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pygabriele100Por Gabriele Chiacchietta
19 de Dicembre de 2012. Llegada a Paraguay
Apenas salgo del aeropuerto el calor me envuelve por completo y me da la bienvenida. Finalmente, después de casi un día de viaje, llegué. A la salida me encuentro con Omar que me está esperando, afuera el sol se está escondiendo, es decididamente más grande de lo que lo podemos ver en Italia y el perfume de plantas y frutas es muy fuerte, nada que ver con el olor de las metrópolis europeas.
Al llegar a la casa de Omar saludo a Hilda, quien me recibe con un jugo fresco de limón. Conozco a Grigorij, el voluntario italiano que se encuentra aquí ya desde hace dos meses. Luego de conversar un poco acerca de lo que será mi vida en los próximos dos meses y medio me doy un refrescante baño y saludo a todos para ir a dormir.
pygabriele121 de Diciembre
Esta mañana, bajo indicaciones de Hilda, Grigorij y yo preparamos una confitura de mangos del lugar para los niños del merendero. El mango, me cuenta Hilda, es un fruto rico en vitaminas fibra y azúcares, algo ideal para alguien que trabaja todo el día en la calle. Después de haber exprimido la fruta le agregamos agua, vainilla y un poco de jugo de naranja. También acomodamos algunas gasas que se usan para las heridas superficiales de los niños que vienen a que los curen en el merendero.
22 de diciembre
A la mañana Omar nos lleva a mi y a Grigorij a ver a los niños de calle, directamente donde viven. Llegamos llevando con nosotros algunos alimentos, de primera necesidad, algo que para ellos quiere decir mucho. Las casas en realidad son chabolas improvisadas, construidas a los lados de las vías de ferrocarril y hay unas cien de ellas. Nosotros vamos a la de la señora a la cual Grigorij y yo llamamos “la abuela de los niños del merendero”, una mujer anciana con 15 hijos, conocida y respetada por todos. Compartimos el “tereré” y la señora nos cuenta que la situación que ya de por si es precaria no parece mejorar. El espacio en el que se encuentran las casas podría ser expropiado y utilizado con fines económicos: una vez más tenemos la prueba de que el dinero prevalece sobre el sentido común y sobre la solidaridad humana. A la tarde, en el merendero servimos un plato sustancioso con pan, alubias y carne, es el sábado anterior a la Navidad y tratamos de hacer vivir un momento de fiesta a aquellos que lo merecen más que nosotros. Después de comer le hago repasar, jugando, los números a una niña de 4 años, contando con ella los caramelos que vende en la calle y su madre entusiasta sonríe al ver a su hija jugando y aprendiendo como en realidad le correspondería por derecho.
pygabriele226 de Diciembre
Hoy Grigorij, Omar, Hilda, Graciela y yo fuimos a visitar a la familia de Angel, un chico de la calle, que vive cerca del gran basurero de la ciudad, por donde pasa un río, el cual a esta altura está repleto de residuos de todo tipo. Esta zona tiene una extensión de varios kilómetros, en su mayoría las casas son de chapa y con el sol se calientan generando un ambiente insoportable. La gran cantidad de agua sucia constituye un enorme peligro, ya que favorece el crecimiento del “dengue”, un mosquito que puede provocar fiebre muy alta, que si no se cura puede llevar a la muerte. Así vive la gente, en la precariedad más extrema: efectivamente es como si vivieran en un enorme basurero. El río de residuos constituye una fuente de bienes para la población del lugar que se arroja sin muchos problemas en el agua sucia para ver lo que llega de la ciudad. Lo que vuelve todo esto más desconcertante es la presencia de la Universidad Católica más grande de Asunción a apenas 50 metros de esa ciudad de residuos. Por la tarde saludamos a Grigorij en el merendero, era su último día en Paraguay. Todos estaban muy tristes por su partida, todos aprendieron a quererlo durante los dos meses que estuvo aquí, pero igualmente vivimos este momento con alegría y preparamos la habitual merienda con pan y “dulce de mango”. Con los niños más chicos jugamos a subirlos en nuestras espaldas y a hacer saltos en el aire. A la hora de cierre los mismos chicos nos ayudaron a limpiar el salón y saludaron afectuosamente a Grigorij para luego volver a la vida de la calle como todos los días.
28 de Diciembre
Hoy la afluencia al merendero fue muy baja, todos estaban ocupados trabajando en las calles y la temperatura templada les hizo más soportable el trabajo. Uno de los chicos más grandes se quedó a hablar un poco conmigo, quedó muy sorprendido por el hecho de que por lo general en Italia los chicos no trabajan. Él es un poco más afortunado que los demás, tiene una casa y va a la escuela; pero para ellos trabajar en la calle forma parte de la normalidad, de hecho, tiene 15 años y lo hace desde los 6.
