Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

ISRAEL,ECONOMIA EN POCAS MANOS AMENAZA DEMOCRACIA
La concentración de la riqueza en las manos de pocas familias representa una amenaza para la calidad del sistema democrático en Israel, según un estudio del Instituto Israelí para la Democracia, que publicó el periódico económico The Marker.

JERUSALEN, 28 (ANSA) - Según el profesor Assaf Hamdani, experto de derecho comercial de la Universidad Judía de Jerusalén, "el mercado de los capitales en Israel está en manos de un número limitado de familias, lo que constituye un riesgo para el vasto público de inversores, para el desarrollo de la economía y para la calidad del gobierno y de la democracia".
Hamdami precisó que el 52% de las 100 mayores compañías del país, entre ellas, bancos, empresas de seguros, grandes grupos industriales y editoriales, los transportes y la construcción está controlada por pocas familias; un porcentaje que sube al 75% en el caso de las 25 mayores compañías que cotizan en la Bolsa de Tel Aviv. En tanto, el 30 por ciento de las empresas con capital accionario público está controlado por una decena de familias.
En todos los casos se trata de personas bien conocidas por todos los israelíes, cuyos apellidos suelen aparecer en las páginas de economía de los grandes diarios y también en las columnas mundanas, en compañía de ministros y diputados.
Según Hamdani, es necesaria la adopción de oportunos instrumentos jurídicos y fiscales, para resolver el problema de la concentración de la riqueza y de su influencia en el poder político.
El poder económico a su vez influye en el político, en una intimidad de relaciones favorecida incluso por la ausencia de adecuados poderes de reglamentación y de control.
Una situación que va en perjuicio del pequeño ahorrista, incluso por la ausencia de una disciplina más severa que tutele los intereses y reglamente el empleo de recursos en su poder, por ejemplo, los fondos de pensión. GAT
28/12/2009