelle. Cronache dell’infinito Universo-Vol. 1” (Los viajeros de las estrellas. Crónicas del infinito Universo-Vol. 1): el texto es un maravilloso y cautivador viaje a través de algunas experiencias vividas por el propio Marco, que él ha decidido compartir, ya que para él es muy importante y además porque se lo han pedido, directamente e indirectamente, los Dioses de las Estrellas. Algunas de estas experiencias, además, han comportado la separación del cuerpo físico que le han llevado a una realidad que es paralela a la nuestra física tangible y que, más bien, la compenetra: en esta realidad a nuestros amigos, los Hermanos del Espacio, les es más fácil ponerse en contacto con nosotros porque ya no está el filtro de nuestro sistema nervioso, que es capaz de alterar nuestras percepciones. En el libro Marco habla de encuentros que ha tenido con personas que viven entre nosotros y que son mensajeros de la Verdad, los que iluminan nuestro camino en algunos particulares momentos de nuestra vida. Hoy es importante dar testimonio de dicha realidad y el texto de Marco es un importante ejemplo de ello.     

Entrando luego en lo vivo del tema de la conferencia, Flavio Ciucani ha explicado egregiamente la cuestión de la presencia o no de los ángeles en las apariciones de la Madre Celeste en Fátima: los ángeles no son los seres con alas a los que nosotros estamos acostumbrados, sino mensajeros y habitantes de planetas. El primero que habló de estas criaturas fue Enoch, un antepasado de Noé que viajó por mundos donde estos seres habitaban.

También Jesús en el Evangelio habla de ángeles y da varias definiciones de ellos: los ángeles son sus milicias, encargados de separar el trigo de la cizaña cuando Él vuelva como juez, además ellos protegen, tienen un poder ejecutivo y son dispensadores de justicia. En cambio cuatro milicias de ángeles obedecen a Maria, que es definida también Regina Angelorum.

Los ángeles, que tienen la misma conciencia universal, también estaban presentes en Fátima, por lo menos siete veces: los vieron tres amigas de la vidente Lucía entre abril y octubre de 1915, en 1916 se aparecieron tres veces a Lucía, Jacinta y Francisco y también se presentaron durante la aparición mariana del 13 de julio de 1917, con poder ejecutivo. Fátima ha sido por lo tanto el momento preciso en el que aparecieron todos los precursores de Cristo, que volverá como Juez y Rey.

Ha tomado la palabra después Pier Giorgio Caria, que afirmó que los ángeles se representan hoy con las alas por cuánto siempre se presentan a los hombres en el cielo, incluso cuando tienen semblantes humanos. Después se ha hablado de temas actuales: hoy todos somos esclavos de algo, y esto incluye también los credos religiosos, que no son nada más que algo construído en el imaginario colectivo, ya que no han contribuido nunca a liberar al hombre de su esclavitud y a mejorar su condición de vida.

Pensemos, más bien, que hoy los que tienen el poder y los fabricadores de armas generalmente son cristianos y que ninguno de nosotros se da cuenta de dos hechos: el primero es que el pueblo no comprende que como cantidad de personas somos muchos más que los tiranos, al punto que si solo lo quisiera podría derribarles fácilmente, mientras el segundo es que cada ser humano, independientemente de la raza, sexo, condición social y credo religioso, nace, crece, envejece y muere.   

La única ley universal que puede salvarnos está constituida por las obras, entonces es un error creer que se salvará solamente yendo a Misa y haciendo la Comunión: cuándo Cristo vuelva nos pedirá exclusivamente el informe de nuestras acciones lo cual la Iglesia lo dice, pero no lo comprende, también porque la Iglesia recuerda el día del juicio final sin ninguna conciencia en algunas fórmulas (el Credo y el misterio de la fe).                             

El juicio final es por lo tanto un hecho histórico concreto, tal como lo son las apariciones marianas en Fátima: en estas ocasiones la Virgen se ha configurado como la manifestación profética más importante del Paráclito. Apareciéndose a los tres pastorcillos, a Lucía, Jacinta y Francisco, les reveló tres secretos. El último, que hubiera tenido que se revelado en el 1960, ha sido divulgado por la Iglesia en forma diplomática por obra del cardenal Alfredo Ottaviani.

En Fátima la Virgen prometió que aparecería siete veces y la séptima aparición fue el 2 de septiembre de 1989, cuando Giorgio Bongiovanni, que había sido avisado antes, fue al lugar dónde la Madre Celeste había aparecido a los tres pastorcillos y recibió los estigmas, con el encargo de cumplir una misión: revelar el tercer secreto, anunciar que la visita extraterrestre de hoy es mesiánica y anunciar el Retorno de Cristo, desenmascarar al anticristo y repetir el anuncio del Retorno de Cristo.                             

Después de proyectar el vídeo grabado por Pier Giorgio de los análisis de los estigmas de Giorgio, ha tomado la palabra el estigmatizado siciliano. Giorgio vive desde hace treinta años esta experiencia de los estigmas, un signo que el Cielo ha dado a nuestra obra. Comentó  el último mensaje de Ashtar Sheran, que afirma que Cristo ha regresado, ha muerto en el corazón de la humanidad, pero ha resurgido en los hombres de buena voluntad. Sin embargo el punto central del mensaje es la importancia de los jóvenes, que están dirigidos por lo Alto y son los últimos portadores de un mensaje que es diferente de los precedentes, en cuánto es laico, y porque se transmite a través del arte, de la poesía, del canto, de la música, de la danza y del teatro.  

Hoy la expresión de todo esto es Our Voice, un movimiento fundado y dirigido por la hija menor de Giorgio, Sonia Tabita, que denuncia las injusticias del mundo precisamente a través de cualquier forma de arte. Entonces nuestro deber es guiar a estos jóvenes durante su misión y orientar a nuestros hijos hacia esta causa.   

Antes de dar inicio al espectáculo organizado por Our Voice ha habido un momento muy conmovedor para todos los presentes: Giorgio, después de una breve pausa donde no sabía cómo concluir su discurso, cambió de expresión y tono de voz, afirmando sucesivamente que no es de este mundo y que le escuchemos. Mientras decía estas palabras una oleada de fuerte energía invadió la sala y la hemos percibido tambien nosotros, llevándonos a creer que quien hablaba ya no fuera Giorgio sino un hermano cósmico. Después de esta bonita emoción ha salido en escena el espectáculo de Our Voice, con algunas partes recitadas, cantos y bailes que han emocionado a todo el público. Después de algunas preguntas a los relatores, la velada concluyó con una cena bouffet en el mismo lugar, de la que participaron casi todos los asistentes a la conferencia. 

Alice Bei e Iacopo Palazzari

29 de abril 2019