29 de Diciembre
El 29 de diciembre fue el último día del 2012 que abrimos el merendero. Para celebrar la ocasión, Hilda sugirió que cocinemos algo más sustancioso que la usual merienda. Entonces desde la mañana empezamos a cocinar un estofado de pollo con tomate y arroz. Hace alrededor de 5 años que trabajo como chef a nivel profesional y esta vez fue la más satisfactoria, finalmente pude cocinar para quienes realmente lo necesitan, para quienes realmente saben apreciar un plato de buena comida y no que lo dan por descontado, como ocurre en casi todo el resto del mundo, para mi y para un chef en general, esta es seguramente una experiencia que marca. De hecho, todos lo apreciaron, se llenaron la panza y se fueron agradeciendo con una sonrisa sincera. Hoy contamos 62 personas, un número muy alto para el merendero, pero un número insignificante con respecto a toda la gente que en esta ciudad, y no solo aquí, vive en las míseras condiciones de la calle.
pygabriele3Enero de 2013
La afluencia en estos primeros días del año ha disminuido, por consiguiente la situación es más manejable, e incluso logramos hacer estudiar un poco de matemáticas a los chicos más tranquilos. Por el contrario lo que parece aumentar es el hambre de grandes y chicos, que en estos días de mucho calor están siempre trabajando en la calle. En cambio Omar se encuentra ocupado en ver qué será del merendero actual, o sea, si el propietario del inmueble llegara a permitir algunos trabajos de limpieza, en lo que podría ser un gran jardín, que ahora es un espacio lleno de coches usados y basura. Pero sobre todo Omar espera poder alargar el contrato de alquiler que está por vencer en estos meses.
11-12 de Enero
Estos dos días fueron atípicos con respecto a otras veces. Parecería que todos, más allá de las edades, sienten necesidad de tranquilidad, ya no se ve ese murmullo debido a las pequeñas peleas entre los chicos, al arrojo de juguetes y lápices de un lado a otro del salón. Los chicos escuchan música alrededor de la mesa, las chicas y las señoras se sientan en círculo y charlan bebiendo “tereré”. Los niños más chicos juegan haciendo construcciones con ladrillos de juguete y al terminarlas vienen orgullosos a mostrárnoslas y otros dibujan. La leche fría con cacao y la ensalada de porotos ayudan a estas personas a soportar mejor el trabajo de estos días bajo el calor que es cada vez más fuerte.
Domingo 13 de Enero
El domingo festejamos el cumpleaños de Hilda, fuimos hasta Villeta, ciudad natal de ella y de Omar, donde conocí a muchos de sus parientes. La unión de esta familia, como de otras aquí en Paraguay, parece algo que está desapareciendo en Europa. El profundo espíritu familiar representa un valor agregado que los ayuda a soportar y superar las dificultades en la vida de todos los días, lo que permite que no se sientan solos para afrontar aquella que aquí es seguramente una vida dura. Ésto es algo aún más evidente en el merendero, donde primos, hermanos, tías y abuelas se convierten en una única entidad, se defienden y se respaldan, afrontan juntos los obstáculos, nunca lo hacen solos.
Miércoles 16 de Enero
Miércoles el calor ha sido muy fuerte, y por lo tanto hubo muchísima afluencia. Dibujamos mucho con los niños y algo realmente positivo fue como compartieron pacíficamente los lápices, algo que antes no era tan normal, pero los chicos son muy despiertos y con el tiempo están aprendiendo a respetarse mutuamente y a estar bien predispuestos unos con otros. Considero que es a partir de estos pequeños gestos que se necesita comenzar a trabajar para construir una comunidad más sólida, unida y fuerte. Lamentablemente no faltó la nota negativa. Un joven de apenas 14 años estuvo muy mal a causa del abuso de drogas y alcohol; recientemente su madre estuvo en la cárcel y él se abandonó de la peor manera. Cuando Omar e Hilda llamaron para recibir ayuda de las instituciones competentes, la respuesta no fue para nada positiva, una vez más la burocracia complica todo.  
P.D.: Hoy, 24 de enero, el chico sigue sin ser internado y su situación no ha cambiado mucho.
