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leandroPor Gabriel Leandro Gómez
¿Por qué luchamos? Seguro que se preguntarán. ¿Por qué insisto en un cambio de conciencia? Por un mundo mejor les responderé. Por un mundo sin mal, por un mundo digno para nuestros futuros hijos, nietos, sobrinos, que heredarán esta bella pero destruida Tierra.
¿Por quiénes luchamos? Por todos nosotros, por nuestros padres y por los que luego seguirán nuestros pasos. Por los que no pueden alzar la voz, por los que no pueden defenderse, hablo de aquellos a los que se nos dio la tarea y la obligación de cuidarlos, de protegerlos. Hablo de todo aquello que nos rodea, los animales, las plantas, los insectos, la Tierra.

Bella juventud, nuestro deber es acudir a su llamado silencioso, al grito de auxilio desgarrador que tiene la Tierra cada vez que un niño muere de hambre, cada vez que un rio es contaminado con los químicos que nosotros, seres consumistas sin freno, fomentamos aquellos productos, cada vez que un árbol es talado en el Amazonas y en cualquier parte del mundo, nuestro más grande purificador y creador de oxígeno. Cada vez que una guerra se lleva a cabo sobre ella, cada vez que mueren inocentes en medio de tales conflictos. Cada vez que crean más bombas atómicas, cada vez que se prueba una sobre nuestra Madre Tierra.

¿Y nosotros qué podemos hacer? Se preguntarán, yo les respondo: transformarnos en "jóvenes a favor de la vida". En una juventud consciente de lo que ocurre en el mundo, en nuestro alrededor. No importa qué bandera política o religiosa tengamos. Tan sólo luchar, luchar por algo real, algo que te golpea la puerta del Alma y te pide entrar. Te pide que luches, que despiertes, que des de comer al que no tiene de comer, dar agua al que tiene sed.  

Tomen conciencia, esto no es una pesadilla, es la vida real. Y solo está en nuestras manos el poder de cambiar las cosas.

Cada uno del lugar que le toca vivir, hacer sonreír a un niño, visitar a un anciano abandonado, limpiar una plaza, protestar en contra de la energía nuclear, contra las guerras, contra aquella empresa que quiere destruir nuestra Tierra. Contra aquella elite quien es la dueña de este sistema tan perverso que nos condena, nos limita, nos enferma y nos tiene presos.

Cada uno desde el lugar que nos toca vivir. El cambio inicia por uno mismo, pero recuerden que cada granito de arena que puedas aportar luchando es mucho, pero NO es suficiente. Tienen que saber, como yo siempre me repito:

"Quizás no puedas cambiar el mundo, pero si el mundo de alguien más."
Paz para ustedes, jóvenes. Nunca deben olvidar que ustedes, que nosotros somos el cambio. Y tenemos que dejar hasta la vida por un mundo mejor para aquellos que vienen tras nosotros.
¡Paz y bendiciones para todos!

Gabriel Leandro Gómez
17 años

14 de abril de 2016
Salta - Argentina