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nuclear_04UN LIMITADO ACUERDO SOBRE ARMAS NUCLEARES
El acuerdo sobre control de armas nucleares anunciado el miércoles 24 de marzo en Rusia representa una victoria en política exterior para Barak Obama. El acuerdo tiene un alcance muy limitado, pero forma parte del plan del presidente de Estados Unidos para alcanzar en pocas décadas un mundo sin arsenales nucleares.
El nuevo acuerdo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) reemplazará al que se firmó en 1991, que nunca fue ratificado por Moscú, y que venció en diciembre pasado. Ambas partes reducirán parte de sus armas nucleares de largo alcance o estratégicas al tiempo que recortarán el número de misiles instalados en aviones, tierra y submarinos.
Estados Unidos y Rusia poseen el 95% de las 23.000 armas nucleares que hay en el mundo. El restante 5% pertenecen a Gran Bretaña, Francia, China, Pakistán, India e Israel. Los recortes serán más simbólicos que reales, pero Obama quiere crear una oportunidad política para avanzar hacia una sociedad internacional sin armamento nuclear.
Pese a las tensiones entre Washington y Moscú acerca de Irán, Kosovo o Georgia, la pugna ideológica de la Guerra Fría ha desaparecido. El mayor peligro radica ahora en la proliferación, o sea en el interés que tienen una serie de países en contar con armas nucleares para garantizar su seguridad siguiendo las reglas de la disuasión que implantaron las grandes potencias. Por otro lado, Rusia sabe que hace un favor a Obama al firmar este acuerdo, y espera sacar beneficios de ello.

Contra la proliferación
La administración estadounidense quiere usar el acuerdo START y la ratificación del Tratado Amplio de Prohibición de Pruebas Nucleares para presionar a otros países con el fin que cumplan los términos del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) que se firmó en 1968. Este último es el instrumento con que cuenta la comunidad internacional para reglamentar el acceso a tecnología nuclear para fines civiles y limitar la capacidad de desarrollar armas nucleares. Los países que están en el centro de atención sobre su futura capacidad de contar con estos arsenales son Corea del Norte, Irán y Siria.
Uno de los mayores problemas del TNP es que las potencias nucleares reconocidas nunca han dado los pasos que les indica el Tratado de reducir sus arsenales. Según países como la India o Irán es hipócrita que Washington, París o Londres les critiquen por tener o eventualmente desarrollar armas nucleares cuando ellos no han cumplido sus compromisos. Otros países, como Brasil, no aspiran a tener armas nucleares pero critican también los términos del TNP. En mayo próximo se realizará la conferencia de revisión de este Tratado.
Obama quiere presentar el nuevo acuerdo START como un avance de Estados Unidos y Rusia que le otorgue legitimidad ante los países críticos. Para Estados Unidos es importante controlar la proliferación por dos razones. Por un lado, evitar confrontaciones armadas como la que podría surgir entre Israel (o Estados Unidos) e Irán si el gobierno de Teherán continúa con su plan nuclear. Por otra, la amenaza terrorista.
En abril habrá una importante conferencia internacional sobre seguridad nuclear en Washington. Obama busca que se llegue a un acuerdo en cuatro años sobre el control de materiales para la fabricación de armas nucleares con el fin de evitar que puedan caer en manos de terroristas. En un momento que muchos países quieren desarrollar sus programas nucleares civiles es importante este control. Otro paso que dará Estados Unidos es comprometerse a no ser el primero en usar armas nucleares. Esto revierte la política del gobierno de George W. Bush sobre “ataques preventivos”.

Las críticas
El nuevo START ya ha recibido críticas del Partido Republicano, que lo ve como una amenaza para el despliegue de un nuevo sistema de misiles en Europa. Moscú se resiste a este sistema, y la oposición republicana considera que limitar el programa en Europa y el START es como una derrota de Estados Unidos. Es previsible que la ratificación en el Senado sea larga y complicada y que los republicanos pidan mayores inversiones militares a cambio de aceptar el acuerdo. Desde el Pentágono y diversas agencias de armamentos del Gobierno se ha manifestado el rechazo al acuerdo.
De hecho, expertos en armas nucleares consideran que es una contradicción que Obama vaya a firmar este acuerdo al mismo tiempo que ha solicitado al Congreso un aumento del 22% en la modernización de vectores nucleares. La solicitud de Obama supondrá un aumento en el gasto y la modernización de los arsenales.
El proceso de desarme nuclear puede durar décadas. Integrar a las otras potencias nucleares será un trabajo muy complejo. En el corto plazo es más importante el clima político que se genere que el número de armas eliminadas. Pero inclusive este limitado objetivo puede ser dinamitado por intereses económicos y geopolíticos.
30 de marzo 2010 - Por Mariano Aguirre
Mariano Aguirre dirige el Centro Noruego para la Construcción de la Paz (Noref).
http://www.rnw.nl/espanol/article/un-limitado-acuerdo-sobre-armas-nucleares