Jueves 17 de Enero
Hoy el merendero estuvo cerrado y por lo tanto Omar y yo aprovechamos para hacer algunos trabajos adentro. Pintamos de color rojo la gran cortina metálica del ingreso y comenzamos a limpiar un depósito para los alimentos. El trabajo es mucho, pero no es eso lo que me preocupa sino el hecho de que sin lugar a dudas siendo solo dos se hace mucho más largo y cansador y según mi opinión con algún voluntario más sería todo mucho más fácil, ya sea que venga desde el exterior o no.
18 de Enero
Hace aproximadamente una semana que voy a practicar gratuitamente Jiu Jitsu con Andrés, el hijo de Omar, en un gimnasio en el que Hugo, el profesor que lo imparte es brasileño y ha estado en estrecho contacto con el mundo de la droga, de hecho, toda su familia fue asesinada por los enemigos de un tío suyo que era traficante. Y luego de un período de profunda debilidad decidió luchar contra el infame mundo de la droga, vislumbrando una vida alejada de ella a través de los principios sanos de una disciplina de origen oriental, el Jiu Jitsu. Además Hugo también trabaja con los chicos de la calle, que ya son dependientes de la droga, visitándolos y estando con ellos directamente donde viven, o sea, donde encuentran las sustancias de las cuales son esclavos.
19 de enero  
Hoy recibimos en el merendero a dos nuevas voluntarias, chicas del lugar que también sienten la necesidad de ayudar. Los niños más chicos se encariñan inmediatamente, buscando un poco de afecto. Durante la merienda hay mucha euforia, quizás gracias también al viento que hoy da un poco de alivio y algo más de energía. La jornada fue muy alegre para los niños y por suerte tampoco faltaron las sonrisas en los más grandes.
pygabriele420-21-22 de Enero  
Domingo, lunes y martes han sido días de trabajo práctico en el merendero. Ya desde la mañana se empezó a trabajar para mejorar el baño. Con la ayuda de dos albañiles, lo dividimos en dos, de manera tal de independizar el WC de la ducha, además cambiamos algunos caños para garantizar una mayor presión de agua. Entonces ahora el baño cuenta con dos ingresos, uno para el WC y otro para la ducha. Este trabajo agilizará el uso del baño y ofrecerá un poco más de comodidad. Además pintamos las mesas de los chicos con una pintura brillante, de manera tal que sea algo impermeable y que resista por más tiempo a sus juegos descuidados y porqué no a algún que otro rasguño.
23 de Enero  
Después de los tres días de trabajo se reabre el merendero. Lo primero que hay que hacer es limpiar y remover los objetos potencialmente peligrosos que han quedado luego de los trabajos realizados en el salón. Para nuestra desagradable sorpresa encontramos una pérdida de agua en el ingreso de la ducha, que por ahora no se puede usar dado que todavía hay que instalar la puerta. Hoy la merienda consistió en fideos con carne y verduras, con jugo de fruta. Con alegría logramos saciar a todos y no sobró nada. La actividad principal de hoy fue dibujar con los niños en el pizarrón y con los chicos más grandes jugamos al tris. En general fue una jornada tranquila.
28 de Enero
Después de un fin de semana milagrosamente fresco, el lunes regresó el calor a Asunción. Omar Cristaldo y yo fuimos al “merendero” un poco antes de lo habitual para continuar con las tareas de limpieza. Esta vez nos concentramos en el espacio externo que ahora se usa para cocinar, pero que en un futuro será utilizado como espacio para juegos. Lamentablemente muchos escombros como chapas y ladrillos lo único que pudimos hacer fue amontonarlos en un único lugar, debido a que el propietario del local no nos autoriza a sacarlos del lugar.
Apenas se abren las puertas el salón se llena, el fuerte calor lleva a todos a buscar un poco de sombra y agua fresca. La merienda de “arroz con leche” y pan con mermelada de guayaba es muy apreciada por todos. Antes de la hora de cierre entraron una señoras pertenecientes a una tribu que aún se mantiene reunida aquí en Paraguay. Nos mostraron sus trabajos artesanales, collares y pulseras hechas con material reciclado, coco y diferentes semillas. Productos de alta calidad para los cuales es necesario hasta un día para realizar un solo collar, que aquí se venden aproximadamente a 10.000 guaraníes, o bien 2 euros, productos que si llegaran a Europa serían revendidos a un valor de al menos 30 euros, ganancia que va exclusivamente a los bolsillos de quienes los venden y no de quienes trabajan días para su realización.
30 de Enero
La merienda de hoy son buñuelos y licuado de banana con leche, para felicidad de los más chicos que adoran el licuado de banana. Y hoy fueron precisamente los más chicos los protagonistas del merendero. De hecho Hugo, Gisel, Steven y Rolando jugaron conmigo desde que abrimos, incluso siguiéndome en la limpieza final, para ellos era como un juego, pero que sin lugar a dudas los ayuda a desarrollar un sentido de apego al lugar en el que durante 4 días de la semana se encuentran para jugar, aprender, compartir y porque no, a pesar de que sólo sean niños de cuatro y cinco años, hacerlos sentir al menos en parte un poco responsables del merendero, el cual seguramente es mucho más de ellos que de cualquier otro.
2 de Febrero
A diferencia de ayer, hoy fue un día muy agitado en el merendero. Una señora que antes venía muy seguido como voluntaria trajo ropa y juguetes de regalo, lo que provocó una gran curiosidad y el interés de todos, incluso antes de que fueran abiertos. Durante la merienda hubo un momento de tranquilidad, jugo de naranja con fideos con carne y verdura. Pero lamentablemente la tranquilidad es algo raro para un día sábado, de hecho los más grandes comienzan a festejar el fin de semana bebiendo cerveza desde la tarde. Y así es que hoy dos chicos borrachos se agarraron a golpes luego de una discusión; por suerte la pelea duró poco, pero la actitud nos hizo quedar mal a todos.
4 de Febrero
Lamentablemente hoy nos encontramos con la heladera del frigrífero del merendero rota. Por suerte aquí cerca tenemos un revendedor de hielo y el negocio de “empanadas” de aquí cerca puede conservar algo de lo que preparamos en su propia heladera. Más allá de esto, desde la apertura dibujamos y jugamos con juegos de construcción con los más chicos por alrededor de media hora. El hecho de compartir los lápices de colores y los juguetes a veces se torna un poco difícil para los chicos más grandes que molestan a los más chicos, con el objetivo de jugar y llamar la atención, y es así que se crea el típico murmullo del merendero, que solo se calma al momento de comer.
6 de Febrero
Esta mañana preparé junto a Hilda una salsa con carne y verdura para el merendero, muy similar a nuestra “Boloñesa”. La intención es la de acelerar cada vez más la preparación de la merienda, de forma tal de poder dedicar más tiempo a los chicos. Más allá de algún que otro retraso técnico, vimos con alegría cómo se terminaron todos los fideos y todos pudieron comer más de una porción. Incluso la atmósfera estuvo muy tranquila y relajada.
8 de Febrero
Arroz con leche y pan con mermelada de guayaba, esta es la merienda de hoy. El arroz cocinado en agua y leche con azúcar y canela, se sirve frío, lo preparé a la mañana siguiendo las instrucciones de Hilda. Mientras tanto también comenzaron los trabajos para la construcción del techo, lo que permitirá obtener una habitación más destinada al estudio. Por la tarde la sala se llena apenas abrimos el merendero y poco después servimos la merienda. Elías, un chico muy despierto, me pide que le cuente un poco de mi vida en Italia, sobre lo que hago, sobre mi familia, sobre qué es lo que hacen los chicos de su edad. Como los demás, él también se queda un poco sorprendido al saber que normalmente no se trabaja en la calle vendiendo Coca Cola y que el trabajo infantil es ilegal. En cambio a la hora de cierre Edulio, un chico más grande, se ofrece para ayudar en la limpieza. Según mi opinión involucrar un poco más a los chicos más grandes en las actividades del merendero, como limpiar, servir la merienda, y otra gran cantidad de tareas, puede ser muy útil para su crecimiento y para el del merendero mismo, de forma tal que podría convertirse en un lugar más acogedor en el cual servir la merienda, recibir asistencia y bañarse, aunque ya sea así en gran medida.
9 de Febrero
Hoy es sábado y ya desde ayer se festeja el carnaval. Cuando abrimos el merendero descubrimos que no teníamos agua, ya que durante las tareas de construcción se rompió el caño; por suerte, luego de dos horas, pudimos recoger al menos el agua necesaria para limpiar. Hoy también algunas novedades sobre Hugo, el chico cuya madre se encuentra en la cárcel, y que había estado muy mal a causa del abuso de drogas y alcohol. Hugo ahora está en un centro en el que tendrá que estar por un mes más para desintoxicarse y tratar de rehabilitarse de sus adicciones. Luego será trasladado a un colegio estatal, siempre que haya lugar, si no fuera así tendrá que volver a la calle. Es triste ver cómo las drogas: crack, cocaína, pegamento y alcohol; pueden llegar a condicionar la vida de un chico de apenas 14 años. De hecho su madre está en la cárcel por haber matado, junto a su concubino, ambos bajo efectos de las drogas, al hermano de Hugo, por haber visto al padre abusar de una de sus hermanitas.
Gabriele Chiacchietta
13 de Febrero 2013